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ANN ARBOR, Michigan.— Entre los adultos mayores en Estados Unidos un propósito más alto en la vida aparece vinculado con un riesgo menor de accidente cerebrovascular, según indicó un nuevo estudio de la Universidad de Michigan.
Las enfermedades como un infarto pueden causar graves cargas sociales, financieras y personales. Por lo tanto los estudios recientes han buscado descubrir las vinculaciones entre los factores psicológicos y el accidente cerebro vascular a fin de identificar esfuerzos innovadores de prevención y tratamiento.
Los investigadores de la UM usaron los datos del Estudio de Salud y Jubilación, una encuesta nacional de adultos mayores de 50 años de edad. La investigación estudió a casi 6.800 adultos que no habían tenido accidentes cerebro vasculares antes del comienzo del estudio.
Para evaluar las probabilidades de incidencia del infarto en un período de cuatro años los investigadores usaron datos psicológicos y otros recolectados en 2006, junto con las ocurrencias de accidente cerebro vascular informadas entre el año 2006 a el 2010 y durante las entrevistas de salida.
Algunos de los factores analizados incluyeron género, raza/etnicidad, nivel de educación, comportamientos de salud (tabaquismo, ejercicio, uso de alcohol), factores biológicos (hipertensión, diabetes, presión sanguínea, índice de masa corporal), factores psicológicos negativos (depresión, ansiedad, hostilidad), y factores psicológicos positivos (optimismo, emociones positivas y participación social).
Los participantes asignaron puntajes a sus respuestas a media docena de preguntas incluida: “Yo disfruto haciendo planes para el futuro y trabajando para hacerlos realidad”, “Mis actividades diarias a menudo me parecen triviales y sin importancia”, y “Vivo la vida en el día por día y realmente no pienso mucho acerca del futuro”.
“Aún después de los ajustes por varios factores de riesgo que se han vinculado con los infartos, los efectos del propósito en la vida siguieron siendo significativos en todos los modelos, lo cual implica que un propósito causa un efecto protector contra el accidente cerebro vascular y más allá de los efectos de los otros factores que medimos”, dijo Eric S. Kim, el autor principal del estudio y estudiante de doctorado en psicología clínica de la UM.
Los otros autores del estudio incluyen a Jennifer K. Sun, estudiante de grado de la UM, y Nansook Park, profesor de psicología.
Las conclusiones se publican en la edición actual en internet de la revista Journal of Psychosomatic Research.
Some factors analyzed included gender, race/ethnicity, education level; health behaviors (smoking, exercise, alcohol use); biological factors (hypertension, diabetes, blood pressure, BMI); negative psychological factors (depression, anxiety, hostility); and positive psychological factors (optimism positive emotions, and social participation).
Respondents rated their responses to a half-dozen questions, including: “I enjoy making plans for the future and working to make them a reality,” “My daily activities often seem trivial and unimportant to me,” and “I live life one day at a time and don’t really think about the future.”
“Even after adjusting for several risk factors that have been linked with stroke, the effects of purpose remained significant in all models, implying that purpose displays a protective effect against stroke above and beyond the effects of the factors we tested,” said Eric S. Kim, the study’s lead author and a U-M doctoral student in clinical psychology.
The study’s other authors include Jennifer K. Sun, U-M graduate student, and Nansook Park, a professor of psychology.
The findings appear in the current online issue of the Journal of Psychosomatic Research.