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Más de la mitad de los diabéticos mayores no tienen acceso a fármacos para proteger riñones y corazón, según estudio de la U de Michigan

18/04/2006

ANN ARBOR, Michigan—Sólo un 43 por ciento de los diabéticos mayores de 55 años usan los fármacos necesarios para protegerles los riñones y el corazón, a pesar de que prácticamente todos ellos podrían beneficiarse con el uso de esos medicamentos, según una investigación de la Universidad de Michigan difundida hoy, martes. Incluso entre los diabéticos con más indicaciones médicas para consumirlos, sólo un 53 por ciento los utiliza.

Fármacos de los tipos como inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (IECA), y los bloqueadores de los receptores de angiotensina, BRA, son recomendados para tratamiento de diabetes a nivel nacional, como una directiva generalizada y porque pueden prevenir ataques cardiacos, derrames, fallo en los riñones y otros problemas que afectan de manera desproporcionada a los diabéticos mayores. Los fármacos, que no son caros, son especialmente recomendados para diabéticos que ya tienen problemas cardiacos, renales o la presión alta.

Sin embargo, en este primer estudio sobre el uso de este tipo de medicamentos en diabéticos mayores de 55 años, revela el abismo existente entre la realidad y lo que sería un consumo ideal de los fármacos.

El estudio, publicado en la edición de Abril del Journal of General Internal Medicine, fue realizado por Allison Rosen, investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, utilizando información de las encuestas nacionales de salud y nutrición.

“Estos son fármacos que salvan vidas y salvar dinero, y aún los estamos utilizando en menos de la mitad de las personas que podrían beneficiarse con ellos”, dice Rosen, profesora de medicina interna de esa universidad. “Es especialmente notorio que su índice de consumo no es mucho más alto en las personas que más se beneficiarían—es decir, aquellos con indicaciones clínicas múltiples y factores de riesgo”.

Rosen advierte que el estudio no reveló las razones del porqué era tan bajo el uso de los fármacos. Pero dice que se incluye entre los posibles motivos, una falta de conciencia en los médicos, los costes para los pacientes y la falta de medidas efectivas para hacer un seguimiento y fomentar el uso de los medicamentos.

El año pasado, Rosen y sus colegas publicaron un estudio que revelaba que el sistema Medicare podría ahorrar dinero, mientras salvaba miles de vidas, distribuyendo gratuitamente los inhibidores IECA y BRA a sus participantes diabéticos.

Un programa de esa naturaleza, podría salvar vidas y reducir los gastos previniendo complicaciones del corazón y riñón, y los altos costes de hospitalización, sesiones de diálisis, operaciones y otros tratamientos.

El nuevo estudio publicado se basa en información de una muestra representativa nacional de diabéticos mayores de 55 años, sometidos a un exhaustivo examen de salud, revisión de los fármacos y fueron entrevistados por el programa de las encuestas nacionales de salud y nutrición.

Rosen calculó el número de personas que utilizaban los medicamentos del tipo IECA o BRA y calculó el número total de todas las indicaciones médicas y factores de riesgo en cada persona que aumentaría el beneficio de utilizar los fármacos.

Examinaron tres indicaciones clínicas: Enfermedad cardiovascular de cualquier tipo, incluida fallo cardiaco, historia de ataques cardiacos o derrames, arterias coronarias bloqueadas; presión alta, controladas o no controladas por fármacos; y la presencia de proteína en la orina del paciente, una condición llamada albuminuria que revela fallos en las funciones renales.

Las directivas nacionales dicen que todos los diabéticos que padecen incluso de una de esas indicaciones clínicas deben usar fármacos de los tipos IECA o BRA, excepto un número muy pequeño de ellos que no lo pueden hacer. Otros estudios también sugieren que estos fármacos son beneficiosos para los diabéticos que fuman o tienen el colesterol alto, que aún no han tenido problemas cardiovasculares, renales o presión alta.

En total, un 92 por ciento de todos los participantes en el estudio tenían a lo menos una, de las tres indicaciones clínicas y un 100 por ciento tenía a lo menos una de las indicaciones clínicas o un factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular. Sólo un 34 por ciento tenía enfermedad vascular, casi un 47 por ciento tenía albuminuria, y casi un 83 por ciento tenía la presión alta. Un 73 por ciento tenía el colesterol alto y un 24 por ciento fumaba.

“En otras palabras, cada una de las personas de esta muestra representativa nacional debería haber usado fármacos IEACA o BRA y la mayoría no lo hacían”, dice Rosen. “Entre más factores de riesgo e indicaciones tenían, más posibilidades de usar los fármacos, pero incluso en personas con cuatro o más indicaciones para ser tratadas con estos medicamentos que salvan la vida, sólo un 53 por ciento los usaba”.

Rosen dice que espera que los resultados del estudio motiven a los médicos, compañías de seguros y otros a encontrar nuevas formas para fomentar el uso de los medicamentos IECA o BRA entre diabéticos.

“Necesitamos crear incentivos y puntos de referencia que fomenten el recetar fármacos del tipo IECA o BRA, mientras también se crean las condiciones que disminuirán los obstáculos para usar esos medicamentos”.

La investigadora advierte que las personas que padecen diabetes deben de hablar con sus médicos sobre si deberían usar uno o más de los fármacos de los tipos IECA o BRA. Estos fármacos tienen una versión genérica con un coste de menos de 300 dólares anuales.

El estudio fue financiado por la Agencia para la investigación y el mejoramiento de la calidad de la salud, AHRQ durante una beca de investigación obtenida por Rosen mientras estaba en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

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