Ruth Behar estaba saliendo de la Feria del Libro de La Habana cuando vio unas coloridas postales con ilustraciones de bellos poemas. No pudo evitar comenzar a conversar con el artista, Rolando Estévez, quien había salido para fumarse un cigarrillo.
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El encuentro marcaría el comienzo de una larga amistad y un fecundo intercambio artístico que abarca dos décadas y múltiples viajes de los artistas hacia y desde Cuba.
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Con una monógrafo para crear los libros y utilizando materiales – papel marrón usado en carnicerías tiendas, flores, arena, hojas y varillas los artistas creaban cuidadosamente cada libro con la mano. Aunque los materiales han cambiado un poco, el arte de hacer libros continúa siendo fuere.
Mientras le enseñaba cómo hacer libros en un taller en la U-M recientemente, Estévez habló de un rico contenido de los libros.
“Estos libros no son sólo sólo las tapas, pero también son los interiores, que narran la poesía y la estética, las cosas que aman. Están llenos de sorpresas, puzzles. Es un libro que trata de interactuar con el lector”, dijo Estévez, mientras les contaba cómo los libros surgieron luego de que, cuando joven, él y sus amigos buscaban formas de promocionar sus obras teatrales y eventos.
Behar llama Estévez su homólogo en la isla. Ella, cuando niña, había sido arrancada de Cuba por sus padres a una edad en la que no podía comprender lo que significaba perder a un país. Él, en cambio, había sido dejado atrás por sus padres que huyeron de la isla con su hermana. Debido Estévez tenía 15 años y estaba en edad militar, no se le permitió salir.
“Cuando nos conocimos, yo le recordaba a la hermana que había dejado a la edad de ocho años y nunca regresó. Mientras le contaba acerca de las lágrimas que había derramado porque mis padres no querían que yo viajara a Cuba, Estévez asentía con simpatía, ” Behar recuerda. “Él conocía por experiencia propia el significado de la diáspora, de pérdida, de cómo la inmigración cortó ambos sentidos, produciendo dolor a quienes se marchan y a quienes se despiden. Lo habían dejado atrás, me habían arrancados: Éramos espejos”
“Más que una colega, más que una amiga, Ruth ha sido una hermana,” añadió Estévez. “Las amistades son los actos familiares más sólidos porque son los que uno escoge. Yo creo que no nos hemos arrepentido nunca de seguir esta senda de la poesía, de las maletas, de los cambios de Estados Unidos a Cuba y de Cuba a Estados Unidos.”
Estévez dijo que desde esa memorable visita, Behar se convirtió en un puente entre los dos países. La antología que ella editó “Bridges to Cuba / Puentes de Cuba”, es una colección histórica de las obras de escritores, poetas y artistas de Cuba y la diáspora y recibirá su edición 20 aniversario este mes como los EE.UU.
Este mes también se conmemora el primer aniversario después del anuncio del Presidente Barack Obama de que los EE.UU. y Cuba restablecerían relaciones diplomáticas después medio siglo de antagonismo.
El año era el 1994, cuando Cuba trataba de sobrevivir al cataclismo económico que le significó la caída de la Unión Soviética, y cuando Behar, cuyos padres la habían sacado de la cuando tenía apenas cuatro años, visitaba la isla para re-descubrir su tierra natal.
Estévez, escenógrafo, ilustrador y artista que explica sus múltiples actividades artísticas diciendo que no discrimina en contra de cualquier tipo de arte, co-fundó Ediciones Vigía en 1985, una cooperativa de impresión de libros hechos a mano que publica un máximo de 200 ejemplares por volumen. Él fue el diseñador principal antes de salir para empezar, más recientemente, su propia empresa de impresión, El Fortín.
Llena de arena, conchas, la estrella de David y una foto de Behar, una pequeña maleta de cartón es el arte principal en la portada de “Everything I Kept”, “Todo lo Guardé”, una de las primeras obras que Estévez y Behar colaboraron.
La pieza es ahora parte de la colección de Estévez en la Universidad de Michigan, que posee una de las más extensas colecciones del artista cubano en los Estados Unidos. Su trabajo es coleccionado también en forma privada e instituciones culturales en Europa y los EE.UU., incluyendo la Biblioteca Británica Nacional, el Museo de Arte del Atlántico, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y la Biblioteca del Congreso de EE.UU., entre otros.
La colección está en exhibición en la sala de exposiciones Audubon, en la biblioteca Hatcher Graduate Library de la U-M hast ale 17 de este mes. La colección en línea está disponible aquí: