ANN ARBOR, Michigan— Incendios forestales despiden más mercurio a la atmósfera de lo reconocido anteriormente, según una investigación realizada por un equipo multidisciplinario de la Universidad de Michigan, U—M. El estudio, que tiene consecuencias para la administración forestal, será publicado en la próxima edición de la revista Global Biogeochemical Cycles.
Abir Biswas, autor principal del estudio, tuvo la idea de realizar la investigación cuando se encontraba en el campamento Davisde la U—M cerca de Jackson Hole, en Wyoming. Ese verano, hubo numerosos incendios propagándose de manera descontrolada alrededor del campamento y la estación estaba invadida por el humo. Al mismo tiempo, Biswas leyó un artículo científico sobre el posible papel de los incendios forestales en las emisiones globales de mercurio.
“Estaba allí, observando incendios forestales alrededor de nuestro campamento y parecía el lugar ideal para estudiar el problema,” dice.
Anteriormente, investigadores habían estudiado el mercurio despedido por incendios forestales en otras partes del mundo volando a través del humo, tomando muestras del aire y analizando su contenido de mercurio. “Estoy interesado en la geoquímica de la superficie de la tierra y quería enfrentar el asunto de manera distinta,” dice Biswas.
Durante los dos veranos siguientes, bajo la dirección de Joel Blum, profesor de la U—M, Biswas recogió muestras esenciales de suelo del bosque de áreas quemadas y no quemadas utilizando secciones de cañerías con punta en un extremo para obtener muestras cilíndricas. Él y Blue tomaron muestras diarias en el Campamento, midiendo mercurio y vestigios de metales— que ofreció a los científicos un cuadro de la historia atmosférica en la que se produjeron los incendios.
Los bosques actúan como trampas de mercurio porque el mercurio en la atmósfera— generado por fuentes humanas y naturales como plantas de energía de carbón e incineradores municipales de basura— se acumula en el follaje. Cuando el follaje muere, cae en el suelo del bosque, se descompone y el mercurio penetra al suelo. Porque se une tan fuertemente a moléculas orgánicas, el mercurio es más común en la superficie superior de la tierra, donde se concentra la materia orgánica. Al comparar el contenido de mercurio en el suelo quemado con el del suelo sin quemar, los investigadores pudieron calcular cuanto mercurio se despide cuando se queman los bosques.
Descubrieron que el tipo de árboles en el bosque y la gravedad del incendio influyó en la cantidad de mercurio despedido. El tipo de árboles es importante porque algunas especies ocupan más mercurio de la atmósfera que otros, llevando a más acumulación de mercurio en el suelo antes del incendio.
Basándose en su análisis del área del bosque y arbustos quemados anualmente en los Estados Unidos, los investigadores calcularon que los incendios descontrolados e intencionales son responsables de un 42 por ciento de las emisiones de mercurio en EEUU.
Entender el papel que juegan los incendios en las emisiones de mercurio es especialmente importante debido a que las predicciones aseguran de que los incendios forestales aumentarán, mientras el calentamiento global transforma ciertas áreas de la tierra en regiones más calientes y secas, dice Blum, que es Profesor de Ciencias Geológicas y Director del Campamento Davis.
Los resultados también tienen consecuencias en el manejo de incendios forestales, dice Biswas. “Cuando usted deja los incendios libremente en un área que han sido suprimidos por mucho tiempo, como sucedió en el incendio de Yellowstone en el año 1988, los incendios terminan quemando una gran área que ha acumulado mercurio por un largo periodo de tiempo, por lo que se despide muchísimo mercurio. En contraste, cuando se permite que los incendios ocurran en sus ciclos naturales de 50 a 100 años se termina con incendios más frecuentes y menos severos, lo que despide menos mercurio al suelo. Por lo tanto, el actual cambio en la práctica de contener incendios dejando arder a algunos de ellos sugiere que para el futuro inmediato puede haber numerosos incendios con altos índices de emanaciones de mercurio, pero que en el futuro, la cantidad de mercurio despedida por estos incendios debería reducirse”.
Estudios sobre las fuentes y futuro de la polución por mercurio son críticos, dice Blum, porque este es un problema que no termina aquí. “Una vez que el mercurio empieza a ser emitido y queda depositado en el bosque, vuelve a ser emitido y depositado y así sucesivamente. La herencia de la polución por mercurio estará con nosotros por mucho tiempo”.
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