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Mujeres más pobres reciben dosis reducidas de quimioterapia, según estudio

18/01/2007

ANN ARBOR, Michigan— Pacientes que padecen de cáncer de mama, más pobres y menos educadas tienen más posibilidades de ser tratadas con dosis reducidas de quimioterapia, según una investigadora del Centro Oncológico Integral de la Universidad de Michigan, UM.

Asimismo, mujeres severamente obesas, tienen cuatro veces más posibilidades de ser tratadas con dosis reducidas de quimioterapia. Los médicos calculan las dosis de quimioterapia para cada paciente basándose en su altura y peso.

El estudio evaluó a 764 mujeres inscritas en el Registro del Grupo de Estudio de Cáncer Conciencia de Neutropenia un centro de estudios en etapa de organización que investiga a pacientes que inician quimioterapia. Los investigadores estudiaron a mujeres con cáncer de mama en etapa inicial que estaban empezando tratamientos de quimioterapia. Las participantes del estudio se inscribieron en 115 hospitales y médicos a través del país.

Los resultados de la investigación se publican en la edición del 20 de Enero de la revista Journal of Clinical Oncology.

Los autores del estudio utilizaron las estadísticas del Censo de EEUU y los códigos postales de las mujeres afectadas para asignar a cada una de ellas un ingreso promedio, un estatus de pobreza y un nivel de educación. También se reunió información sobre los logros educacionales de las mujeres. Los investigadores calcularon la dosis de quimioterapia estándar, basándose en la altura y peso de cada mujer, y la compararon con la que recibió cada una de ellas al iniciar el tratamiento. Se calificó de “dosis reducida” a aquellas que recibieron un 85 por ciento o menos de la dosis esperada estándar, basada en su peso y altura.

Los investigadores descubrieron que los médicos tenían una mayor tendencia a reducir las dosis de quimioterapia en pacientes con sobrepeso y en aquellas con menos educación y que vivían en áreas con códigos postales con un promedio de ingreso más bajo y mayores índices de pobreza. Pacientes con obesidad severa tenían cuatro veces más posibilidades de recibir una dosis reducida y mujeres con menos que una educación secundaria tenían tres veces las posibilidad de tener una reducción de dosis.

Los investigadores sugieren de que cuando se trata de pacientes obesos de que los médicos reducen las dosis de quimioterapia porque no quieren dar a esos pacientes la dosis extrema que indica su peso. La motivación surge para evitar efectos secundarios dañinos y severos. En el caso de los pacientes de un nivel socioeconómico más bajo, los médicos pueden haber anticipado la actitud del paciente frente al tratamiento, sospechan los investigadores.

“Nuestra especulación es que los médicos se preocupan sobre la capacidad de los pacientes de tolerar los efectos secundarios de la quimioterapia y la incertidumbre del médico sobre la intolerancia del paciente, aumenta con una mayor distancia social. También podemos preguntarnos porque estamos dispuestos a suministrar una dosis completa a alguien con más educación. Puede ser que negociar los efectos secundarios y la continuación de las dosis de tratamiento sea más fácil cuando hay una cultura común,” dice la autora principal del estudio Jennifer Griggs, profesora de Medicina Interna de la Escuela de Medicina de la UM. Griggs estaba en la Universidad de Rochester, en Rochester, N.Y., cuando finalizó esta investigación.

Estudios anteriores han mostrado una conexión entre la obesidad y dosis reducidas de quimioterapia. La investigación de Griggs es la primera que también evalúa el estatus socioeconómico.

Una dosis reducida de quimioterapia puede reducir la efectividad del tratamiento y la prevención para que el cáncer de mama no se repita. Las mujeres que buscan tratamiento para cáncer de mama pueden defender la utilización de dosis completas de quimioterapia expresando su compromiso con el tratamiento, sugiere Griggs.

“Un paciente puede decirle a su médico que su compromiso es total con el tratamiento y en particular, con dosis completas de quimioterapia. No creo que sea responsabilidad de los pacientes el garantizar que reciban dosis intensas, pero los médicos pueden sentirse más cómodos al dosificar la quimioterapia de manera completa cuando tienen la garantía de que la paciente está comprometida al tratamiento,” dice Griggs, miembro de Centro Oncológico Integral de la UM.

Alrededor de 214,640 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama este año. Para más información sobre cáncer de mama, visite www.mcancer.org o llame a la línea de Cáncer en el 800— 865— 1125.

Además de Griggs, otros autores del estudio incluyen Eva Culakova, Ph.D., de la Universidad de Rochester; Melony E.S. Sorbero, Ph.D., MPH, RAND Corporation; Michelle van Ryn, Ph.D., MPH, de la Universidad de Minnesota; Marek S. Poniewierski, M.D., Universidad de Rochester; Debra A. Wolff, Universidad de Rochester; Jeffrey Crawford, M.D., Centro Médico de la Universidad de Duke; David C. Dale, M.D., Universidad de Washington; Gary H. Lyman, M.D., MPH, Universidad de Rochester.

Referencia: Journal of Clinical Oncology, Vol. 25, No. 3.

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