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Fracasos empresariales son positivos para la economía

23/08/2006

ANN ARBOR, Michigan.—La mayoría de los negocios nuevos fracasan y esto es positivo para la economía según un profesor e investigador de la Escuela de Economía Ross de la Universidad de Michigan.

Más de un 80 por ciento de las nuevas compañías en EEUU terminan fracasando y alrededor de un 10 por ciento de todas las empresas estadounidenses cierran anualmente. Sin embargo estos fracasos, fomentan beneficios económicos reales, dice Hart Posen, Profesor Ayudante de Estrategia Económica.

“Nuestra pregunta es si los esfuerzos de estos empresarios fallidos son en vano”, dice Posen. “Representan sus esfuerzos sólo pérdidas privadas o las ganancias públicas pueden compensarlas?”

Posen y su colega Anne Marie Knott de la Universidad de Washington en San Luis, estudiaron el impacto económico de compañías que fracasaron en la industria de la banca comercial en 50 estados y en el distrito Columbia entre los años 1984 al 1997. Eligieron el área bancaria porque es altamente fragmentada, tiene un componente importante de información y está marcada por pérdidas sustanciales.

Descubrieron que entre más firmas entran al mercado, mayores son las posibilidades de que compañías establecidas, que funcionan pobremente, desaparezcan, lo que sugiere que el fracaso es solamente un subproducto del fenómeno de la entrada excesiva.

Además, la competencia por un exceso de nuevas compañías, incluso aquellas que eventualmente fracasan, lleva a innovaciones y ganancias en la eficiencia administrativa y productiva de las compañías, dicen.

Esto sucede por dos razones. Primero, exceso de entrada al mercado, lo que lleva a una disminución en los márgenes de precios, e incita a las firmas de la competencia a innovar y reducir los costos a largo plazo. Segundo, los conocimientos producidos por las firmas fracasadas, si bien se pierden para el uso dentro de las mismas, pueden ser absorbidos por compañías supervivientes a través de un efecto de excedente.

“Estos excedentes adquieren muchas formas—gastos en publicidad que aumentan la demandan de ese tipo de productos, mejoras en la tecnología ofrecida por la industria y entrenamiento de empleados”, dice Posen. “Mientras estos excedentes ocurren incluso en la ausencia de fracasos, el exceso de entrada puede crear una base más grande de volumen en el que el que ocurre el aprendizaje acumulativo”.

Posen y Knott dicen que a pesar de que políticas para ofrecer subsidios y fomentar nuevas compañías pueden ser positivas para la economía, una consideración importante es si los beneficios económicos y sociales ganados por el exceso de nuevos negocios superan a las pérdidas privadas incurridas por las firmas que fracasan. La respuesta, dicen los investigadores, es sí.

Entre los alrededor de 800 nuevos bancos comerciales que entraron al Mercado y fracasaron durante el periodo de observación de 13 años del estudio, los beneficios promedio fueron un total de más $15 millones de dólares por compañía. Entre las más de 600 compañías que se fusionaron durante ese periodo, los beneficios promedio excedieron los $19 millones por compañía. Sólo las 150 compañías que fracasaron durante el periodo de observación tuvieron pérdidas netas, que llegaron a un promedio de $1.3 millones por compañía.

Aún más, cada compañía que fracasó, generó reducción de costes en las compañías supervivientes, de un promedio de 1.3 por ciento anual. Esto se traduce en una reducción total anual de costes entre las compañías supervivientes de más de $7 millones por cada compañía que entra al mercado y después fracasa.

“En promedio, entradas fallidas de banca comercial no producen pérdidas privadas. De hecho, arrojan beneficios netos”, dice Posen. “Los beneficios privados, sumado a los efectos positivos en los costes de supervivientes indican que las compañías que fracasan pueden fomentar el bienestar social”.

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