ANN ARBOR, Michigan., —— Las mujeres que muestran signos de estrés, tienen tres veces más posibilidades de sufrir un aborto espontáneo durante las tres primeras semanas del embarazo, según un estudio realizado con un pequeño grupo de mujeres en Guatemala difundido hoy, lunes.
Pablo Nepomnaschy y un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan midieron los niveles de hidrocortisona, una hormona generada por estrés, en muestras de orina tomadas tres veces por semana, durante un año a 61 mujeres de una comunidad rural en Guatemala. Nepomnaschy es en la actualidad un residente posdoctoral en la sección de Epidemiología del Instituto Nacional de Ciencias y del Medio Ambiente.
El estudio realizado en Guatemala, es el primero en relacionar un aumento en el nivel hidrocortisona con abortos espontáneos durante la etapa inicial del embarazo.
Según informes de estudios científicos anteriores, entre un 31 a un 89 por ciento de todas las concepciones terminan en aborto espontáneo. La mayoría de los estudios investigan a las mujeres una vez que detectaron su embarazo, alrededor de seis semanas después de la concepción. Sin embargo, la mayoría de los abortos espontáneos, suceden durante las tres primeras semanas de embarazo.
“La única manera de capturar esas tres primeras semanas de embarazo es comenzar a almacenar orina desde antes del embarazo. Esto exige mucho trabajo y es caro”, dice Nepomnaschy.
En el estudio de Guatemala, hubo 22 embarazos en 16 mujeres, y los niveles de hidrocortisona de cada mujer fueron medidos contrastándolos con sus niveles promedio habituales. Los investigadores descubrieron que un 90 por ciento de las mujeres en edades entre los 18 y los 34 años con niveles elevados de la hormona generada por el estrés tuvieron abortos espontáneos durante las tres primeras semanas de embarazo, comparado con un 33 por ciento de las que mostraron niveles normales de hidrocortisona.
Según los investigadores, el organismo reconoce los niveles de hidrocortisona como una señal de alarma que las condiciones no son favorables para un embarazo.
“Niveles más elevados de hidrocortisona son interpretados por el organismo como una pista que el contexto es incierto, cambiante o que la calidad del medio ambiente se deteriora”, dice Nepomnaschy. “La respuesta del cuerpo es detener todas las actividades adicionales y regresar a las funciones más básicas”.
Estudios realizados anteriormente no relacionan niveles de hidrocortisona elevados con abortos espontáneos durante etapas más avanzadas del embarazo. Nepomnaschy y sus colegas especulan que la hidrocortisona puede llevar a un aborto espontáneo al comienzo del embarazo, cuando el embrión inicia su desarrollo. Los investigadores advierten, sin embargo, que es necesario hacer más investigaciones antes de llegar a una conclusión definitiva.
No hay claridad si la hidrocortisona influye directamente con los abortos espontáneos o si envía otras señalas o mecanismos al cuerpo que lo causan. Sin embargo, los resultados son consistentes con un estudio realizado por el mismo investigador en el año 2004 en el que encontraron que niveles elevados de hidrocortisona tenían relación con niveles bajos de progesterona, una hormona que prepara al útero para el implante del huevo fertilizado.
“Estos dos elementos de investigación son consistentes en este sentido”, dice Nepomnaschy.
El próximo paso en la investigación, dice Nepomnaschy, es duplicar estos resultados en un grupo demográfico más numeroso.
Co—autores en el estudio de Guatemala incluyen a Kathleen Welch, del Centro de Consulta Estadística e Investigación; Daniel McConnell, Del Departamento de Epidemiología y del Programa de Ciencias de la Reproducción; Bobbi Low, SNRE; Beverly Strassmann, Departmento de Antropología y Centro de Investigación para Dinámicas de Grupo; Barry England, Departmento de Patología y del Programa de Ciencias de la Reproducción
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