ANN ARBOR, Michigan—Más de la mitad de los hombres que padecen cáncer de la próstata de bajo riesgo, son sometidos a cirugías o tratamientos de radiación, a pesar de que un enfoque de espera y observación, sin terapia y vigilancia activa, habría sido una opción razonable, según un estudio difundido hoy, martes, del Centro Integral para el Cáncer de la Universidad de Michigan, U—M.
Para los hombres con cáncer a la próstata de menor agresividad, el balance entre los riesgos y los beneficios de un tratamiento inmediato con cirugía o radiación no siempre están claramente definidos. Investigaciones han mostrado que los hombres de mayor edad con cáncer a la próstata de bajo riesgo, que eligen la llamada espera con observación o sigilosa con toda probabilidad mueren por otras causas durante los veinte años después de haber recibido el diagnóstico de cáncer. Asimismo, cirugía y radiación para tratar cáncer a la próstata puede provocar complicaciones que van desde la disfunción eréctil, incontinencia urinaria y problemas digestivos
“Así como es considerado generalmente un error el tratar un cáncer a la próstata potencialmente fatal, por ser considerado inapropiado desde la perspectiva de la calidad de los cuidados, el exceso de tratamiento en el cáncer de próstata de bajo riesgo tampoco es en el mejor interés del paciente. Para algunos hombres con cáncer a la próstata en estadio temprano, terapias de cirugía o radiación pueden traer efectos negativos importantes, sin los beneficios de la supervivencia”, dice el autor del estudio John T. Wei, Profesor asociado de Urología en la Escuela de Medicina de la U—M.
El estudio aparece en la edición de hoy de la Revista del Instituto Nacional del Cáncer (En Inglés, Journal of the National Cancer Institute).
Los investigadores estudiaron a 64,112 hombres con el diagnóstico de cáncer a la próstata en estadio inicial, utilizando el registro del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (en Inglés, Surveillance, Epidemiology and End Results, SEER registry). Los hombres fueron divididos en categorías de alto riesgo o bajo riesgo, basándose en las características de sus tumores. Entre los 24,835 hombres con cáncer de bajo riesgo, un 55 por ciento fueron tratados inicialmente con cirugía o radiación, lo que sugiere que los tratamientos agresivos son bastante comunes incluso entre hombres en los que un enfoque de espera con observación es una opción viable.
Los investigadores descubrieron que entre los hombres con cáncer de bajo riesgo, los que tenían menos de 55 años, tenían más probabilidades de ser tratados con cirugía versus una espera con observación. En contraste, los hombres entre los 70—74 años, tenían más probabilidades de ser tratados con radiación en vez de elegir la vía de esperar. Desde el año 2000 hasta el año 2002, más de 13,000 hombres con cáncer de bajo riesgo recibieron tratamiento con cirugía o radiación a los pocos meses después del diagnóstico. Entre este grupo, los pacientes mayores de 70 años, con tumores de grados medianos, tenían más probabilidades de recibir potencialmente cirugías o radiación innecesarias durante el primer año tras recibir el diagnóstico.
“Hay numerosos hombres que padecen de cáncer a la próstata que se beneficiarán de un tratamiento temprano con terapia de cirugía o radiación. Sin embargo, el cáncer a la próstata no es una condición igual para todos y ahora sabemos que muchos hombres tienen un diagnóstico de cáncer de crecimiento lento que lo hace improbable de cuasar síntomas o que sean fatales. Debido a que los pacientes promedios muy a menudo tienen efectos secundarios pesados de la cirugía o radiación, es importante evaluar las barreras de una mayor utilización de las estrategias de la administración de espera, incluidas la vigilancia activa, especialmente entre este numeroso grupo de hombres con cáncer de bajo riesgo” dice otro autor del estudio, David C Miller, catedrático adjunto en la U—M e investigador de urología oncológica en la Escuela de Medicina David Geffen de la Universidad de California ( UCLA).
“Basándonos en información de este estudio, resulta claro que el número de pacientes de bajo riesgo que recibe una terapia inicial agresiva, no es trivial y nos tenemos que hacer la pregunta si es demasiado tratamiento para estos hombres”, continua Miller. “Deberíamos continuar investigando las preferencias de nuestros pacientes sobre los diferentes tratamientos para cáncer a la próstata en estado inicial y educarlos mejor sobre toda la gama de opciones, incluso lo adecuado que puede resultar una vigilancia inicial activa en muchos de los casos de bajo riesgo”.
Los autores informan que para numerosos hombres con cáncer de bajo riesgo existe una opción de tratamiento potencialmente atractiva, llamada la vigilancia activa. Construir sobre el concepto tradicional de espera y observación, la vigilancia activa incluye controles frecuentes del tumor sin tratamiento inmediato. La vigilancia activa ayuda a los médicos a distinguir entre cánceres más agresivos y menos agresivos, mejorando la habilidad de identificar las mejores formas de tratamiento para el paciente, sea cirugía o radiación.
Alrededor de 234,000 hombres serán diagnosticados con cáncer de próstata este año, y 27,350 morirán por la enfermedad, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Más información sobre cáncer de próstata en español
http://www.cancer.med.umich.edu/learn/prospsas.htm
http://www.med.umich.edu/1libr/aha/aha_prosspan_spa.htm
http://www.cancer.med.umich.edu/prevention/psa_screening_espanol.shtml
Además de Wei y Miller, otros autores de la U—M son Stephen GruberPh.D., Profesor asociado de medicina Interna, epidemiología y genética humana; Brent Hollenbeck, Profesor Adjunto de Urología; y James Montie, M.D., Profesor de Urología Oncológica y Director de Urología.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud.
Referencia Journal of the National Cancer Institute, Vol. 98, No. 16.
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