ANN ARBOR— Rosario Ceballo no tuvo un camino fácil al éxito. Nacida y criada en Nueva York y de padres inmigrantes, tuvo experiencias poco comunes para alguien en su posición. Sus padres eran de clase trabajadora— su madre trabajaba en una fábrica de trajes de baño y su padre en una fábrica de cartón. Ninguno asistió a la universidad. 

El crecer en una comunidad inmigrante y de bajos ingresos pudo haber sido desanimante para ella pero el constante apoyo de sus padres y su comunidad fue lo que formentó su deseo de continuar su educación y llegar a la Universidad de Yale.

Ceballo descubrió su amor por la investigación durante su tiempo en la Universidad de Yale. Desde joven, Ceballo creía que aquello sólo tenía que ver con las ciencias biológicas y nunca imaginó poder estudiar a la gente con y a la con quién creció. Sin embargo, le fascinaba la gente y cuando descubrió que podía aprender sobre cuestiones de la vida real, encontró su pasión.

“Muchos de los estudios enfocados en familias como la mía se enfocan en un déficit y eso no razonaba con mi experiencia. Las comunidades de bajo ingreso, minoritarias, latinas están repletas de una enorme cantidad de fuerza,” dijo Ceballo. 

Fue así que Ceballo enfocó su carrera en investigar familias como la suya y gente como los vecinos con los que creció.  Sus estudios se enfocan en la resiliencia de familias y comunidades de bajo ingreso y en cómo la inmersión en valores culturales contribuye a esa resiliencia . Le fascina el entender lo que motiva y hace feliz a familias con pocos recursos. A Ceballo le gusta entender a estas familias como las personas que son y no solo enfocarse en los problemas que los rodean. 

Más recientemente, Ceballo ha investigado casos de infertilidad entre mujeres latinas y afroamericanas que típicamente se quedan en las sombras. 

“La gran mayoría de estudios sobre la infertilidad se enfocan en familias blancas de media clase. Sin embargo, las mujeres de razas minoritarias tienen más probabilidad de sufrir de infertilidad.” Ceballo dice que le interesa saber cómo el trauma de no poder tener hijos afecta a alguien que no tiene los recursos para seguir un tratamiento médico.

Sus perspectivas e intereses únicos han guiado a Ceballo al mundo de la educación y ahora sirve como decana asociada del Colegio de Literatura, Ciencia, y las Artes en la Universidad de Michigan. En su nuevo puesto, Ceballo busca mejorar recursos para estudiantes de primera generación y de bajo ingreso, como ella lo fue en alguna vez, para asegurar que tengan la mejor experiencia posible en la universidad.

Kim Morales es una estudiante de gestión deportiva en la Universidad de Michigan. Además de sus estudios dedica su tiempo libre en la organización estudiantil La Casa.