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El Centro Ocular Kellogg de la UM lleva a cabo los primeros dos implantes de prótesis de retina en Estados Unidos desde la aprobación de la FDA
Los cirujanos de retina de Kellogg implantan la Prótesis Retinal Argus II, o el “ojo biónico”, a dos pacientes con retinitis pigmentosa de etapa final
ANN ARBOR, Michigan.— Los cirujanos de retina en el Centro Ocular Kellogg de la Universidad de Michigan han llevado a cabo la primera y la segunda cirugías en Estados Unidos para la implantación de una retina artificial, u “ojo biónico”, desde que la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el artefacto el año pasado. Thiran Jayasundera y David N. Zacks, realizaron las cirugías en pacientes con retinitis Pigmentosa, una enfermedad degenerativa del ojo que lleva a la ceguera.
“Estamos complacidos con el progreso en ambos pacientes y esperamos con optimismo que la retina artificial les permita ver objetos, la luz y las personas a su alrededor”, dijo Jayasundera, profesor asistente de oftalmología en la Escuela de Medicina de la UM. “Creemos que el artefacto les ayudará a navegar un poco mejor en la casa, a ser más independientes, y a disfrutar del placer de ver las cosas, algo que el resto de nosotros da por cierto”.
El artefacto es el Sistema Argus® II de Prótesis Retinal desarrollado por Second Sight Medical Products, Inc., de Sylmar en California. El Centro Ocular Kellogg en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan es uno de los doce Centros de Excelencia en todo el país que ofrecen la prótesis retinal.
La prótesis de retina no se activa hasta que el paciente se haya recuperado lo suficiente de la cirugía. El paciente luego se somete a una instrucción para adaptarse a la nueva visión, un proceso que puede tomar de uno a tres meses. Los cirujanos de Kellogg realizaron el primer implante de Argus II el 16 de enero y el segundo el 22 de enero.
Linda Schulte, quien recibió el primer implante, tuvo un diagnóstico de retinitis pigmentosa cuando estaba en sus cuarenta años de edad. Ahora, a los 65 años, Schulte espera que el artefacto le permitirá viajar y “disfrutar un poco más de la vida”. Pero lo más importante es que ella quiere ver a sus diez nietos en la medida de lo watch?v=5Nfd7RZ5D-cposible.
“Entiendo que no tendré una visión 20/20 y que no podré distinguir los rostros”, dijo. “Pero al menos podré saber que mis nietos corren por el patio o caminan en mi casa. Eso será un milagro para mí”.
La retinitis pigmentosa es una enfermedad hereditaria que degenera la retina y causa una pérdida lenta pero progresiva de la visión debido a una disminución gradual de las células retinales sensibles a la luz, llamadas bastones y conos. Los pacientes con RP experimentan una pérdida gradual de la visión lateral y la visión nocturna, luego de la visión central lo cual puede resultar en casi ceguera.
El Sistema Argus® II de Prótesis Retinal se implanta quirúrgicamente en un ojo. El individuo usa anteojos equipados con una cámara que captura las imágenes y las convierte en una serie de pequeños impulsos eléctricos. Estos impulsos se transmiten por vía inalámbrica a la prótesis y su conjunto de electrodos en la superficie de la retina. Estos pulsos tienen el propósito de estimula las células restantes en la retina con el resultado de la correspondiente percepción de patrones de luz en el cerebro. El paciente luego aprende a interpretar estos patrones visuales con lo cual recupera alguna función visual.
En un estudio clínico previo de Argus II la mayoría de los participantes pudo desempeñar mejor las actividades básicas con la prótesis retinal que sin ella. Muchos fueron capaces de ubicar luces y ventanas, de seguir las líneas en un cruce de la calle, o de evitar los choques con objetos cuando caminaban. Algunos pudieron separar las ropas lavadas o determinar dónde estaban otras personas en una habitación, y casi la mitad de los sujetos pudo leer textos con letras muy grandes (de unos 23 centímetros de altura).
Para ser elegible para la recepción de una prótesis de retina las personas deben ser mayores de 25 años de edad con retinitis pigmentosa en etapa final que haya progresado al punto de tener poca o ninguna percepción de luz en ambos ojos.
