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Arte oculto durante siglos podría revelarse con nueva tecnología de Rayos-Terahertz

31/01/2008

ANN ARBOR, Michigan—Así como los Rayos X permiten a los médicos ver los huesos bajo la piel, los “Rayos—T” permitirán a historiadores ver murales ocultos bajo capas de yeso o pintura en edificios con siglos de antigüedad, según anunciaron hoy, lunes, investigadores de la Universidad de Michigan, UM.

Los Rayos—T o la radiación Terahertz puede iluminar a través de pulsaciones incluso bosquejos a lápiz bajo las pinturas o canvas sin dañar la obra de arte. Los métodos actuales no pueden detectar algunos materiales de arte utilizados por los grandes maestros en el pasado, como un tipo de tiza roja.

El equipo de investigadores, que incluye a científicos del Museo del Louvre, Universidad de Michigan utilizó la nueva tecnología de imágenes para detectar pinturas de colores y dibujos de grafito de una mariposa a través de 4 milímetros. Los investigadores creen que su técnica les permitirá ver incluso más profundo. Un artículo sobre el estudio se publica en la edición de febrero de la revista Optics Communications.

En Marzo, los científicos llevarán su equipo a Francia para ayudar a los arqueólogos a examinar un mural recientemente descubierto detrás de cinco capas de yeso en una iglesia de Siglo XXII.

“Es ideal que el método de evaluación de artefactos históricos como frescos y pinturas murales, que generalmente son partes inherentes a la infraestructura del edificio, porque no es destructivo, no es invasor es preciso y es aplicable en el mismo lugar. Las tecnologías actuales pueden satisfacer uno o más de estos requisitos, pero creemos que esta nueva tecnología los satisface todos”, dice John Whitaker, autor del artículo e investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Informáticas de la UM.

La formación de imágenes con Terahertz puede reveler una profundidad que otras técnicas no pueden, dice Whitaker.

Los rayos X, por ejemplo, pueden pasar a través del yeso pero no pueden producir pulsaciones lo suficientemente rápidas para producir una imagen lo suficientemente nítida en profundidad y no se pueden distinguir capas incrustadas en el yeso. Otros tipos de radiación que pueden hacerlo, no producen una fotografía nítida, explica Whitaker. Asimismo, otro beneficio es que los rayos Terahertz es que no son potencialmente dañinos como los Rayos X porque son no ionizantes. No tienen suficiente energía para expulsar los electrones de los átomos y formar partículas cargadas, y causar daño como lo hacen los Rayos X.

Situándose entre la radiación de microondas y luz infrarroja, la Radiación T es considerada a menudo la última frontera del espectro electromagnético. El espectro electromagnético es la magnitud de longitud de onda y frecuencia de la radiación de ondas de radio a través de luz visible hasta rayos gama. Mientras que los Rayos T existen en la naturaleza, alrededor de nosotros es difícil reproducirlos en el laboratorio por limitaciones de las capacidades de los mecanismos electrónicos y rayos láser.

“Terahertz es un rango extraño en el espectro electromagnético porque es casi óptico, pero no lo es”, dice Bianca Jackson, primera autora del artículo que es estudiante de doctorado en física aplicada.

El aparato utilizado es un híbrido entre electrónica y láser, un prototipo ya fue desarrollado y se llama el Sistema T—Ray y utiliza pulsaciones de un láser ultra rápido para acelerar a la antena de un semiconductor que emite pulsaciones de radiación Terahertz.

Los científicos utilizan lentes para apuntar los rayos al yeso. Los Rayos T traspasan el material, pero en un momento determinado, rebotan. Cuando rebotan, dependiendo del material con el que tomaron contacto, retienen energía. Distintos colores de pintura, o la presencia de gráficos, por ejemplo, causa diferencias en la energía en las ondas de rebote. Un recibidor mide esta energía y los científicos utilizan esta información para producir una imagen de lo que hay bajo las capas de yeso o pintura, explica Jackson.

Gèrard Mourou, profesor emérito de Ingeniería eléctrica de la UM, dice que la tecnología será especialmente útil en Europa, donde cambios históricos de regímenes resultaban en obras de arte cubiertas con yeso o pintura. Esta práctica era común en lugares de oración, algunos de los cuales cambiaron de ser iglesias a mezquitas y viceversa a través de los siglos.

“Sólo en Francia, hay 100,000 iglesias,” dice Mourou (nota de Vivi a colegas de EFE, el número me parece dudoso, traté de buscarlo y no lo encuentro. Lo consulté con los colegas de ingenería e insisten). “En muchos de estos lugares sabemos que hay algo escondido. Y ha sido borrado y esta es una manera rápida de decubrirlo.”

Por ejemplo, “La Batalla de Anghiari” de Leonardo Da Vinci, se cree que esta bajo otros frescos en el Palazzo Vecchio en Florencia, dice Mourou. En artículo se llama “Terahertz imaging for non—destructive evaluation of mural paintings.”

Mourou es Profesor Emérito de Ingeniería Eléctrica y de Ciencias Informáticas. En la actualidad trabaja en el Laboratorio de Óptica Aplicada. Otros autores son Steven Williamson de Picometrix; Marie Mourou, estudiante de pregrado de la UM y Michel Menu, del Centro de Investigación y Restauración del Museo del Louvre.

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