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Los matemáticos apuran la recuperación de la descompensación horaria con un app

11/04/2014

ANN ARBOR, Michigan.— Un nuevo tipo de app para aparatos móviles, divulgado hoy por matemáticos de la Universidad de Michigan revela atajos previamente desconocidos que pueden ayudar a que los viajeros en los ajustes de sus relojes biológicos interiores a los nuevos husos horarios de manera tan eficiente como sea posible.

“La superación de la descompensación, o jet lag, es fundamentalmente un problema matemático y hemos calculado la forma óptima de hacerlo”, dijo Danny Forger, un profesor de matemáticas en el Colegio de Literatura, Ciencia y las Artes de la UM. “Por cieto no somos los primeros que ofrecen consejos acerca de este asunto pero nuestras predicciones muestran las formas mejores y más rápidas de ajustarse cuando se cruzan las zonas del tiempo”.

Se cree que la nueva app para el iPhone, llamada Entrain, es la primera que enfoca con números el “encarrilamiento”, el término científico para la sincronización de los ritmos circadianos con la hora local. Estas fluctuaciones en los comportamientos y las funciones corporales, vinculadas al ciclo de 24 horas de rotación de la Tierra, hacen más que simplemente guiarnos a comer y a dormir. También gobiernan procesos en cada una de nuestras células.

Los trastornos breves tales como la descompresión horaria, o jet lat, y sus síntomas de fatiga e insomnio pueden afectar los estados de ánimo y el desempeño. Los científicos han vinculado los trastornos regulares y los desórdenes del sistema con la depresión, ciertos tipos de cáncer, la enfermedad cardiaca y la diabetes. Los pilotos y personal de asistencia a pasajeros en los aviones, y las personas que trabajan en turnos de trasnoche, que conforman el diez por ciento de la fuerza laboral estadounidense, son particularmente susceptibles.

Los atajos que ofrece la app son horarios acomodados al usuario de luz y oscuridad dependiendo del itinerario. Los horarios en última instancia consisten en una porción de tiempo, cada día, durante la cual el usuario debe buscar la luz más brillante posible, y otra en la cual debe ubicarse en la oscuridad o, al menos, donde haya luz tenue. No se requiere que duerma.

Si la persona debe salir a la intemperie puede usar anteojos con una coloración rosada para bloquear la luz de longitud de onda azul, señalan los investigadores. Y si la app recomienda “luz brillante exterior” en el medio de la noche, una lámpara terapéutica pude cumplir esa función. Y sí los atajos a veces requieren horas extrañas.

El estudio, que se publicará el 10 de abril en Public Library of Science Computational Biology, se sustenta en dos modelos matemáticos principales, o conjuntos de ecuaciones, que se ha demostrado que describen acertadamente los ritmos circadianos humanos. Los investigadores usaron esas ecuaciones y una técnica llamada teoría de control óptimo para calcular los horarios ideales de ajuste para más de mil viajes posibles.

La app da a los usuarios el acceso a esos horarios. Se comienza indicando las horas típicas de luz y oscuridad en la zona horaria en la cual se halla el usuario; luego se elige la zona horaria hacia la cual viaja y cuándo lo hará, como asimismo la luz más brillante bajo la cual se espera pasar la mayor parte del tiempo durante el viaje, aclarando si es a la intemperie o en el interior de un edificio. La app ofrece un plan especializado y pronostica cuánto tiempo le llevará a la persona ajustarse.

Digamos que usted viaja de Detroit a Londres donde hay cinco horas de diferencia. Su vuelo parte a las 10 de la noche y llega a las 11:05 de la mañana hora de Londres el día siguiente. Es un viaje de trabajo y usted tendrá que pasar la mayor parte de su tiempo adentro de edificios con luz artificial. Bajo esas circunstancias, la app indica que puede ajustarle en unos tres días. Esto es menos que la norma aceptada de un día por cada hora que se pase afuera de la zona horaria desde la cual partió.

El reloj de encarrilamiento para cualquier viaje comienza en el principio del primer ciclo de luz en la nueva zona horaria. Es decir para el viaje a Londres, al día siguiente de su llegada, usted quiera tener luz desde la hora 7:40 de la mañana hasta alrededor las 9:00 de la noche. Hay que levantarse más temprano en el segundo día, a las 6:20. Y hay que apagar las luces a la hora 7:40 de la noche. Tal vez usted sienta ganas de salir a dar un paseo al atardecer, pero el estar en la luz a la hora cuando la app recomienda oscuridad prolongará el período de ajuste, señalan los investigadores.

En el tercer día deberá levantarse antes que el Sol, alrededor de las 5:00 de la mañana, y habrá de permanecer expuesto a la luz hasta la hora 7:20 de la noche. Su cuerpo estará sincronizado a la mañana siguiente. Pero si se desvía del horario puede indicarle a la app lo ocurrido y volverá a calcular el ajuste hacia adelante.

Para demostrar cómo este método nuevo es diferente los investigadores ilustran los ritos circadianos con un reloj con una marca que señalan la hora cuando la temperatura de su cuerpo es la más baja. Esto ocurre habitualmente unas dos horas antes de que usted se despierte. Si la marca está habitualmente a las 5:00 de la mañana y usted viaja a ultramar, podría moverse abruptamente, digamos, a las 3:00 de la mañana en su lugar de destino. Es probable que usted experimente la descompensación horaria hasta que su sistema se ajuste y su cuerpo esté, una vez más, con la temperatura más baja solo un par de horas antes de que suene la alarma.

“La forma en que otros métodos hacen que esas marcas vuelvan a alinearse es progresando lentamente afuera del círculo, a veces empujándole hacia adelante, a veces empujándole para que se aleje de la meta. Pero nuestros horarios pueden cortar por el medio”, dijo Olivia Walsh, una estudiante doctorada de matemáticas que construyó la app. “Es como un sacudón al cuerpo para volver a encarrilarlo”.

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