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Veteranos de guerra blancos y más jóvenes, que abusan de drogas o alcohol sufren de un mayor riesgo de suicidio

30/10/2007

ANN ARBOR, Michigan— El estudio más amplio y actualizado sobre suicidios en veteranos de guerra deprimidos arrojó importante nueva información que puede ayudar a evaluar y tratar a todos los veteranos afectados.

Publicado por línea hoy, martes, la investigación, que evalúa a más de 800 mil afectados a nivel nacional, descubrió que los pronósticos de suicidio entre veteranos en tratamiento de depresión son distintos a los de la población general, y afecta a más hombres blancos no— hispanos y más jóvenes, que son el grupo que corre el mayor riesgo.

Asimismo, los veteranos de guerra hospitalizados por razones psiquiátricas el año antes de ser diagnosticados de depresión, que padecen de problemas de abusos de sustancias, también sufren un mayor riesgo de suicidio. Sorprendentemente, aquellos de más edad, diagnosticados con trastorno de estrés postraumático, trastorno de estrés post traumático (PTSD por su sigla en inglés), presentaron menores índices de suicidio que aquellos sin diagnóstico de PTSD quizás porque las posibilidades de recibir atención médica a través de los centros de cuidados sanitarios de la Oficina de Veteranos o a través de los Programas de PTSD de la Oficina de Veteranos.

A pesar de que el estudio no compara directamente poblaciones de veteranos guerra y población general en tratamiento para depresión, el estudio confirma que los índices de suicidio eran muy altos entre veteranos deprimidos en el periodo que se realizó la investigación entre los años 1999 a 2004 acentuando la necesidad de iniciativas recientes adoptadas por la Oficina de Asuntos de Veteranos (VA por su sigla en inglés).para prevenir suicidio.

La investigación, realizada por investigadores del Sistema de Cuidados de Salud de la Oficina de Salud de Veteranos de Ann Arbor (Michigan) y del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (UM) y el Centro de Depresión de la misma universidad será publicado en la edición de Diciembre del American Journal of Public Health dedicado a temas de veteranos.

Los investigadores analizaron información integral de 807.694 veteranos de guerra de todas las edades con diagnostico de depresión y tratados en cualquiera de las oficinas de veteranos en todo el país entre los años 1999 y 2004. La información es del Registro Nacional de Depresión en Veteranos, desarrollado y mantenido por el Centro de Evaluación e Investigación de Enfermedades mentales Graves y del Centro de Desarrollo de Excelencia del Centro para Asuntos de Veteranos en Ann Arbor.

En general, los investigadores descubrieron que 1. 683 de los veteranos deprimidos cometieron suicidio durante el periodo del estudio, lo que representa un 0,21 por ciento de los veteranos deprimidos evaluados en la investigación. Luego, analizaron las características de todos los veteranos que cometieron suicidio y calcularon los índices de suicido según los índices de peligros y los índices de suicidios cada 100.000 personas— años por cada subgrupo.

“Los médicos aprendieron sobre las características de los pacientes que puedan aumentar los riesgos del suicidio,” dice la autora principal del estudio Kara Zivin, investigadora en la Oficina de Asuntos para Veteranos y Profesora en el Departamento de Psiquiatría de la UM. “En general se trata de hombres blancos, mayores, con depresión, problemas médicos o de abuso de sustancias. Pero nuestro estudio indica que entre veteranos en tratamiento para depresión los indicadores de suicido no son los mismos. Esperamos que nuestros descubrimientos ayuden a los médicos en entender el riesgo del suicidio entre los veteranos deprimidos”.

Zivin y la autora principal, la doctora Marcia Valenstein, una profesora asociada de psiquiatría en la UM y quien encabeza este estudio, señalan que estos datos no son más que los primeros de muchos que probablemente emergerán del análisis de la información de Asuntos de Veteranos
“También examinamos si hay períodos específicos durante el tratamiento de la depresión cuando los veteranos corran un riesgo mayor y puedan necesitar niveles más altos de vigilancia,” dice Valenstein. “Además estudiamos si los diferentes tipos de tratamiento de la depresión, tales como los distintos medicamentos antidepresivos o para dormir, están vinculados con diferentes tasas de suicidio”.

El estudio dividió a los veteranos en tres grupos por edades: de 18 a 44 años, de 45 a 64 años, y mayores de 65 años. El estudio no evaluó si habían prestado servicio en combate durante un conflicto en particular, aunque sí se consideró la existencia de una discapacidad conectada con el servicio militar.

Un aspecto interesante fue que los veteranos deprimidos que no tenían una discapacidad conectada con el servicio tenían más probabilidades de cometer suicidio que los que sufrían una discapacidad relacionada con el servicio. Esto puede deberse al mayor acceso a los tratamientos entre los veteranos conectados con el servicio, o a que tienen ingresos más estables debido a los pagos que reciben en compensaciones.

Para sus análisis, los investigadores incluyeron a todos los veteranos que habían recibido, por lo menos, dos diagnósticos de depresión durante el período del estudio, o que habían recibido un diagnóstico de depresión y habían usado una receta para un medicamento antidepresivo. Los veteranos con trastorno bipolar, esquizofrenia o trastornos esquizo— afectivos no se incluyeron debido a sus pronósticos diferentes comparados con las personas que padecen depresión unipolar. En total, el análisis incluyó los datos de 807.694 de los 1,5 millones de veteranos a quienes desde 1997 se les ha diagnosticado la depresión.

Cuando los investigadores calcularon las tasas de suicidio a lo largo del período entero de 5,5 años del estudio, resultaron mucho más altas para los hombres (89,5 por cada 100.000 personas por año), que para las mujeres (28,9); y más altas para los blancos (95 por cada 100.000 personas/año), que para los negros (27) y los veteranos de otros grupos étnicos (56,1). Los veteranos de origen hispano mostraron una tasa de suicidio (46,28 por 100.000 p/a) más baja que los de origen no hispano (86,8). Las relaciones ajustadas por riesgos también reflejaron estas diferencias.

La diferencia de tasas entre los veteranos deprimidos, de distintos grupos de edad, fueron sorprendentes: entre los veteranos de 18 a 44 años la tasa de 94,98 por 100.000 p/a, comparada con una de 77,93 para el grupo de edad media, y 90 para el grupo de mayores.

Las determinaciones iníciales revelaron una tasa de suicidio de 68,16 por 100.000 p/a para los veteranos deprimidos que también sufrían el trastorno de estrés post traumático (PTSD por su sigla en inglés), comparada con una de 90,66 para quienes no lo padecían.

Este hallazgo sorprendente incitó a los investigadores para que analizaran con mayor detalle y estudiaran si los subgrupos específicos de veteranos deprimidos y con PTSD tenían un riesgo de suicidio más alto o más bajo. El examen adicional demostró que el “efecto protector” del padecimiento de PTSD además de la depresión era más fuerte entre los veteranos en los dos grupos de mayor edad.

Los autores indican que su estudio no reveló una razón para este “efecto protector,” pero teorizaron que pueda deberse al alto nivel de atención que se da al tratamiento de PTSD en el sistema de VA, y a la probabilidad mayor de que los pacientes con PTSD reciban psicoterapia. Los investigadores señalaron que esto necesita más estudio.

Además de Zivin y otros autores del estudio incluyen a Myra Kim, Ph.D., John F. McCarthy, Ph.D., Karen Austin, MPH, Katherine Hoggatt, Ph.D., Heather Walters, M.S., todos de VA, Ann Arbor, de la Escuela de Medicina o de la Escuela de Salud Pública de la UM. Zivin, Valenstein y McCarthy pertenecen al Centro de Depresión de la UM. El estudio fue financiado por el Departamento para Asuntos de veteranos.
Referencia: American Journal of Public Health, Dic. 2007, Vol. 97, No. 12

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