ANN ARBOR, Michigan. — Durante el proceso de envejecimiento, los adultos mayores ven a las relaciones con hijos y amigos de formas menos negativas, mientras que ven a los cónyuges o parejas como exigentes y fuentes de irritación.
Esto es según un estudio de la Universidad de Michigan que analizó las pautas de largo plazo de la negatividad en las relaciones entre más de 800 adultos mayores de 20 años de edad.
“Ha habido abundante investigación que muestra que el matrimonio y otras relaciones muy estrechas realzan el bienestar”, dijo Kira Birditt, una investigadora en el Instituto de Investigación Social de la UM (ISR por su sigla en inglés. “Pero es menos el trabajo que se ha enfocado en los aspectos negativos de las relaciones muy cercanas”.
Una percepción más negativa de nuestro cónyuge con el paso del tiempo quizá no sea del todo mala, apunta Birditt. De hecho podría ser, incluso, positiva. “A medida que envejecemos y nos sentimos más cercanos y más cómodos unos con otros, es posible que seamos más capaces de expresarnos nosotros mismos mutuamente. En otras palabras, es posible que la negatividad sea un aspecto normal de las relaciones muy cercanas que incluyen un alto grado de contacto cotidiano”.
Para el análisis, presentado el año pasado en la reunión anual de la Sociedad Gerontológica de Estados Unidos, Birditt y sus colegas Lisa Jackey y Tony Antonucci observaron los cambios individuales con el paso del tiempo y asimismo las diferencias entre personas en diferentes etapas de la vida: jóvenes, edad media y adultos mayores. Los participantes en el estudio fueron entrevistados por primera vez en 1992 y otra vez en 2005.
A los participantes se les preguntó sobre los aspectos negativos en sus relaciones con tres personas clave en sus vidas: cónyuge o compañero, un hijo, y un mejor amigo o amiga. Específicamente calificaron la medida en que estaban de acuerdo o no con las siguientes dos declaraciones acerca de cada relación: “Mi (cónyuge/pareja, hijo, amiga) me pone los nervios de punta”, y “Mi (cónyuge/pareja, hijo, amiga) exige demasiado de mí”.
En las dos ocasiones de entrevista los adultos mayores (de 60 años y más) mostraron las relaciones menos negativas con cónyuges, hijos y amistades. Según Birditt esto coincide con otra investigación que muestra que los adultos mayores informan de menos conflictos que los adultos más jóvenes en sus relaciones.
Los participantes de entre 20 y 39 años fueron los que dieron cuenta de las relaciones más negativas en conjunto.
Para todos los grupos de edad, incluidos los adultos de 40 a 59 años las relaciones con el o la cónyuge es la que se ve como más negativa y su negatividad tiende a incrementarse con el paso del tiempo.
“Los incrementos de la negatividad con el paso del tiempo pueden indicar pautas aprendidas de interacción que se han fortalecido y tienden a persistir en el tiempo”, dijo Birditt. “Otros estudios han encontrado que la comunicación negativa se incrementa con el paso del tiempo y la calidad de la relación disminuye, especialmente después de que se tiene hijos”.
“Algo interesante es que a medida que las relaciones con el o la cónyuge se hace más negativa, las relaciones con los hijos y las amistades parecen convertirse en menos exigentes e irritantes con el paso del tiempo”.
En una investigación futura Birditt quiere estudiar cómo la forma en que respondemos a la negatividad influye en el bienestar.
“Cómo respondemos a la negatividad en las relaciones muy estrechas afecta cada aspecto de nuestras vidas, en el trabajo y en el hogar”, dijo. “De hecho, es probable que la forma en que lidiamos con ella, y no si existe, sea lo que realmente importa. Una cosa que me interesa explorar es cómo el comportamiento para evitarla afecta la negatividad con el paso del tiempo. Todo tipo de investigación muestra que las personas mayores tienen menos relaciones negativas. Y también sabemos que los adultos mayores tienen más probabilidades que las personas más jóvenes de informar que tratan de lidiar con el conflicto evitando las confrontaciones en lugar de discutir los problemas”.
“Ésa puede ser otra razón por la cual la negatividad tiende a incrementarse con el paso del tiempo en la relación con una pareja o cónyuge: cuando se vive juntos es mucho más difícil evitarse uno al otro”.
El Instituto de Investigación Social (Institute for Social Research, ISR) se fundó en el año 1948 y es una de las organizaciones más antiguas del mundo en la investigación de sondeos de opinión. El ISR es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de metodologías de Ciencias Sociales. El ISR realiza estudios que son ampliamente citados en el país e internacionalmente, incluidos los Sondeos de opinión de Actitudes del Consumidor y Estudios sobre elecciones nacionales en EEUU, entre otros. Para más información sobre el ISR, visite: www.isr.umich.edu
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