Un antidepresivo ayuda a aliviar el dolor de la quimiterapia, según un estudio
La duloexetina redujo la penosa neuropatía en la mayoría de los pacientes
ANN ARBOR, Michigan.— El medicamento antidepresivo duloxetina, conocido comercialmente como Cymbalta, ayudó a aliviar el doloroso adormecimiento y la sensación de escozor causados por la quimioterapia en el 59 por ciento de los pacientes, según un estudio. Ésta fue la primera prueba clínica para hallar un tratamiento eficaz para estos dolores.
La neuropatía periférica inducida por la quimioterapia es un efecto secundario común de ciertos compuestos de la quimoterapia. La sensación de adormecimiento o de escozor, habitualmente en los dedos de los pies, en los pies, en los dedos de las manos y en las manos, puede ser muy penosa para muchos pacientes, pero para hasta el 40 por ciento de ellos, es una sensación dolorosa que puede durar por meses o años después que completan la quimioterapia. Otros estudios anteriores no habían hallado una forma confiable para el tratamiento de este tipo de dolores.
En el estudio actual, que se publicará el 3 de abril en la revista Journal of the American Medical Association, los investigadores observaron a 231 pacientes que informado de neuropatías penosas después de recibir quimioterapia con los compuestos paclitaxel o oxaliplatin. A los pacientes se les asignó de manera aleatoria para que recibieran duloxetina o un placebo durante cinco semanas. Y se les pidió que informaran semanalmente sobre sus niveles de dolores durante todo el estudio.
Los investigadores encontraron que el 59 por ciento de los pacientes que tomaron duloxetina daban cuenta de una reducción del dolor, en tanto que sólo el 38 por ciento de los que tomaron el placebo dio cuenta de una disminución del dolor. Al fin de las cinco semanas los pacientes en el grupo que recibió duloxetina informaron de una disminución mayor el dolor promedio, más de un punto entero en una escala de diez puntos. El grupo que recibió el placebo tuvo un cambio de puntajes de 0,3. Los pacientes que habían recibido oxaliplatin tuvieron el mayor beneficio de la duloxetina.
“El tratamiento de la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia es crítico. En algunos casos los médicos deben reducir la dosis de quimioterapia del paciente cuando el dolor se torna muy grave. No se trata solamente de mejorar la calidad de la vida disminuyendo el dolor, sino que podría ayudar a que los pacientes vivan más tiempo porque pueden recibir todo el tratamiento de la quimioterapia”, dijo la autora principal del estudio Ellen M. Lavoie Smith, profesora asistente en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan e investigadora en el Centro Integral del Cáncer de la UM.
A menudo los pacientes evitan hablar con los médicos acerca de sus dolores porque no quieren que se les disminuya la dosis de la quimioterapia.
“Los pacientes a veces hacen esa transacción: no quieren una pausa en la quimioterapia y deciden soportar este dolor. Es una transacción terrible”, dijo Smith.
Además de la disminución del dolor los pacientes tratados con duloxetina dieron cuenta de una mejoría mayor en la calidad de su vida y un menor impacto de la qumioterapia en el funcionamiento cotidiano, comparados con los del grupo que recibió el placebo.
El estudio lo patrocinó el Grupo B de Cáncer y Leucemia, un grupo cooperativo patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer. A los pacientes se les reclutó de ocho redes participantes en contextos comunitarios y académicos.
La duloxetina había mostrado antes su capacidad para reducir el dolor de la neuropatía diabética y la fibromialgia. Se cree que este tipo de antidepresivo opera sobre el dolor incrementando los neurotransmisores que interrumpen las señales de dolor al cerebro.
En este estudio los participantes recibieron media dosis de duloxetina -30 miligramos por día- en la primera semana antes de pasar a una dosis completa de 60 miligramos diarios durante cuatro semanas. Se informó de pocos efectos secundarios graves con este método. El efecto secundario más común fue la fatiga.