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Los diabéticos que controlan rigurosamente sus niveles de azúcar tienen más probabilidades de tener pies y nervios sanos en el futuro

13/03/2006

Los efectos de un control precoz y estricto de los niveles de azúcar se manifiestan años más tarde, según un estudio de neuropatía diabética difundido por la Universidad de Michigan.

ANN ARBOR, Michigan — Las personas con diabetes que mantienen controles rigurosos de los niveles de azúcar, tienen una probabilidad mucho menor de desarrollar pié diabético o daños en los nervios, según una nueva investigación de la Universidad de Michigan, realizada a nivel nacional.

De hecho, los efectos positivos de un control estricto en los niveles de azúcar se pueden manifestar más de una década después de iniciado. Al finalizar el periodo del estudio, los pacientes que controlaron sus niveles de glucosa presentaron un 51 por ciento menos posibilidades de padecer problemas en los nervios, en comparación a los pacientes que iniciaron el estudio al mismo tiempo, pero que sólo comenzaron los controles rigurosos en los niveles de azúcar en la sangre, años después.

El estudio, publicado en el último volumen de Diabetes Care, incluyó a 1,441 personas con Diabetes Tipo 1, también conocida como diabetes juvenil. A pesar de que pacientes con la diabetes más común, la del tipo 2, no participaron en el estudio, los resultados pueden tener consecuencias para los 18 millones de estadounidenses que la padecen.

Dos tercios de todas las personas con diabetes presentan algún nivel de problemas con los nervios, o neuropatía, relacionada con su diabetes. Una de las características más comunes es el adormecimiento o dolor en los pies y piernas, que puede progresar a través del tiempo hasta causar discapacitación, que es una de las causas de alrededor de 80.000 amputaciones anuales de pies y miembros inferiores a diabéticos estadounidenses.

“Este es un descubrimiento fascinante que añade credibilidad a la idea de la memoria metabólica, o el concepto de que puede haber un efecto durable por esfuerzos precoces y sostenidos para mantener los niveles de azúcar bajos”, dice la autora Eva Feldman, Profesora de Neurología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y Directora del Centro de Neuropatía de ese mismo centro sanitario.

El estudio, es el primero que relaciona los controles rigurosos de diabéticos en los niveles de azúcar en la sangre y el efecto a largo plazo en la probabilidad de desarrollar una neuropatía. Resultados similares se encontraron en estudios relacionados con otras dos complicaciones frecuentes de la diabetes, la retinopatía diabética (enfermedad ocular) y nefropatía (enfermedad al riñón).

El nuevo descubrimiento viene del estudio de Epidemiología de la Intervención en Diabetes y Complicaciones (En Inglés, Epidemiology of Diabetes Intervention and Complications, EDIC) que nació de la Prueba de Control Nacional de Diabetes y Complicaciones (en Inglés, National Diabetes Control and Complications Trial, DCCT). Financiado por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón, el DCCT inició el estudio en 1980, asignando al azar a personas con diabetes tipo 1 la tarea de controlar rigurosamente su nivel de azúcar en la sangre utilizando tres inyecciones de insulina diarias o un suministrador de insulina, o a otro grupo, con la manera más común en esa época de controlar el azúcar, usando una a dos inyecciones de insulina diarias. Este último grupo fue posteriormente motivado a adoptar los controles de insulina más frecuentes.

Los síntomas y señales de neuropatías fueron evaluados utilizando una prueba estándar que incluye un cuestionario desarrollado por investigadores en el Centro de Investigación y Entrenamiento de Diabetes de la Universidad de Michigan. El cuestionario, con el nombre de Instrumento de Evaluación de Neuropatía, es para los pacientes, que informan sobre síntomas como adormecimiento, dolor, sensibilidad, y para los médicos, que realizan un examen podológico al paciente, incluida la sensibilidad al tacto, vibración y la presencia de callos y heridas en los pies de los pacientes, que el afectado no siente debido al daño en los nervios.

Este tipo de problemas en los pies pueden causar infección y provocar heridas abiertas que son difíciles de sanar por otros problemas causados por la diabetes. Las infecciones que no sanan, si son lo suficientemente graves, pueden llevar a adoptar la decisión de amputar dedos, pies o miembros inferiores. Este “efecto dominó” que se inicia con una neuropatía y lleva a una infección y amputación es la razón por la que las directrices actuales recomiendan a los pacientes con diabetes un examen anual de pies.

Durante la investigación, después del primer año, un 28 por ciento de los pacientes del grupo de control (sin control estricto de los niveles de glucosa) presentó señales de neuropatía en los exámenes físicos, aunque sólo un 4,7 por ciento los reveló en los cuestionaros escritos. En contraste, un 17,8 por ciento de los pacientes sometidos a controles rigurosos en sus niveles de azúcar mostraron señales de neuropatía en sus exámenes podológicos y un 1,8 por ciento incluyó los síntomas en el cuestionario. La diferencia entre ambos grupos tiene significado estadístico.

A través del tiempo, la diferencia entre los dos grupos continuó siendo significativa, aunque el porcentaje de ambos grupos que mostraba señales de neuropatía en el examen físico o en el cuestionario, aumentó. Después del octavo año de seguimiento, casi un 7 por ciento de los participantes que estaban en el grupo de control (sin controles rigurosos) expresó tener síntomas de neuropatía, comparado con un 3,5 por ciento de los pacientes que realizaron controles estrictos de los niveles de azúcar en la sangre. Al finalizar el octavo año del estudio, un 26 por ciento de los pacientes del grupo de control tenían señales de neuropatías en el control podológico, comparado con sólo un poco más del 20 por ciento de los participantes que controlaban más estrictamente los niveles de azúcar.

Los investigadores realizaron cálculos estadísticos de probabilidades con estas medidas. En su totalidad, los participantes que iniciaron un régimen de control estricto de los niveles de azúcar y lo mantuvieron, tenían un 51 por ciento menos posibilidades de padecer de una neuropatía y los que iniciaron el estudio con controles regulares de azúcar, pero los intensificaron, tenían un 43 por ciento menos posibilidades de presentar síntomas de neuropatía. También hubo diferencia entre los dos grupos en relación a las heridas abiertas que necesitaban tratamiento médico o quirúrgico y en la incidencia de amputaciones.

En general, dice Feldman, los resultados dan más fuerza al mensaje crucial, para todos los pacientes de diabetes, aunque los que sufren del tipo 2 tienen otros problemas que pueden influir en los efectos de protección de controles rigurosos de azúcar. El mensaje: Controle su nivel de azúcar regularmente y adopte medidas para mantenerlos bajo estricto control, con pocos extremos, en sus niveles bajos o altos de azúcar.

Mientras, Feldman y otros investigadores están buscando las causas por las que las células nerviosas se dañan con niveles altos de azúcar en la sangre, y porque sería beneficioso iniciar con controles estrictos de azúcar más precozmente. La Universidad de Michigan ofrece cinco pruebas clínicas de neuropatía para distintos tipos de pacientes. Para más información sobre la participación en esas investigaciones, los pacientes pueden ir a www.med.umich.edu/pfund, el Programa para Entender las Enfermedades Neurológicas. Referencia: Diabetes Care, Vol 29, No. 2, pp. 340—344.

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