ANN ARBOR, Michigan—La Universidad de Michigan diseñará y construirá satélites apenas un poco más grandes que los cubos Rubik, que se pondrán en órbita para estudios meteorológicos gracias a una nueva donación de la Fundación Nacional de Ciencia.
Estudiantes de grado y post grado participarán intensamente en este proyecto denominado Radio Aurora Explorar, encabezado por la Universidad de Michigan y SRI International, una organización independiente de investigación y desarrollo de tecnología que tiene su sede en California.
Estos CubeSats, como se les denominará, serán los primeros satélites de vuelo libre construidos en parte por estudiantes, y los miembros del Laboratorio Estudiantil de Fabricación de Sistemas Espaciales (S3FL por su sigla en inglés) desempeñarán un papel importante. S3FL es una organización que da a los estudiantes práctica en el sistema de diseños espaciales y experiencia de fabricación.
“Estoy muy entusiasmado acerca de la participación estudiantil. Los estudiantes serán parte integral del equipo”, dijo James Cutler, profesor en el Departamento de Ingeniería Aeroespacial e investigador principal en el proyecto.
Los CubeSats, desarrollados hace unos cinco años, son artefactos cúbicos de aproximadamente 10 centímetros (4 pulgadas) que se lanzan al espacio adentro de plataformas. Hay un interés creciente en ellos ya que ofrecen acceso al espacio relativamente barato y fácil.
Los satélites Radio Aurora Explorer medirán el flujo de energía en la ionósfera, la parte más alta de la atmósfera de la Tierra donde la radiación solar torna los átomos regulares en partículas con carga. Las perturbaciones en la ionósfera pueden afectar las comunicaciones de Tierra al espacio tales como las señales de GPS, la televisión digital por satélite y los sistemas de voz y datos incluidos Iridium y Globalstar.
“Este proyecto nos ayudará a entender mejor por qué los fenómenos meteorológicos en la ionósfera producen ruidos en la señal que se traducen en una disminución de la calidad de las telecomunicaciones y errores en las señales de GPS”, dijo Cutler. (GPS es la sigla en inglés de Global Positioning System, el sistema global de posicionamiento).
Los satélites actuarán como receptores que recogerán las señales de un transmisor de radar en tierra. Estos pulsos de radar se reflejarán en las perturbaciones de energía, o fenómenos meteorológicos espaciales, que ocurren en la ionósfera.
Se ha programado el lanzamiento de los satélites para diciembre de 2009. Esto será un hito para Kilo Dontchev, gerente de programa en M-Cubed, el equipo de S3FL que trabajará con Cutler.
Dontchev, un estudiante de maestría en ingeniería espacial, ha participado en S3FL desde que ingresó a la UM. El año pasado, Dontchev inició el proyecto M-Cubed porque quería ver en el espacio un satélite en el cual él hubiese trabajado. M-Cubed está diseñando un CubeSat que pueda tomar fotos de alta resolución de la Tierra, pero todavía no tiene una fecha para el lanzamiento.
“Es muy posible que diseñemos y construyamos un artefacto espacial que, de veras, vaya al espacio”, dijo Dontchev. “Este proyecto asegura que Michigan marcará una huella profunda en la comunidad CubeSat”.
La donación fue por 510.000 dólares. El otro investigador principal en este proyecto es Hasan Bahcivan, físico en SRI International. La primera oportunidad de lanzamiento para el programa de satélites NSF será con el Programa de Pruebas Espaciales del Departamento de Defensa, a bordo de un cohete Minotauro-4 que partirá de Kodiak, Alaska. La comisión y el apoyo para el lanzamiento de la misión vendrán de la Instalación Wallops de Vuelo en el Centro Goddard de Vuelo Espacial, de la NASA.
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