Noticias

Estudio demuestra exitoso programa de prevención de VIH para juventud Latina

07/08/2006

ANN ARBOR, Michigan—Un programa de prevención del virus VIH elaborado especialmente para la cultura latina, puede ayudar en la reducción de conductas sexuales arriesgadas en adolescentes latinos, incluso tras un año de participar en un entrenamiento con esta finalidad, según un estudio realizado por investigadores de las universidades de Michigan y Pennsylvania.

Se necesitan intervenciones específicas para latinos para invertir las preocupantes tendencias entre sus adolescentes, dice Antonia Villarruel, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan, que realizó esta investigación con John B. Jemmott III, profesor de la Escuela de Comunicación Annenberg de la Universidad de Pennsylvania y Loretta S. Jemmott, profesora de la Escuela de Enfermería de esta última universidad.

La frecuencia del SIDA entre adolescentes y adultos latinos es tres veces más alta que para adolescentes y adultos blancos, según un estudio del año 2001. Entre los adolescentes latinos, la vía de transmisión más frecuente del virus VIH, es a través de contacto heterosexual.

La juventud Latina tiene más probabilidades que la de los blancos de tener relaciones sexuales múltiples y antes de los 13 años, según el Sistema Nacional de Control de Conductas de Riesgos en Jóvenes. Otros estudios han demostrado que los adolescentes latinos tienden a utilizar menos los condones que adolescentes afroamericanos o blancos.

Según Villarruel, que es directora del Centro para el Fomento de la Salud en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan, a pesar que existen pruebas de que las intervenciones sobre conductas, que toman en cuenta la cultura y edad, pueden ser efectivas, pocas intervenciones se han dedicado a los latinos o en estudios similares, otros grupos importantes como los latinos que predominantemente hablan español.

“Este estudio es una contribución importante para ayudar a los adolescentes latinos a disminuir conductas sexuales arriesgadas”, dijo Villarruel. “También ofrece pruebas a los profesionales en terreno sobre las formas de guiar y apoyar a adolescentes en la toma de decisiones en asuntos sexuales”.

La investigación incluyó a 553 adolescentes (249 hombres y 304 mujeres) que se identificaron a si mismos como latinos y estaban inscritos en tres escuelas secundarias u organizaciones comunitarias vecinales del área noreste de la ciudad de Filadelfia. Más de un 85% de los participantes eran de Puerto Rico, con casi la mitad nacidos fuera del territorio continental de EEUU. Los participantes tenían un promedio de edad de 14.9 años, y un 87% eran estudiantes entre los cursos octavo a onceavo. Más de un 40% informó haber tenido relaciones sexuales a lo menos una vez, con una edad promedio para la primera vez de 13.5 años.

Los estudiantes que participaron en el estudio “¡Cuídate!, Programa de Fomento de la Salud de la Juventud Latina” fueron asignados al azar a una de dos intervenciones. La primera, que era una promoción general de salud, presentó los valores culturales Latinos como un marco importante que apoya conductas positivas de salud, y se centró en mejorar la dieta, ejercicio y actividad física, mientras se reducía el consumo de tabaco, alcohol y drogas.

La segunda intervención fue el programa de prevención del virus VIH. Fue adaptado para jóvenes latinos de un currículo desarrollado anteriormente por Jemmott y su equipo de investigación en la Universidad de Pennsylvania, que llevaba el nombre “¡Enorgullécete! Sé Responsable!” Este programa, basado en varias teorías conductuales, enfatiza en la teoría de la abstinencia sexual y utilización de condones como métodos efectivos y culturalmente aceptados para prevenir enfermedades de transmisión sexual como el VIH.

Ambos programas eran similares en su longitud y formato y consistían en módulos de 50 minutos presentados de manera consecutiva durante dos sábados, e incluía discusiones en grupos pequeños, videos, ejercicios interactivos y actividades para mejorar ciertas habilidades.

En sondeos de seguimiento hasta un año después de estos programas, los adolescentes que participaron en el programa de intervención para combatir el virus VIH mostraron menos probabilidades de decir que habían mantenido relaciones sexuales, con parejas múltiples, pero mostraron una mayor tendencia, que los adolescentes que participaron en la clase general de fomento de la salud, a utilizar condones de manera uniforme.

Además, los adolescentes que participaron en el programaVIH que hablaban principalmente español tenían más probabilidades de haber utilizado un condón la última vez que habían mantenido relaciones sexuales y tenían una mayor proporción de sexo protegido.

Los estudiantes que participaron en el programa VIH que no tenían experiencia sexual al comienzo del estudio informaron haber tenido menos días de sexo sin protección que adolescentes similares, que participaron en el programa de fomento de la salud.
El estudio también demuestra que informar sobre abstinencia y condones en el mismo programa puede afectar a ambas conductas.

“Los efectos positivos de la intervención en adolescentes latinos que hablaban preferentemente español o que no tenían experiencia sexual demuestra de que deberíamos elaborar nuestros enfoques a grupos demográficos específicos”, dijo Villarruel. “Se necesita mucha más investigación con los adolescentes latinos para enfrentar las disparidades de salud en VIH/SIDA.”

El estudio será publicado en la edición de Agosto de Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, y fue financiado por el Instituto Nacional para la Investigación de Enfermería (En Ingés, National Institute of Nursing Research , NINR), parte de los Institutos Nacionales de la Salud.

Related Links:

Antonia Villarruel

U-M Centro para el Fomento de la Salud de la Escuela de Enfermería

Contacto: Vivianne Schnitzer

Teléfono: 1-734-763-0368