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Investigación revela que la incontinencia fecal prevalece en mujeres estadounidenses, especialmente en grupos de más edad

17/01/2006

Los números son más elevados en mujeres que han tenido varios partos y entre las que padecen de una depresión seria

ANN ARBOR, Michigan — La incontinencia fecal (IF) es un fenómeno generalizado entre las mujeres estadounidenses, especialmente en mujeres de edad avanzada, que han tenido numerosos hijos, partos con ayuda de fórceps o equipos de aspiración y las que han sido sometidas a histerectomías, según un estudio difundido hoy.

Muchas mujeres que participaron en el estudio y padecían de IF, sufrían además de otra condición médica, como una depresión seria o diabetes y a menudo tenían incontinencia urinaria, además de la IF. Los resultados fueron publicados en el último número del American Journal of Obstetrics and Gynecology.

“Debería darse mayor atención a esta condición debilitante, especialmente si se considera el envejecimiento de nuestra población y los tratamientos disponibles para tratar la IF”, dice el autor Dee E. Fenner, profesora asociada de Obstetricia y Ginecología y Directora del Departamento de Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan. “Es muy importante para la salud de la mujer, que el personal clínico adquiera conciencia sobre lo generalizado de la IF para que puedan tratar a sus pacientes”

El estudio, liderado por la Universidad de Washington, fue un sondeo postal realizado a 6,000 mujeres de 30 a 90 años que estaban inscritas en una compañía de seguros en el estado de Washington (esta condición también afecta a hombres, pero en el estudio sólo participaron mujeres). Del 64% que respondieron, un 7,2% padecían de IF con los casos aumentando en forma notable a medida que aumentaba la edad. La IF fue definida como la pérdida de heces líquidas o sólidas a lo menos una vez al mes.

El estudio, fue el primero, según los autores, que identifica a una depresión seria como un factor de riesgo para la IF. Los investigadores dicen que en algunos casos, la IF puede ser un factor que contribuye a depresiones, pero también una depresión seria puede ser el factor que contribuye a la IF.

La IF puede ocurrir cuando hay daños en los músculos del esfínter o hay cicatrices en el recto, que impide la retención de las heces. Estas cicatrices pueden ser causadas por colitis ulcerativas, la enfermedad de Crohn y también otras condiciones. Otro factor puede ser el alargamiento de los nervios que suministran el esfínter, que puede ocurrir durante el parto, edad avanzada, trauma o una enfermedad médica que afecta a los nervios, como la diabetes.

Según los expertos, por la naturaleza de esta condición, generalmente la gente que padece de IF no lo habla con sus médicos. Por ello, los autores de esta investigación recomiendan al personal clínico de adoptar un papel más activo en descubrir si sus pacientes padecen de IF, especialmente en mujeres de 50 años o mayores. A pesar de que la incontinencia fecal se presenta en un gran número de mujeres de edad más avanzada, esta condición no debe ser considerada como una parte normal del proceso de envejecimiento.

Condiciones médicas, que a menudo acompañan a la incontinencia fecal.
• Un mayor número de partos
• Incontinencia urinaria
• Histerectomía previa
• Otra condición médica, como depresión o diabetes
• Una historia de partos vaginales quirúrgicos, que utilizaron fórceps o instrumentos de aspiración

El impacto de la incontinencia en la calidad de vida de las personas que participaron en el estudio fue “importante”, dice Fenner, una de las fundadoras del Programa de Control de la Digestión del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan. “La mitad de las personas que tenían incontinencia, aseguraron que sus síntomas digestivos tenían un gran impacto en su calidad de vida”, asegura la investigadora.

Los tratamientos que pueden ayudar a la gente a manejar la incontinencia van desde dieta y ejercicios a medicamentos, que pueden mejorar la formación y consistencia de las heces. También puede realizarse cirugía para reparar los músculos del esfínter. En algunos casos, un esfínter digestivo artificial se puede implantar bajo la piel para simular la función natural del esfínter anal. El tratamiento de Biofeedback – que incluye ejercicios diarios para mejorar la fuerza de los músculos utilizados para retener la digestión, es también una opción para algunos pacientes.

La autora líder del estudio fue Jennifer L. Melville, M.D., M.P.H., del Departamento de Obstetricia y Ginecología y del Departamento de psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Washington. Además de Melville y Fenner, otros autores que participaron en el estudio son: Ming—Yu Fan, Ph.D., Departamento de psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Washington y Katherine Newton, Ph.D., Centro de Estudios de Salud de la Cooperativa de Salud Puget Sound de Seattle.

Esta investigación fue financiada con subsidios del Instituto Nacional de la Salud del Niño y Desarrollo Humano y el Instituto Nacional de Salud Mental, y un subsidio específico para este proyecto de Pharmacia Corporation.

Citation: American Journal of Obstetrics and Gynecology, Dec. 2005, vol. 193, 2071–6.

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Para más información sobre el Programa de Control Digestivo de la Universidad de Michigan

Contacto: Katie Vloet
Teléfono: (734) 764-2220

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Contacto: Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

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