ANN ARBOR, Michigan— Casi dos tercios de los analistas de Wall Street reciben favores profesionales de ejecutivos corporativos, que se aseguran así mejores clasificaciones de sus compañías, asegura un profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Michigan, UM.
Un nuevo estudio realizado por James Westphal, profesor de estrategia en la Escuela de negocios Ross de la UM y su colega Michael Clement de la Universidad de Texas reveló que entre más una compañía se equivoca en su proyección de beneficios, más favores ofrecen los ejecutivos de la compañía a los analistas que cubren la firma.
“Hablamos de un fenómeno que no es tan descarado como el soborno y no tiene una recompensa inmediata, como es el caso de tener información específica privilegiada,” dice Westphal. “Pero es más excesivo que hacer vida social.”
El estudio, basado en un sondeo realizado a 1,800 a analistas de capital y cientos de ejecutivos entre los años 2001 y 2003, revela que un 63 por ciento de los analistas recibe favores de los ejecutivos jefes, ejecutivos jefes financieros y otros directores corporativos, a un promedio de tres favores por persona en periodos que van entre un mes a un año.
Los favores ofrecidos a los ejecutivos incluyen desde establecer el contacto entre el analista con un ejecutivo de una compañía rival (28 por ciento de los analistas recibieron este tipo de favor), ofrecer consejos para sus carreras profesionales (20 por ciento) , aceptar reunirse con un cliente del analista (13 por ciento) , ofrecer consejo en asuntos personales (11 por ciento), retransmitir información de la industria (10 por ciento) , recomendar a un analista para el empleo (8 por ciento) ayudar al analista a ganar acceso a un club privado o a una organización no profesional (6 por ciento).
Los favores parecen ser altamente efectivos dicen Westphal y Clement. Los analistas que reciben dos favores mostraron un 50 por ciento menos posibilidades de degradar una compañía tras bajos resultados en el mercado. Aún más, ante una adquisición de diversificación, una gestión, que en general es reprobada por Wall Street, porque mueve a una compañía lejos de sus mercados esenciales, el ofrecer favores reduce la posibilidad de que la compañía sea degradada en un 65 por ciento.
En general, Westphal dice que en entrevistas que el realizó con analistas el detectó que no había ni un mínimo sentido de maldad por haber aceptado favores de ejecutivos de compañías sobre las que tenían que emitir juicios desinteresados para los que recibirían además un salario.
“Existe un cierto prestigio en recibir favores de ejecutivos importantes,” dice. La opinión general es al parecer que es algo positivo porque ayuda a encontrar información de valor sobre la compañía.
“Lo fundamental es que el otorgamiento de favores a analistas es una práctica ampliamente utilizada y que al parecer compromete el valor de la guía que estos expertos ofrecen a inversores. Aunque no haya una solución simple al problema, nuestros descubrimientos sugieren que esto debe ser tomado seriamente, ya sea por la industria del sector o por el gobierno”.
El estudio, “Dinámicas Sociopolíticas en las Relaciones entre Altos Ejecutivos y Analistas de la Bolsa: Otorgamiento de favores, Reciprocidad y Recomendaciones del Analista de la Bolsa” será presentado en la reunión de la Academia de Administración en Filadelfia entre el 5 y el 8 de Agosto.
Ref en Inglés: “Sociopolitical Dynamics in Relations Between Top Managers and Security Analysts: Favor Rendering, Reciprocity and Analyst Stock Recommendations,”
Academy of Management meeting in Philadelphia Aug. 5— 8.
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