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Métodos modernos de cultivo pueden ser culpables por el brote de roya del café

Fotografía, John Vandermeer

12 febrero 2013

ANN ARBOR, Michigan.— El abandono de las técnicas tradicionales en el cultivo del café quizá esté incrementando la gravedad de un brote del hongo conocido como roya del café y que se ha propagado en las plantaciones de América Central y México, según un ecólogo de la Universidad de Michigan que estudia esa enfermedad.

 

El actual brote de roya del café es el peor que se ha visto en América Central y en México desde que la enfermedad fangal llegó a la región hace más de cuarenta años. Guatemala se sumó recientemente a Honduras y Costa Rica en la declaración de una emergencia nacional debido a la enfermedad.

 

El presidente guatemalteco dijo que el brote podría reducir en un 40 por ciento la producción de café de su país en la zafra 2013-2014. Dado que América Central provee el 14 por ciento del café mundial, el brote podría aumentar el precio que los consumidores pagan por su taza de café.

 

El ecólogo de la UM, John Vandermeer, ha operado parcelas de investigación en una plantación de café orgánica en el sur de Chiapas, México, por unos quince años. Bandermeer y su colega Ivette Perfecto, de la Escuela de Recursos Naturales y Ambiente (SNRE por su sigla en inglés) de la UM estudian la compleja trama de interacciones entre los organismos que allí residen, incluidos varios insectos, hongos, aves y murciélagos.

 

Vandermeer dijo que más del 60 por ciento de los árboles en sus parcelas de estudio ahora han perdido por lo menos el 80 por ciento de su follaje debido a la roya del café, un hongo que ataca las hojas e interfiere con su capacidad para llevar a cabo la fotosíntesis. El 30 por ciento de los árboles no tiene hojas, y casi el 10 por ciento ha muerto.

 

“Tengo informes personales de amigos que cultivan café en Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y México. Todos dicen que es el peor brote que han visto de esta enfermedad”, dijo Vandermeer, profesor en el Departamento de Ecología y Biología Evolucionaria y en la SNRE.

 

En los últimos veinte a veinticinco años muchos cultivadores de café latinoamericanos han abandonado las técnicas tradicionales de cultivo a la sombra, en la cual las plantas crecen bajo un dosel o bóveda de diversos árboles. En un esfuerzo por aumentar la producción gran parte de las áreas de cultivo se han convertido al método de “café al sol”, que involucra la disminución o eliminación de ese dosel vegetal y una mayor dependencia de los pesticidas y fungicidas que mantienen las pestes a raya.

 

Vandermeer sospecha que el cambio al “café al sol” puede haber contribuido a la gravedad de este brote de roya del café. El paso al cultivo al sol resulta en una descomposición gradual de la compleja red ecológica que se encuentra en las plantaciones a la sombra. Un elemento de esa red es el hongo de halo blanco, que ataca a los insectos y también mantiene controlada la roya.

 

El uso generalizado de pesticidas y fungicidas y el bajo nivel de biodiversidad que se encuentra en las plantaciones “al sol” probablemente han contribuido a la decadencia del hongo de halo blanco en años recientes, señaló Vandermeer. Sin el hongo de halo blanco que la restrinja, la roya del café ha podido devastar las plantaciones de café desde Colombia a México, agregó.

 

“Creemos que lo que ha estado ocurriendo es que, gradualmente, la integridad de un ecosistema que otrora era complicado se ha ido degradando lentamente, que es lo que ocurre cuando uno trata de cultivar el café como si fuese maíz”, continuó. “Y este año al parecer tocamos un punto de vuelco, donde varias cosas que son antagonistas de la roya en un ecosistema complicado se han deteriorado al grado en que la enfermedad puede escaparse y medrar libremente”.

 

La gran pregunta sin respuesta es si el brote actual es un acontecimiento extraordinario y único o si es una señal de lo que se tornará normal en la región.

 

“Es posible que esta enfermedad se agote este año y retorne a los niveles previos”, dijo. “O puede ser que se convierta en una característica relativamente permanente en la región. El rumbo que tome esta enfermedad tendrá implicaciones enormes para los productores de café de esta región”.

 

La roya del café  es la enfermedad más importante de ese cultivo en todo el mundo. Se descubrió inicialmente en la vecindad del Lago Victoria, en el este de África, en 1861 y luego se la identificó y estudió en Sri Lanka en 1867, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. la enfermedad pronto se propagó a gran parte del sudeste de Asia y, eventualmente, a través de las regiones de cultivo del café en el centro y oeste África.

 

La roya del café  no se conocía en el Hemisferio Occidental hasta en 1970 cuando se la encontró en Bahía, Brasil. Desde entonces la enfermedad se ha propagado a todos los países que cultivan café, según el Instituto de Investigación del Café.

 

La roya infecta principalmente las hojas del cafeto pero también los capullos y los frutos jóvenes. Las esporas de la roya del café se propagan con el viento y en la lluvia desde las lesiones en la parte inferior de las hojas.

 

 

 

John Vandermeer: http://www.lsa.umich.edu/eeb/directory/faculty/jvander

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