KISSIMMEE, Florida., 17 Febrero.— Los costes de los infartos cerebrales isquémicos en la población hispana de EEUU serán de 357 mil millones de dólares hasta el año 2050, según un estudio presentado hoy, viernes, en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense de infartos cerebrales.
Los costes incluyen la hospitalización inicial, cuidados permanentes y la pérdida en salarios. “Esta información obliga a las autoridades de salud pública e investigadores a dar una alta prioridad a prevenir y ofrecer tratamiento para infartos cerebrales a este grupo”, dice Devin Brown, profesora auxiliar de Neurología en la Universidad de Michigan.
Según Brown, el coste de infartos cerebrales isquémicos en la población hispana en el año 2005 llegó a 3,2 mil millones de dólares. Los hispanos, que recientemente se convirtieron en la minoría más numerosas en EEUU serán un cuarto del total de la población de EEUU en el año 2050.
Los hispanos tienen el doble de posibilidades de desarrollar un infarto cerebral isquémico (Causado por un coágulo en una arteria que suministra al cerebro) que la población blanca y no hispana, dice Brown.
“Los tres factores de riesgo para un infarto cerebral — inactividad, obesidad y diabetes — son más comunes en la población hispana”, dice.
Los investigadores calcularon el peso económico futuro de los infartos cerebrales en la población hispana entre los años 2005 y el 2050 utilizando como información los reembolsos de Medicare, ya sea en forma directa o como fueron calculados en estudios previos. Los investigadores utilizaron proyecciones del censo del año 2000 para calcular la población hispana mayor de 45 años.
Asimismo, los investigadores calcularon la frecuencia de los infartos cerebrales y el uso de recursos de sanidad después de los mismos con información de dos proyectos de seguimiento de infartos cerebrales en la población hispana. Uno, es el Seguimiento de infartos Cerebrales en Corpus Christi (En Inglés, The Brain Attack Surveillance in Corpus Christi (BASIC) que identifica infartos cerebrales en Tejas en su mayoría de mexicanos estadounidenses y blancos no hispanos. También utilizaron información del Estudio de Infartos Cerebrales de Manhattan Norte (En Inglés, The Northern Manhattan Stroke Study (NOMASS)) que realiza seguimientos de infartos cerebrales en una comunidad multiétnica urbana en la que más de la mitad son hispanos.
“Los hispanos en el proyecto NOMASS son en su mayoría dominicanos, portorriqueños y cubanos estadounidenses”, dice Brown. “Creemos que este cálculo, realizado con información combinada de los dos estudios son más exactos y reflejan a la totalidad de la comunidad hispana de los Estados Unidos”.
De los 357 mil millones de dólares por infartos cerebrales, un 45 por ciento será para realizar tratamientos de nuevos infartos cerebrales, incluidos servicios de ambulancias, hospitalización inicial, servicios de rehabilitación, equipo médico y visitas a clínicas neurológicas. Un 55 por ciento de los costes será para pacientes que sufrieron de infartos cerebrales el año anterior, incluidos los medicamentos, visitas a médicos, residencia en centros sanitarios y de rehabilitación y el valor de cuidados informales. “El cálculo del coste de cuidados informales, es decir los cuidados ofrecidos por familia y amigos, fue realizado basándose en los salarios que recibirían ayudas domésticas por la misma cantidad de tiempo”, dice Brown.
En el análisis, los pacientes entre 45–64 años representaron el 42 por ciento de los costes; Los pacientes entre 65–84 años, un 43 por ciento de los costes y los mayores de 85 años, un 14 por ciento.
• Hospitalización Inicial ($86 mil millones o un 24 por ciento del total)
• Cuidados informales ($60 mil millones o un 17 por ciento del total)
• Pérdida de Ganancias ($79 mil millones, o un 23,71 por ciento del total)
“La pérdida de ganancias en los hispanos es particularmente difícil porque cuando padecen de infartos cerebrales, sucede en general a edades más tempranas y necesitan de cuidados permanentes”, advierte Brown.
Brown dice que la investigación se basó solamente en infartos cerebrales isquémicos. El índice de infartos cerebrales por hemorragias (causados por la ruptura de vasos sanguíneos) es también más alto entre los hispanos que en la población blanca no hispana, y si estos fueran incluidos, los costos serían aún más altos.
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