ANN ARBOR, Michigan— La gran mayoría de adolescentes de barrios pobres tienen ideales tan altos, como sus iguales más privilegiados sobre el comportamiento sexual y las relaciones románticas.

“Mis descubrimientos sugieren de que no existe una cultura monolítica de gueto que promueve una conducta sexual prematura y la procreación,” dice David Harding, sociólogo de la Universidad de Michigan, UM. “De hecho, los adolescentes que viven en áreas urbanas pobres comienzan con esperanzas como cualquier otra persona en nuestra sociedad. Pero los mensajes mixtos que reciben les hace da menos posibilidades para practicar relaciones ideales”.

El estudio, publicado en la edición de este mes de la revista American Sociological Review, analiza información de más de 13,000 adolescentes que fueron evaluados como parte del Estudio Longitudinal Nacional sobre Salud en Adolescentes que reúne información recogida en tres puntos en la vida de la vida de los jóvenes, empezando cuando estaban en el séptimo grado hasta el doceavo de la escuela secundaria.

La primera vez que los adolescentes fueron entrevistados, se les preguntó identificar cuales de 17 eventos formaban de sus relaciones románticas ideales. Luego se les pidió organizar los eventos por orden cronológico de preferencia.

La próxima vez que los adolescentes fueron entrevistados, en la mayoría de los casos un año después, se les presentó un listado similar y se les pidió describir una secuencia de eventos en relaciones personales que ellos ya habían tenido.

Entre los eventos: Salimos juntos en un grupo. Les comunicamos a otros que somos pareja. Salimos los dos solos. Nos decimos el uno al otro que nos amamos. Conocemos a los padres míos y tuyos. Nos besamos. Intercambiamos regalos. Tenemos sexo. Nos casamos. Mi pareja o yo nos embarazamos.

“La antigua noción de que la secuencia correcta de eventos románticos es ‘Primero viene el amor, después el matrimonio, etc.’,” dice Harding, profesor asistente en el Instituto de Investigación Social de la UM (En Inglés, Institute for Social Research, ISR) y profesor asistente del departamento de sociología de la misma universidad. “Es fuente de discusión si la mayoría de los adolescentes en EEUU estarían de acuerdo con esto, Pero cuando comparamos su secuencia ideal de eventos con lo que realmente sucedió en sus relaciones siguientes, los jóvenes de los barrios más pobres tenían menos posibilidades que los adolescentes de barrios ricos a lograr sus ideales”.

Las niñas no tenían más o menos posibilidades que los varones de cumplir con sus relaciones ideales, descubrió Harding.

Harding también examinó el grado en el que los adolescentes se mostraron de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente declaración: No sería tan malo si te quedas embarazada (o dejas embarazada a alguien) en este momento de tu vida.

Incluso en los barrios más pobres, más de un 70 por ciento de los adolescentes rechazaron o rechazaron fuertemente esa afirmación. Casi un 30 por ciento de los adolescentes en áreas pobres estaban de acuerdo o muy de acuerdo con la declaración comparados con sólo un 12 por ciento de áreas ricas.

“Hay más diversidad cultural en vecindarios pobres,” dice Harding, “y esta variedad ayudar a vaticinar la actividad sexual en adolescentes y en relaciones románticas. En lugares en los que jóvenes reciben mensajes mixtos sobre lo que es correcto y que no lo es, tienen menos posibilidades de actuar de acuerdo con sus propios ideales y creencias. Y tienen menos posibilidades de cumplir con sus propios ideales”.

Harding controló un número de factores en sus análisis, incluyendo el porcentaje de unidades residenciales en el barrio que eran ocupadas por sus dueños, la diversidad étnica en el vecindario, si los adolescentes vivían con un solo padre, educación de los padres y ocupación. También consideró el tipo de escuela a la que asistía el adolescente, ya que investigaciones anteriores demostraron que las características de las escuelas (privadas, católicas, tamaño, etc.) son importantes factores en predecir el comportamiento sexual y romántico.

Según Harding, los resultados sugieren que los residentes de áreas urbanas pobres navegan en una cacofonía de mensajes mixtos de todos los tipos de gentes y lugares y no están desconectados de la sociedad dominante.

“Esta vista es al mismo tiempo más optimista y de alguna manera más pesimista que la vista (clásica) de la clase baja,” dice Harding. “Hay un apoyo considerable a las normas convencionales, por lo que las semillas de cambio positivos están presentes en vecindarios pobres. Pero al mismo tiempo, hay todo tipo de alternativas y modelos de oposición que pueden confundir y debilitar el dominio de los modelos convencionales de conducta.

“Lo que los adolescentes realmente necesitan es ayuda en clasificar todos los mensajes mixtos que reciben,” dice Harding.

Su investigación fue financiada por la Fundación Nacional de Ciencias, la Fundación William T. Grant, la Asociación Estadounidense de Investigación de Educación, la Fundación MacArthur, y el Instituto Nacional de la Salud Infantil y del desarrollo Humano.

El Instituto de Investigación Social (Institute for Social Research, ISR) se fundó en el año 1948 y es una de las organizaciones más antiguas del mundo en la investigación de sondeos de opinión. El ISR es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de metodologías de Ciencias Sociales. El ISR realiza estudios que son ampliamente citados en el país e internacionalmente, incluidos los Sondeos de opinión de Actitudes del Consumidor y Estudios sobre elecciones nacionales en EEUU, entre otros. Para más información sobre el ISR, visite: www.isr.umich.edu

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