Si bien la cirugía para escoliosis con acceso espinal mínimo es todavía un procedimiento experimental y se ofrece en un número pequeño de centros médicos, eventualmente podría revolucionar la forma en que se trata la escoliosis grave, señaló Frank La Marca, director de la Sección de Cirugía Espinal en el Departamento de Neurocirucgía de la UM. La Marca anotó que el procedimiento ofrece muchas ventajas sobre la cirugía tradicional para escoliosis, una operación mayor que causa daño significativo a los músculos, cicatrices grandes y pérdida de sangre. “Sólo el tiempo dirá cuán bien salen los pacientes, pero hasta ahora los pacientes han podido retornar a sus trabajos mucho más rápido, su curso post operatorio ha sido más breve y su dolor post operatorio ha sido menor”, agregó. “Tengo la esperanza de que éste se convierta, realmente, en el estándar de tratamiento en el ámbito nacional”. La Marca señaló que pocas personas tienen una escoliosis tan grave que requiera cirugía, lo cual típicamente significa una curvatura de 45 o más grados. La curvatura de Vinson, por ejemplo, era de 50 grados antes de la operación. En los adultos, uno de cada 10 mayores de 40 años de edad tiene cierto grado de escoliosis, agregó. De estos, uno de cada 10 puede ser un caso suficientemente grave como para que la cirugía sea una opción. Y en los niños, uno de cada 333 tendrá escoliosis, y de tres a cinco cada mil requerirá cirugía. Hasta hace poco las únicas opciones quirúrgicas eran la fusión espinal, con la cual la parte curvada de la columna vertebral se endereza con barras o tornillos y se colocan pequeñas piezas de hueso sobre el espinazo para que crezcan y se fusiones, y la instrumentación sin fusión, que a veces se lleva a cabo en niños pequeños, y en la cual las barras metálicas se sujetan a la columna vertebral sin que las vértebras se fusionen. Si bien muchos pacientes han tenido éxito con tales procedimientos los efectos negativos pueden ser sustanciales, dijo La Marca. La separación de los músculos de la columna vertebral para permitir la colocación de tornillos y barras puede debilitar la espalda y causar dolores crónicos. Las cicatrices son largas y la pérdida de sangre puede ser significativa, apuntó. El enfoque mínimamente invasivo requiere incisiones muy pequeñas en la piel y no se hace el desprendimiento de los músculos; en cambio los cirujanos maniobran con sus instrumentos entre las fibras musculares.
Este método se ha hecho posible debido a la tecnología avanzada que se usa en técnicas de neuronavegación. En la UM los cirujanos usan una técnica para llevar los tornillos a través de los músculos espinales del paciente que es similar al sistema que usa la agencia espacial NASA cuando navega un brazo robótico en el espacio, dijo La Marca. Los nuevos materiales biológicos, tales como las proteínas sintéticas, se usan para realzar la fusión del espinazo. Además La Marca y sus colegas en neurocirugía y los investigadores en el Colegio de Ingeniería de la UM diseñan nuevas tecnologías –tales como mesas de operación especiales- que podrían ayudar en la corrección de las deformaciones espinales incluso antes de que comience la instrumentación quirúrgica. Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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