Noticias

Éxito escolar precoz protege contra uso de drogas en la adolescencia y edad adulta

05/10/2007

ANN ARBOR, Michigan— Los adolescentes con éxito en la escuela tienen menos probabilidades de fumar, beber alcohol o consumir drogas. Sin embargo, ¿Qué viene primero? ¿El consumo de drogas o el fracaso en la escuela?

Un nuevo libro de investigadores del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, UM (En Inglés, Institute for Social Research ISR) ofrece una respuesta. Los modelos de éxito o fracaso educacional se establecen para la mayoría de los adolescentes cuando llegan a finales de octavo grado, mientras que el uso de drogas sólo comienza a partir de esa etapa.

Cuando emergen más oportunidades para el uso de sustancias, los estudiantes con éxito escolar tienen menos probabilidades de engancharse en tales comportamientos, mientras que los estudiantes que fracasan, tienen más probabilidades de hacerlo, advierten los investigadores.

“El nivel de notas a finales del Octavo año se vincula a fumar en ese momento y son un fuerte pronóstico para fumar en el futuro” dice Jerald G. Bachman, psicólogo social del ISR. “Por ejemplo, prácticamente ninguno de los estudiantes con un promedio de A fumaban diariamente a los 14 años, mientras que más de un cuarto de los estudiantes con notas D o más bajas, sí lo hacían. A los 22 años, la mitad de los estudiantes con notas D se habían convertido en fumadores diarios, en relación a alrededor de sólo un cuarto de aquellos que tenían una nota A en el octavo año”.

Los psicólogos siguieron una muestra nacional de más de 3,000 jóvenes durante ocho años desde la mitad de la adolescencia, a los 14 años, hasta el comienzo de la edad adulta, en general a los 22 años. Ese es el periodo en que alguna gente joven abandona la escuela, se gradúan o muchos continúan su educación en universidades. También es un periodo en el que muchos experimentan con cigarros, alcohol y drogas ilícitas y algunos se convierten en consumidores regulares de estas sustancias.

“Lo bonito de seguir a individuos a través de este periodo clave de maduración es que podemos observar que eventos son los que vienen primero, y esto constituye una prueba importante sobre cuáles son las causas de de cada cosa,” dice Bachman.

Bachman es el autor principal de “La Conexión entre la Educación y el uso de Drogas: Cómo éxitos y fracasos en la escuela se relacionan con fumar, beber, uso de drogas y delincuencia en adolescentes” publicado en Septiembre por la Casa editorial Lawrence Erlbaum Associates/Taylor & Francis. Otros autores del estudio son los investigadores sociales de la UM Patrick M. O’Malley, John E. Schulenberg, Lloyd D. Johnston, Peter Freedman— Doan, y Emily E. Messersmith.

El libro presenta un nuevo grupo de descubrimientos del Proyecto Observando el Futuro del ISR que ha estudiado el uso de drogas en jóvenes y adultos por más de 30 años. Los nuevos se basan en una muestra nacional amplia de adolescentes que fueron entrevistados por primera vez en octavo año de la escuela en el año en tres grupos distintos en 1991, 1992 y 1993 y luego se completaron una serie de entrevistas de seguimiento con intervalos de dos años.

Los investigadores descubrieron que los efectos más fuertes y más largos del éxito educacional precoz no son el beber o consumir drogas ilícitas, pero el uso de cigarrillos.

Los índices de fumadores también se vinculan fuertemente con logros educacionales posteriores. A los 22 años, la mitad de todos los que abandonaron la Escuela Secundaria fumaban diariamente, en relación a uno entre cinco fumadores de los que habían cursado tres o más años en la universidad. Otra investigación longitudinal del proyecto Observando el Futuro muestra que incluso tan tarde como a los 40 años, los adultos con tres o más años de universidad tenían sólo un tercio de posibilidades de fumar todos los días en relación a los que sólo habían completado la escuela secundaria.

Los investigadores también descubrieron que experiencias educacionales tempranas como malas notas, suspensiones o expulsiones de la escuela pronostican el uso de drogas ilegales como marihuana y cocaína.

Pero los efectos de fracasos educacionales en el uso de marihuana o cocaína eran menores y no tan duraderos como el impacto producido por cigarrillos.

“Cuando los adultos llegaban a los 40 años, por ejemplo, menos de un 10 por ciento informó que había consumido marihuana en los últimos 30 días, el uso de cocaína fue mucho más bajo y ninguna de estas sustancias mostró mucha diferencias en cuanto a los logros educacionales,” dice Bachman.

Como el consumo de cigarrillos, el consumo de alcohol se inicia temprano. Involucra a proporciones más grandes de adolescentes, pero por lo general es de uso mucho menos intenso.

“A los 14 y 16 años, el beber es más probablemente entre estudiantes que no tienen buenas notas en la escuela. Pero a los 20 años, los estudiantes universitarios sobrepasan a los estudiantes menos educados de su edad en el uso de alcohol especialmente en ocasiones en las que se bebe fuertemente” dice el informe. Investigaciones anteriores de Observando el Futuro revelaron que el consumo intenso de alcohol por estudiantes universitarios se vincula claramente a su estilo de vida mientras están en la Universidad. Estudiantes universitarios tienen más probabilidades de vivir fuera de los hogares de sus padres y también tienen más probabilidades de atrasar el matrimonio y tener hijos, que aquellos de su misma edad que no están en la Universidad. “Cuando llegan a los 30 años, los adultos con educación universitaria tienen menos probabilidades que el promedio de ser muy bebedores”.

Resumiendo la amplia gama de resultados, el autor informa que “los adolescentes que no se ajustan muy bien a la escuela tienen disposición a involucrarse en una variedad de problemas de comportamiento, incluidos delincuencia, fumar, beber y uso de drogas prohibidas”.

Sin embargo, de todos estos problemas de comportamiento en los adolescentes, el uso de cigarros es el que más obstinadamente se resiste a cambios.

Bachman no lo considera sorprendente.

“A finales de la escuela secundaria, los fumadores típicos, fuman varias veces al día, en una relación que excede a lo que se considera típico en el consumo de otras substancias y esto establece los cimientos para una vida entera de dependencia,” dice. “Desgraciadamente, fumar puede acortar sustancialmente la vida”.

Los investigadores evaluaron un agama de factores que pueden afectar el éxito educacional y el abuso de sustancias. Entre los más importantes se incluyen la educación de los padres, la participación de los padres en las tareas y la presencia de dos padres en la casa. Todos estos factores influyen en éxito del rendimiento escolar de los estudiantes y también influyen de manera directa e indirecta si el estudiante consumo drogas.

Los investigadores también evaluaron factores como el origen étnico y raza, si los estudiantes eran de áreas rurales o urbanas. A pesar de que estos factores mostraron alguna relación con el uso de sustancias y logros educacionales, fueron vistos separadamente de la conexión educación y uso de drogas de la que se informa en el libro.

Además, los autores evaluaron la delincuencia a los 14, 16 y 18 años y encontraron que era parte de un “síndrome de comportamiento problemático o desviación general”. Por ello, incluyeron los índices de delincuencia como factores claves en su análisis sobre la conexión entre la educación y el uso de drogas.

Los autores destacaron las consecuencias de su investigación para las políticas educacionales de la siguiente manera: “Hay numerosas razones para fomentar en adolescentes y pre adolescentes su rendimiento en la escuela, y ayudarlos a tener bienestar. Los beneficios económicos y culturales a largo plazo de una buena educación, son ampliamente apreciados. Los descubrimientos de esta investigación sugieren que hay un tipo de beneficio adicional: “El éxito educacional temprano ofrece una protección considerable contra una amplia gama de comportamientos problemáticos, incluidos la delincuencia, fumar, beber y el uso de drogas ilícitas”.

“En general, el uso de sustancias parece ser generalmente un síntoma, más que una causa, de un ajuste académico malo, aunque uno pueda fácilmente imaginarse ejemplos específicos de lo contrario,” explican..

“Es Probablemente una ilusión suponer que el reducir el uso de sustancias en adolescentes llevará a un aumento sustancial en el éxito educacional. En vez de eso, hay que hacer todo lo posible para mejorar los éxitos educacionales de niños y adolescentes y tendrá probablemente un beneficio adicional de mucho valor en la reducción del abuso de sustancias”.

Los autores advierten que no ven los resultados de su estudio “como una razón para reducir los esfuerzos en el uso de sustancias de adolescentes. Hay más que suficientes rezones para evitar su uso, aunque no veamos más allá que las consecuencias potenciales para la salud. Lo que nuestros descubrimientos sugieren es esto: Una manera especialmente importante para reducir o prevenir el uso de sustancias en adolescentes es ayudarlos a tener éxito en las escuelas y hacerlo muy bien antes de que lleguen a la adolescencia”.

El Instituto de Investigación Social (Institute for Social Research, ISR) se fundó en el año 1948 y es una de las organizaciones más antiguas del mundo en la investigación de sondeos de opinión. El ISR es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de metodologías de Ciencias Sociales. El ISR realiza estudios que son ampliamente citados en el país e internacionalmente, incluidos los Sondeos de opinión de Actitudes del Consumidor y Estudios sobre elecciones nacionales en EEUU, entre otros. Para más información sobre el ISR, visite: www.isr.umich.edu

Related Links:

Monitoring the Future

Instituto de Investigación Social

Contacto: Diane Swanbrow

Teléfono: (734) 647-4416

O

Contacto: Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Archivado En:
, ,