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ANN ARBOR, Michigan.— En una ciudad sepultada en Italia los arqueólogos han descubierto un enorme monumento que data de trescientos años antes que el Coliseo y cien años antes del invento del cemento, y que revela que los romanos tenían ambiciones arquitectónicas grandiosas mucho antes de lo que se pensaba.
La estructura, desenterrada en el sitio conocido como Gabii, está construida con enormes bloques de piedra como el juego de Lego. Tiene el tamaño aproximado de una cancha de fútbol y data de unos 350 a 250 años antes de la Era Común. Es, posiblemente, el edificio público más antiguo hallado hasta ahora, dijo Nicola Terranato, un profesor de clásicos de la Universidad de Michigan que encabeza el proyecto, la excavación estadounidense más grande en Italia en los últimos cincuenta años.
El enorme complejo, que también podría haber sido una residencia privada excepcionalmente suntuosa, tiene una muralla de piedra de retención, pisos con ornamentos geométricos y dos terrazas conectadas por una gran escalinata. Es totalmente diferente de lo que se creía que los romanos construían en esa época, dijo Terrenato, y cuestiona el antiguo estereotipo de que los romanos eran un pueblo modesto y conservador.
“Hay muchos detalles constructivos que son hermosos a la vista y nos dice más acerca de cómo los romanos construían en esos tiempos”, dijo Terrenato. “Esto nos muestra que empezaban a experimentar con la modificación de su entorno natural —por ejemplo el corte de la ladera natural y la creación de un muro de retención— aproximadamente un cuarto de milenio antes de lo que nosotros creíamos. Esto se construyó trescientos años antes del Coliseo y representa un paso formativo crucial en el proceso que conduce a él”.
A Terrenato le sorprendió el tamaño de los bloques en la muralla de retención. Cada uno pesa miles de kilogramos lo cual es inusitado para ese período. El tamaño de los bloques era la única manera en la cual los residentes podían mantener estable una estructura como ésta porque todavía no se había inventado el cemento”.
“Ésta es una construcción como las de los bloques Lego de plástico”, dijo Terrenato. “Los ponían uno encima de otro sin pegamento alguno que los mantuviera adheridos. Ésta era la única técnica a la cual tenían acceso y debe haber sido el deseo de este tipo de construcción grandiosa lo que los llevó al invento del cemento unos ciento veinticinco años más tarde”.
El hallazgo podría dejar en evidencia a los romanos por siglos de acusaciones falsas. Según contaron historiadores como Cicerón, los romanos eran conservadores y sobrios y sólo se tornaron dilapidadores después que los soldados que conquistaron Grecia volvieron a casa con el gusto por la extravagancia. Pero este monumento data de dos siglos antes de la conquista de Grecia.
El enorme complejo tiene dos terrazas, una impresionante muralla de retención, de piedra, una gran escalinata que conecta las dos terrazas y pisos con ornamentos geométricos.
Roma conquistó Grecia en los años 140 antes de la Era Común. Los historiadores romanos escribieron que los soldados que retornaban de la campaña querían los lujos griegos, lo cual fue una manera de tratar de pasar la culpa”, dijo Terrenato. “Ahora sabemos que mucho antes de que conquistaran Grecia, los romanos ya pensaban en grande. Esto desbarata la visión de los romanos en este período como modestos y discretos”.
El sitio de Gabii, ubicado en un terreno no desarrollado de lo que es Lazio, fue otrora una gran ciudad, pero parece haberse desvanecido hacia el tercer siglo a medida que creía el imperio romano. La meta del Proyecto Gabii es mostrar cómo era una ciudad en la región antes del gran desarrollo de Roma. Dado que el sitio está afuera de Roma los arqueólogos pudieron excavar hasta sus niveles más profundos, algo que es imposible de hacer dentro de los límites de la ciudad debido a que las construcciones posteriores siguieron acumulándose encima.
Este verano sesenta investigadores trabajaron allí, incluidos treinta y cinco estudiantes de pre grado y unos quince graduados. La excavación, con un presupuesto de dos millones de dólares, la patrocina el Museo Kelsey de Arqueología, de la UM, y estaba programada para que terminara en 2014, pero en gran medida como resultado de este hallazgo, el equipo espera que podrá extender el proyecto. Los investigadores han descubierto apenas el sesenta por ciento del edificio.
“Aunque no pudimos observar el complejo en su totalidad sabemos que estamos trabajando en un monumento sin paralelo en la región, incluida Roma”, dijo Marcello Mogetta, director gerente del proyecto y estudiante doctorado en artes clásicas y arqueología en la UM. “Yo apostaría a que ése se convertirá en un hito en los futuros estudios de la arquitectura romana”.
Andrew Johnson, profesor asistente de clásicos en la Universidad Yale, es director de la escuela en el terreno del programa y señala los impactos educativos del hallazgo.
“A largo plazo éste es un descubrimiento que, esperamos, cambiará radicalmente nuestra comprensión de la historia y la arqueología de la república romana”, dijo Johnston. “Pero en lo inmediato nuestros estudios retornan del terreno a las aulas en sus instituciones académicas -Michigan, Yale y otra docena más- con un nuevo bagaje de destrezas, metodologías, enfoques y cuestiones que, esperamos, enriquecerán e informarán sus estudios en varias disciplinas académicas y de muchas maneras”.
Nicola Terrenato: http://www.lsa.umich.edu/classics/directory/departmentalfaculty/ci.terrenatonicola_ci.detail