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Las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de subastar

04/10/2006

ANN ARBOR, Michigan—Un estudio de la Universidad de Michigan, U—M, abre un nuevo debate sobre las diferencias entre los sexos y contribuye con una nueva respuesta a la antigua incógnita sobre la diferencia el hombre y la mujer y la medida en que la biología condiciona el destino.

El estudio, parte de un programa financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, descubrió que las mujeres, en promedio, licitan un 5 por ciento más que los hombres, en licitaciones de primer precio a sobre cerrado (todos subastan al mismo tiempo, de manera anónima, es decir, colocan el precio en un sobre y nadie sabe de que manera ha subastado y el que subasta el mejor precio, gana el objeto y paga el precio que subastó). Como resultado, las mujeres ganaron un 39 por ciento menos que los hombres durante el transcurso del experimento.

Los resultados de la diferencia entre los sexos son consistentes con otras investigaciones que muestran que las mujeres tienen un mayor rechazo al riesgo que los hombres en situaciones de subastas competitivas.

Sin embargo, el estudio también descubrió que las diferencias entre los sexos desaparecen en ciertos periodos del mes.

“Descubrimos que durante la menstruación, cuando los niveles de estrógeno son los más bajos, las mujeres no licitan de manera diferente a los hombres”, dice Yan Chen del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan (ISR). “La diferencia de sexo en las licitaciones esta conducida por el comportamiento de mujeres en otras etapas de sus ciclos menstruales, asociados con altos niveles de hormonas sexuales”.

Chen, que también es profesora adjunta de la Escuela de Información de la U—M y sus colegas Peter Katuscak de la Universidad Charles de Praga y Emre Ozdenoren, un economista de la U—M practicaron experimentos en un laboratorio de ordenadores en red del ISR. Realizaron 40 sesiones experimentales, cada una de 30 vueltas. En las sesiones, 400 estudiantes de pregrado y posgrado pertenecientes a una amplia gama de disciplinas, excluyendo economía, fueron asignados a licitar o subastar al azar.

Los experimentos se basaron en modelos de subastas comúnmente utilizados en la teoría del juego económico que evalúa tanto la tolerancia de riesgo, como la habilidad de diseñar una estrategia que arroje la mayor cantidad de beneficios.

En cada vuelta, un grupo de participantes licitó un objeto abstracto con un valor asignado al azar y el licitador ganador recibía la diferencia entre el valor asignado y la licitación. Los puntos fueron convertidos a dinero a un cambio fijo. Cada sesión de 30 vueltas duró entre 40 minutos a una hora y la ganancia promedio fue $15.36. La ganancia promedio de los hombres fue $18.14, y la ganancia promedio de las mujeres fue de $12.28.

Después de la sesión experimental, cada participante llenó un cuestionario con información demográfica, incluidas sexo, raza, educación y ciclo menstrual.

“Nuestros resultados son consistentes con información de sondeos que muestran que las mujeres tienden a elegir opciones más seguras que los hombres”, dice Chen. Incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta los factores educacionales, incluidos el número de cursos de matemáticas, estadísticas, economía y algunos de ciencias, la diferencia entre sexos se mantuvo para la mujer en posición en su ciclo menstrual, relacionado con altos niveles de estrógeno y progesterona.

Chen, que ha sido invitada a presentar sus descubrimientos a la reunión anual de la Asociación de Ciencias Sociales Aliadas a inicios del próximo año, dice que esta investigación es parte de una nueva ola en economía y comportamiento “Antes era que los economistas neoclásicos veían al comportamiento económico como algo perfectamente racional”, dice. “Pero ahora, la unión de economía y psicología muestra claramente que las opciones de la economía en la gente se ven afectadas por factores que no están incluidos en los modelos neoclásicos, como los ciclos menstruales. No estábamos buscando estos efectos, pero los resultados están allí, sólidos a los métodos de análisis. Las mujeres licitan significativamente más que los hombres en subastas de primer precio durante fases menstruales caracterizadas por altos niveles de hormonas sexuales, por lo que terminan con menos beneficios que los hombres”.

Para Chen, las consecuencias de los descubrimientos de que los efectos del ciclo menstrual afectan las decisiones económicas de manera sistemática son claras: Las mujeres deben tomar en cuenta sus ciclos menstruales cuando participan en actividades económicas competitivas. “Simplemente es importante saber que posiblemente adoptarán menos riesgos en ciertos momentos de su ciclo”, dice. “Si esta en una situación competitiva como negociaciones, es probablemente prudente hacerlo durante o inmediatamente después de la menstruación”.

Chen también cree que pruebas importantes de opciones múltiples deben ser ofrecidas varias veces al mes para así darle la oportunidad a la mujer de seleccionar la mejor fecha del mes para absolverlas.

Sin embargo Chen advierte que sin importar la edad el estatus hormonal de una mujer, la biología de una mujer es solamente uno de los factores que influye en la tolerancia de tomar riesgos y posibilidad de adoptar buenas decisiones económicas. Por lo menos, tan importantes son también educación, experiencia, personalidad y asuntos culturales.

Contacto: Diane Swanbrow
Teléfono: (734) 647-4416