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Controle el reflujo gastroesofágico para prevenir el cáncer del esófago

13/07/2007

Aumento en la obesidad vinculado a aumento en cáncer de esófago

ANN ARBOR, Michigan— Durante la mayoría de su vida adulta, Jim Bonnel, de 49 años sufría del reflujo gastroesofágico, pero nunca pensó que su condición era peligrosa hasta que le diagnosticaron con cáncer de esófago.

Bonnell no sabía que el reflujo gastroesofágico crónico le provocó una condición llamada el Esófago de Barrett, que aumenta considerablemente el riesgo para desarrollar cáncer de esófago. El Esófago de Barrett es una condición en la que las células del forro del esófago bajo cambian por la exposición repetida al ácido del estómago. Normalmente, el forro del esófago es similar al de la boca (mucosa pavimentosa), pero con la condición de Barrett, el cuerpo reemplaza el forro normal del esófago por uno similar al que se encuentra en los intestinos.

“No habían síntomas que indicaran que yo tenía cáncer de esófago,” dice Bonell. “Antes de que se me diagnosticara, mi reflujo gastroesofágico había empeorado.”

Los casos del cáncer de esófago siguen en aumento y probablemente se deba al aumento de la obesidad, dice Mark B. Orringer, profesor y director de cirugía torácica en el Sistema de Salud en la Universidad de Michigan, UM. A menudo la obesidad causa una hernia de hiato y un reflujo gastroesofágico asociado.

Siempre ha sido difícil pronosticar el cáncer de esófago. Sin embargo, gracias a la información y conciencia pública en aumento de que el reflujo gastroesofágico puede tener complicaciones muy graves, el descubrimiento precoz y pruebas y tratamientos mejores, muchos pacientes como Bonnell vencen la batalla contra este cáncer que inicialmente es silencioso.

Bonnell se ha beneficiado de algunos avances quirúrgicos desarrollados y perfeccionados en la UM. Tradicionalmente, los pacientes que necesitaban que sus esófagos fueran extirpados por el cáncer de esófago o por padecer de esófago de Barrett requerían una cirugía invasiva, que exigía abrirles el pecho y el abdomen.

Pero Orringer y sus colegas desarrollaron un procedimiento llamado la esofagectomía transhiatal, en el cual se extirpa el esófago a través de incisiones en el abdomen y el cuello, sin necesidad de abrir el pecho.

Una vez que se ha extirpado el esófago, el estómago se libera de los acoplamientos que lo sujetan en el vientre y es empujado hacia arriba a través del pecho. Después se conecta el estomago al lo que queda del esófago, en el cuello.

El riesgo de infección se reduce considerablemente con este procedimiento porque si ocurre cualquier escape dentro de la conexión en el área del cuello, la infección drena externamente y no en el pecho. Además, evitando el corte tradicional en el pecho, también baja la posibilidad de que se desarrolle pulmonía.

“En un estudio reciente de más de 2,000 pacientes sometidos a la esofagectomía transhiata en la UM, sólo un 1 por ciento murió; es decir, fallece una persona de cada 100 operaciones. Cuando me hice un miembro de la facultad en 1973, la mortalidad para la esofagectomía llegaba hasta 20 por ciento en muchas instituciones,” explica.

Este desarrollo en el tratamiento quirúrgico es importante cuando se considera el aumento dramático de los casos de cáncer probablemente causados por la obesidad y reflujo gastroesofágico. Hace veinte años, el tipo más común del cáncer de esófago era un cáncer que se encuentra en la mucosa pavimentosa, que forra el esófago normal.

Pero en los últimos 10 a 15 años ha aumentado en un 350 por ciento el adenocarcinoma en el esófago, un tipo de cáncer que se vincula a los cambios celulares, distintivo del Esófago de Barrett. Actualmente es la forma más común del cáncer de esófago y afecta al 80 a 90 por ciento de pacientes. Este aumento de adenocarcinoma de esófago compite con el aumento de la obesidad.

Cinco consejos para prevenir el esófago de Barrett y el cáncer de esófago.

1. Baje de peso. La obesidad puede causar una hernia de hiato y el reflujo gastroesofágico, responsables de un aumento en las cifras del cáncer de esófago. Hable con su doctor y pida un plan para bajar de peso mediante una dieta y ejercicio regular.

2. No se acueste después de comer. Para los que padecen de reflujo gastroesofágico, la válvula entre el esófago y el estómago no funciona correctamente, lo cual deja que los contenidos del estómago entren al esófago. Acostarse puede empeorar este problema y crear acidez del estómago durante la noche. Asegúrese de comer temprano y que su estómago este vació antes de acostarse.

3. Duerma en una pendiente. Acostarse puede exacerbar el reflujo gastroesofágico. Coloque las almohadas para que su cabeza y pecho estén en posición elevada mientras duerme. El ácido del estómago, como el agua, no fluye hacia arriba.

4. Tome un antiácido. Neutralice el ácido del estómago antes de que suba al esófago.

5. Hable con su doctor. Si tiene una historia médica de reflujo, hable con su doctor sobre el Esófago de Barrett, la condición que aumenta su riesgo a desarrollar cáncer. Aunque se controlen los síntomas del reflujo gastroesofágico, podría correr el riesgo. La única manera de diagnosticar el Esófago de Barrett es con una endoscopia y biopsia. Se puede curar el cáncer de esófago si se diagnostica a tiempo.

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