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Los preescolares con bajo nivel de empatía corren riesgo de problemas constantes

07/10/2014

ANN ARBORUn grupo de niños en edad preescolar se sienta junto afuera. (Imagen)— Un preescolar que no siente culpa después de haberse comportado mal o que es menos afectuoso o responde menos al afecto de los demás puede que no llame la atención a su padre y madre, pero esos comportamientos pueden resultar en problemas de conducta luego en el primer grado.

Las conclusiones provienen de un nuevo estudio de la Universidad de Michigan que identifica tipos diferentes de problemas temprano en la infancia.

Los problemas que se presentan temprano en la edad preescolar a menudo se resuelven con el tiempo. Cuando esto no ocurre en la escuela primaria los niños son más propensos a crecer como adolescentes y adultos agresivos y violentos. Las investigaciones anteriores de estos tipos diferentes de problemas de conducta se han centrado en los niños mayores y los adolescentes.

“Poco es el análisis que se ha hecho entre los preescolares, quienes atraviesan por un rápido desarrollo físico y psicológico que hace de éste un tiempo difícil para que las familias manejen las conductas, y también un tiempo importante para ayudar a que los niños mejores su comportamiento”, dijo Rebecca Waller, psicóloga investigadora de la UM y autora principal del estudio. “Los adultos que son agresivos o violentos a menudo han mostrado problemas de comportamiento que empezaron temprano cuando eran niños. Por eso es importante enfocarse en comprender la emergencia y desarrollo de los problemas de conducta antes de que se tornen graves para crear nuevos tratamientos que puedan ayudar a impedir que los niños se encaminen a una vida de violencia o crimen”.

Los datos provienen de 240 niños y sus parientes que formaron parte del Estudio Longitudinal Michigan, un estudio permanente de niños pequeños con riesgo de problemas de conducta. Los datos se obtuvieron de los padres y madres cuando los niños tenían tres años de edad y otra vez de los maestros cuando los niños tenían seis años. Los parientes completaron cuestionarios acerca del comportamiento de los niños, mientras que los niños completaron seis tareas que fueron grabadas en video y codificadas por los investigadores.

El estudio identificó tres tipos de problemas de conducta tempranos a los tres años de edad, incluida la conducta de contrariar, trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). , y comportamientos crueles y sin emociones. Acerca del comportamiento de contrariar los parientes informaron que sus niños a menudo estaban enojados, frustrados y tenían dificultades para regular sus emociones.

Obviamente los niños cuyos parientes los calificaron con TDAH pronunciado mostraron dificultades para mantener su enfoque y atención durante las tareas. Finalmente si los parientes habían dado cuenta de “conducta cruel y sin emociones” en su preescolar, se documentó que los niños tenían menos empatía, sentido de culpa y regulación moral en su comportamiento. Waller señaló que los niños con los niveles más altos en este tipo de comportamientos fueron más propensos a mostrar esta conducta durante el primer grado escolar y también tenían más probabilidades de problemas de conducta según lo calificado por sus maestras.

“Un aspecto clave que los parientes y educadores pueden tomar de este estudio es que muchos niños en sus años preescolares muestran niveles normativos de problemas de conducta y agresión, pero puede haber diferentes tipos de problemas de comportamiento ye puedan necesitar intervenciones diferentes si la conducta no disminuye a medida que los niños se aproximan a la edad escolar”, dijo el coautor del estudio y profesor asistente de psicología en la UM, Luke Hyde.

Por ejemplo los niños con conductas crueles y sin emociones pueden ser los que tienen el riesgo mayor y quizá necesiten un tratamiento que se enfoque en la comprensión emocional del niño hacia los demás, añadió Hyde.

“La buena noticia es que sabemos, por otros estudios, que las intervenciones tempranas son muy exitosas y ayudan en los problemas de conducta de la infancia temprana”, dijo Hyde. “Si los parientes o maestros están preocupados acerca del comportamiento de un niño deberían buscar a un especialista en salud mental, como un psicólogo clínico, con la capacitación en un tratamiento denominado “Parent Management Training,” (Instrucción de gestión para parientes). Este tratamiento es muy eficaz y puede ayudar a que el niño aprenda una conducta mejor particularmente en la infancia temprana”.

Los investigadores del estudio también incluyeron a Sheryl Olson y Martha Alves de la UM, y Adam Grabell, un fellow de post doctorado en la Universidad de Pittsburgh. El estudio tuvo el sustento de una donación  del Instituto Nacional de Salud Mental.

Las conclusiones se publican en internet en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry: http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1111/(ISSN)1469-7610/earlyview

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