Mujeres con una variante genética tienen más posibilidades de que el cáncer se reproduzca.
ANN ARBOR, Michigan — Uno de los medicamentos más utilizados para combatir el cáncer de mama, el Tamoxifeno, no tiene la misma efectividad en mujeres que heredan una variación genética común, según investigadores de la Universidad de Michigan y de la Clínica Mayo. La variación genética influye en los niveles de una enzima encargada de activar el Tamoxifeno en la lucha contra el cáncer.
El estudio, realizado por los oncólogos James Rae y Matthew Goetz, de la Universidad de Michigan y la Clínica Mayo respectivamente, investigó la variante genética más común responsable de la reducción de la enzima CYP2D6, y descubrieron que mujeres con esa variante genética tenían casi dos veces más posibilidades de que el cáncer a la mama se les reprodujera. Alrededor de un 10 por ciento de las mujeres, heredan esta marca genética.
Los resultados de esta investigación serán publicados en la edición del 20 de Diciembre en la Revista de Oncología Clínica (The Journal of Clinical Oncology).
“Nuestro equipo ha demostrado que la enzima CYP2D6 es responsable de la activación del Tamoxifeno a un metabolito llamado endoxifeno que es alrededor de 100 veces más potente como supresor de estrógeno que el mismo Tamoxifeno” , dice Rae, que es profesor asistente e investigador de medicina interna en la Escuela de Medicina de la UM . “Nuestro estudio sugiere que las mujeres que heredan la variante genética CYP2D6 tienen mayores riesgos de reproducir el cáncer cuando son tratadas durante cinco años con Tamoxifeno.”
Los investigadores del Centro de Cáncer de la UM forman parte del equipo que descubrió que la enzima CYP2D6 metaboliza el Tamoxifeno, y su investigación se dedica a estudiar las variaciones genéticas y como éstas influyen en los efectos del Tamoxifeno. Esta investigación descubrió también que el antidepresivo Paxil (Seroxat) también puede prevenir la activación del Tamoxifeno, mientras que el antidepresivo Efexor (Effexor, Venlafaxine, Vandral) no lo influye. Estas drogas, inhibidores de la recaptación de la serotonina son utilizadas con frecuencia para tratar los sofocos, un efecto secundario muy común del Tamoxifeno.
En el estudio que incluye a 256 mujeres que padecen cáncer a la mama, los investigadores también descubrieron que las mujeres con la variante genética CYP2D6 tenían menos sofocos. Los bochornos en este grupo eran menos severos, lo que sugiere que este efecto secundario puede predecir la variación genética.
Los investigadores esperan que estos descubrimientos permitan en el futuro que los médicos puedan determinar con una prueba genética que mujeres tendrán más beneficios con Tamoxifeno.
En EEUU, más de 210,000 mujeres desarrollarán cáncer a la mama este año. Aproximadamente un 70 por ciento de los casos han sido alimentados por estrógeno y muchos de estos serán tratados con Tamoxifeno, una droga diseñada para bloquear los efectos del estrógeno en el tejido de la mama.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación para la investigación del cáncer y la Fundación para la investigación sobre el cáncer de mama.
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