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Juan Ochoa
Aumenta el número de corazones considerados para trasplantes
En Estados Unidos, alrededor del 30-40% de los corazones donados no se consideran para trasplante debido a una función inadecuada en el donante.
Esto provoca una disminución en el número de corazones donados que están disponibles para ser emparejados con alguien que necesita un trasplante de corazón.
Dr. Alvaro Rojas-Peña, investigador de la sección de cirugía de trasplantes de la Universidad de Michigan Health, ha pasado los últimos ocho años investigando mejores métodos para el transporte de órganos para donación, específicamente corazones, para mejorar la cantidad de órganos que pueden utilizarse en trasplantes.
El equipo de Rojas-Peña ha descubierto que, mediante el uso de un sistema modificado de perfusión normotérmica, la preservación del corazón es factible hasta 24 horas.
El sistema utiliza una solución derivada de la sangre para perfundir los órganos y cuenta con un hemofiltro para eliminar toxinas.
Este sistema permite una preservación prolongada de más de 12 horas sin crear edema o dañar los órganos. El estándar actual para la preservación del corazón entre la donación y el trasplante es de hasta seis horas en almacenamiento estático frío.
Aunque algunos corazones aún pueden ser trasplantados después de este período de seis horas, presentan tasas aumentadas de morbimortalidad post trasplante.
“Podemos mantener la viabilidad del corazón mediante perfusión a flujos coronarios y somos capaces de eliminar toxinas y controlar el edema en el tejido”, dijo Rojas-Peña.
“Lo más importante es que nuestro sistema puede usarse para evaluar de manera objetiva la función del órgano antes del trasplante, incluida la capacidad de realizar ecocardiogramas, en comparación con la evaluación de la función en el donante”.
Esta investigación y los datos actuales demuestran que la perfusión normotérmica tiene el potencial de aumentar el banco de órganos considerando corazones previamente descartados, realizando una evaluación objetiva de la función cardiaca, aumentando la distancia donante/receptor y desarrollando terapias de perfusión específicas para el corazón.
Al extender el tiempo de preservación de los órganos, la logística se volverá menos problemática y los órganos con función limítrofe o cuestionable pueden ser evaluados de manera objetiva y potencialmente considerados para trasplante.
Esto abre la opción para la terapia y el acondicionamiento del “órgano” antes del trasplante.
Autores adicionales incluyen a Brianna L. Spencer, Spencer K. Wilhelm, Christopher Stephan, Kristopher A. Urrea, Daniela Pelaez Palacio y Robert H. Bartlett del Laboratorio de Soporte Vital Extracorpóreo, Departamento de Cirugía, Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan. Daniel H. Drake del Laboratorio de Soporte Vital Extracorpóreo, Departamento de Cirugía, Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y del Departamento de Cirugía Cardíaca, Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.
Esta labor fue financiada por la Fundación Maxine y Stuart Frankel, Michigan Fast Forward y trabajos actuales del NIH R01-HL161139-02
Michigan Research Core: ULAM Pathology Core (anteriormente IVAC)
Artículo citado: “Extending heart preservation to 24 h with normothermic perfusion,” Frontiers in Cardiovascular Medicine. DOI: 10.3389/fcvm.2024.1325169
Escrito por Valerie Goodwin de Michigan Medicine, adaptado al Español por Juan Ochoa de Michigan News.
Un equipo dirigido por el