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Padres y madres no están preparados para reducir los riesgos de concusión de sus hijos

14/06/2010

A pesar de la información disponible las familias tienen escasa noción de los riesgos de una concusión, pero apoyan las medidas de las
escuelas para minimizarlos y la mayoría conoce a otras familias que
han permitido que sus niños retornen al juego demasiado pronto.

ANN ARBOR, Michigan.— Debido a la atención creciente de los mediosde
comunicación a las concusiones entre los atletas, jóvenes y mayores, y
las acciones recientes de la Liga Nacional de Football para reducir
las concusiones múltiples entre sus jugadores, ahora la preocupación
se centra en qué hacen las escuelas para proteger a sus alumnos
atletas. ¿Los padres y las madres sienten que sus niños están seguros
y están de acuerdo con las medidas escolares?

La Encuesta Nacional más reciente del Hospital C.S. Mott
de Niños sobre Salud Infantil encontró que casi dos tercios de las
familias de los atletas con edades de 12 a 17 años están preocupadas
de que estos sufran una concusión mientras participan en los deportes
escolares, pero aún así la mitad de ellas no saben si la escuela de
sus hijos ha puesto en práctica medidas relacionadas con las
concusiones.

En años recientes los investigadores determinaron que los atletas
jóvenes son más propensos a sufrir concusiones, y que le lleva más
tiempo recuperarse de las conclusiones que a los adultos. Si ocurre
una segunda concusión antes de que el cerebro del niño se recupere de
la primera hay más probabilidades de efectos neurológicos de largo
plazo.

Esta encuesta, realizada en mayo de 2010, también
encontró que más de un tercio de las familias de los atletas jóvenes
no está informado de los peligros de las concusiones repetidas.

“Aun cuando los padres y las madres de los atletas
jóvenes no tengan mucha noción sobre los efectos de las concusiones
repetidas demuestran un apoyo firme para las medidas que se adopten a
fin de minimizar el riesgo de concusión”, dijo Sarah J. Clark,
profesora investigadora asistente de pediatría en la Universidad de
Michigan, y directora asociada de la encuesta.

La mayoría de las madres y padres apoyaría firmemente
los siguientes requisitos escolares:

  • Después de una concusión que los atletas sean
    evaluados y autorizados por un médico antes de que retornen a los
    deportes – 84 por ciento
  • Que los entrenadores reciban educación acerca de
    los riesgos de la concusión – 81 por ciento.
  • Después de una concusión que los atletas tengan un
    período obligatorio de veda de su participación en los deportes – 71
    por ciento.
  • Que haya un entrenador certificado presente en el
    sitio para las prácticas y los partidos – 67 por ciento.

Las familias son conscientes de las presiones que existen para
permitir que los atletas jóvenes sigan jugando a pesar de las
lesiones. De hecho el 62 por ciento de quienes respondieron a la
encuesta conoce un padre o una madre que hubiese permitido que un
atleta joven retornara a los deportes escolares demasiado pronto
después de una concusión, y el 50 por ciento conoce a un entrenador
que haría que un jugador retornase demasiado pronto.

“Estas cifras no son sorprendentes para quienes trabajan en los
deportes juveniles”, dijo Clark. “Sin embargo la investigación más
reciente deja en claro que un regreso temprano al juego después de una
concusión es muy riesgoso”.

Las organizaciones atléticas de las escuelas secundarias, los grupos
dedicados a la prevención de lesiones y las ligas de deportes
profesionales trabajan cada vez mas en la promoción de medidas que
minimicen los riesgos de las concusiones repetidas entre los atletas
jóvenes. Típicamente, esas políticas incluyen la educación de los entrenadores, requieren la salida del juego de cualquier jugador con
síntomas parecidos a los de concusión, y requieren que un profesional
de la salud de permiso para que el o la atleta vuelva al juego. Sin
embargo no todas estas políticas incluyen la educación de los padres y
las madres, lo cual Clark considera como una oportunidad perdida.

“La participación de los padres y de las madres en la vigilancia
contra las concusiones repetidas es crucial. La mayoría de las
concusiones no resulta en una pérdida de la conciencia y los síntomas
pueden no aparecer hasta varias horas después de la lesión”, dijo
Clark. “Si los atletas jóvenes tienen miedo de perder su tiempo de
participación en el juego, quizá no sean honestos con el entrenador o
el director técnico acerca de sus síntomas”.

Las madres y los padres están en una posición única para reconocer las
señales y los síntomas de concusión que ocurran afuera de la escuela,
y para trabajar con directores deportivos, entrenadores y otro
personal del cuidado de la salud asegurando que su niño esté vigilado
apropiadamente durante toda su recuperación y el retorno a la práctica
del deporte.

Algunas señales y síntomas comunes de la concusión incluyen:
confusión, pérdida de la memoria (amnesia), dolores de cabeza, mareos,
una sensación de que el mundo da vueltas (vértigo), pérdida del
equilibrio, falta de percepción del entorno, náusea y vómitos. Si
estos síntomas aparecen después de una lesión en la cabeza debe
consultarse rápidamente a un profesional de la medicina para tener una
evaluación completa.

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Contacto (inglés): Jessica Soulliere
Teléfono: (734) 764-2220

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