ANN ARBOR, Michigan—Con 29 semanas de embarazo, Shelly Fabrizio intenta mantenerse en forma. Ha reemplazado el correr por caminar, para reducir el esfuerzo toma una clase de yoga en el Centro de Preparación para Nacimientos Lamaze y tiene conciencia de que debe ser cautelosa al ejercitarse en los calores del verano.

“Sufro más de recalentamientos ahora, que antes de estar embarazada”, dice. “He notado además, que en los días de calor tengo hinchazón en los pies, por lo que definitivamente tengo que relajarme, elevar mis pies y asegurarme de beber suficiente agua”.

Todas esas son buenas ideas para mujeres embarazadas que quieren mantenerse en forma y a salvo durante el calor del verano. Las mujeres embarazadas no solo tienen que evitar ejercicios porque hace calor, pero tienen que ser especialmente cuidadosas al regular la temperatura de sus cuerpos y los niveles de hidratación y tomar en cuenta los cambios en sus organismos, dice la Doctora Amy L. Tremper, instructora clínica del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.

“Es muy importante regular la temperatura durante los embarazos. Si su temperatura sube demasiado, pensamos que puede causar daño fetal”, dice. “Usted necesita no acalorarse tanto como lo haría normalmente, por lo tanto, trate de ejercitar más temprano, cuando el día aún es más frío. Manténgase hidratada. Piense en las maneras para disipar el calor, como vistiendo ropas holgadas y sudando”.

Con estas precauciones en mente, el ejercicio es vital para la salud de una mujer embarazada, dice Tremper.

“Para la salud, y el bienestar físico y mental, y la habilidad de mantener el embarazo bien y de manera cómoda, los ejercicios son un factor muy importante”, dice. “Le ayudarán a mantener el peso y también a prevenir y controlar diabetes gestacional (diabetes inducida por el embarazo). Lo ideal para las mujeres es subir entre 25 y 35 libras, y si aumentan su metabolismo con ejercicios seguramente les ayudará a no subir más que eso”.

Con las libras adicionales, una mujer embarazada puede sufrir problemas de balance, un centro de gravedad alterado y movimientos que son por lo general más lentos. Aunque los niveles de actividad disminuyan para la mayoría de las mujeres durante el tercer trimestre del embarazo, Tremper advierte que aún así es importante mantener algún nivel de ejercicios.

Nadar, es el ejercicio más recomendado, especialmente durante el verano, cuando las piscinas están abiertas. Uno de los beneficios principales, dice, es poder ejercitarse con muy poco o ningún impacto en el cuerpo.

“Cuando usted nada o hace ejercicios aeróbicos en el agua, es extremadamente beneficioso por la presión hidrostática, la presión que el agua ejerce sobre su cuerpo”, explica Tremper.

Las personas que corren regularmente, puede que tengan que reducir el ritmo y comenzar a caminar, aconseja la experta, y las clases aeróbicas de alto impacto pueden ser reemplazadas por las de bajo impacto.

Tremper recomienda colocar atención a la respiración mientras se ejercita porque la falta de aliento al ejercitarse ocurriría con toda probabilidad antes que lo usual, si está embarazada.

“Una de las razones es de alguna manera mecánica: mientras su útero crece empuja al diafragma y este alrededor de cuatro centímetros en el tercer trimestre”, dice. “Entonces, hay un poco menos espacio abajo y arriba. Hay espacio para expansión en los lados, y es por eso que muchas mujeres tienen dolores en las costillas, estas se expanden hacia los lados, para darles lugar a los pulmones”. Varias respiraciones profundas pueden ayudarle a aliviar la incomodidad.

Otros consejos
Manténgase hidratada. Mujeres embarazadas en todos los estados necesitan más líquidos, especialmente si se ejercitan en el calor.
Zapatos que calzan cómodamente son claves, ya que los pies de mujeres embarazadas tienen la tendencia de hincharse.
Vestir dos sujetadores deportivos al mismo tiempo puede aliviarle el dolor de ejercitarse, ya que los senos de las mujeres embarazadas, crecen.

Sea cautelosa al estirarse. Cuando una mujer está embarazada, una hormona causa que los ligamentos del cuerpo se suelten. Esto se produce para que la pelvis pueda abrirse más durante el alumbramiento, pero también puede soltar los ligamentos de las rodillas y las caderas. Mujeres embarazadas deben evitar estirarse hasta el punto de resistencia.

Controle los latidos de su corazón. Esté atenta a señales de mareo, exceso de calor, aumento en el cansancio y un latido del corazón en aumento o irregular.

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