Noticias

Fumadoras temen que si dejan el cigarrillo aumentarán de peso

05/11/2007

ANN ARBOR, Michigan— Hay muchas razones por las cuales las personas que fuman siguen haciéndolo pero una que figura entre las principales para muchas mujeres es el temor de que aumentarán de peso si dejan el cigarrillo, según una investigadora del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan que ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de este asunto.

Hace varios años Cindy Pomerleau, quien ahora dirige el Laboratorio de Investigación de la Nicotina en la UM, y sus colaboradores informaron que el 75 por ciento de todas las fumadoras dice que no están dispuestas a ganar más de cinco libras (2,25 kilogramos) si dejasen de fumar, y casi la mitad de ellas dijo que no toleraría aumento de peso alguno. De hecho muchas mujeres dijeron que habían empezado a fumar porque pensaron que les ayudaría a mantenerse delgadas.

Ahora las conclusiones de nuevas investigaciones en la UM, que se publican en la edición de octubre de Addictive Behaviors, muestran que las mujeres que fuman tienden a ser las que están más lejos de su imagen del cuerpo ideal, y son más propensas a las dietas y los excesos en las comidas que las que no fuman.

Es bien sabido que los cigarrillos suprimen el apetito y el peso, según Pomerleau, y “por eso no es sorprendente que las mujeres que tienen problemas con su peso o no están satisfechas con sus cuerpos, se sientan atraídas a fumar”.

En otro estudio reciente, publicado en agosto, el equipo de la UM encontró que las fumadoras con exceso de peso, que ya tenían exceso de peso en la infancia, tenían muchas más probabilidades de haber empezado a fumar en los primeros años de su adolescencia que las mujeres cuyos problemas de peso aparecieron más tarde en la vida. Asimismo eran las que mostraban síntomas más intensos por la privación del cigarrillo cuando trataban de abandonar el hábito.

Los estudios sugieren que, una vez que hacen un esfuerzo serio por dejar el cigarrillo la mayoría de las fumadoras preocupadas por su peso pueden tener tanto éxito en librarse del tabaquismo como las otras.

“El problema aquí es lograr que las mujeres preocupadas por su peso estén dispuestas a hacer el intento de abandonar el cigarrillo,” dice Pomerleau, “y después ayudarlas a que logren un sentido del control sobre su peso”.

Las mujeres que están muy preocupadas por su peso tienden a estar preocupadas asimismo por otros aspectos de su apariencia, añade la investigadora. Lo que necesitan entender, agrega, es que el tabaquismo tiene un impacto sobre muchos aspectos de su apariencia y su atractivo. Entre otras cosas, el fumar causa arrugas en la piel, pérdida de cabello, debilitamiento de las uñas, coloración de los dientes y un aliento terrible.

Pomerleau, una profesora de psiquiatría e investigadora, trabaja en un libro acerca de las mujeres, el tabaquismo y la pérdida de peso que combinará las conclusiones de estudios, sugerencias útiles y ejemplos de la vida real de mujeres que abandonaron el cigarrillo y al mismo tiempo contuvieron su peso.

Algunas creencias acerca del tabaquismo y el peso son válidas, dice. Por ejemplo, la nicotina suprime el apetito e incrementa la tasa de metabolismo en reposo. Los fumadores, en promedio, tienen menos peso que las personas que jamás han fumado, y los fumadores que dejan el cigarrillo tienden a ganar peso. A estas percepciones se suma la propaganda del tabaco que presenta a las fumadoras como delgadas y triunfantes.

Aun así el efecto que tiene el abandono del cigarrillo sobre el peso es, a menudo, menos drástico que lo temido por muchas mujeres, añade Pomerleau. Una regla básica es que una de cada cuatro mujeres que deja de fumar ganará menos de cinco libras, y otras dos de cada cuatro aumentará de cinco a 15 libras (2,25 a 7 kilogramos). Solo una de cada cuatro mujeres que abandona el tabaco aumentará 15 libras o más.

Pero la investigación de Pomerleau sugiere que muchas fumadoras tienen, para empezar, una imagen irreal de cómo quisieran que se vea su cuerpo. Y esto puede hacer que su temor de aumentar de peso sea aún peor.

En su artículo para Addictive Behaviors, Pomerlau informa los resultados de un estudio de 587 mujeres con edades de 18 a 55 años, de las cuales 420 eran fumadoras y 167 jamás habían fumado. Una proporción igual en ambos grupos tenía exceso de peso o era obesa, con un índice de masa corporal de 25 o más.

En el estudio se pidió a las fumadoras y a las no fumadoras que mirasen imágenes con las siluetas de diez tipos diferentes de cuerpo, desde los más delgados a los más gordos, y que eligieran cuál era más aproximada a su tipo de cuerpo actual, y cuál era la imagen que ellas quisieran tener. También se les hizo preguntas acerca de la imagen que tenían de sí mismas y sus hábitos de comida, cuánto les preocupaba la posibilidad e aumentar de peso si dejaban de fumar, y cuán seguras se sentían de que podrían abstenerse de fumar aún si aumentaban de peso.

Las fumadoras eligieron una forma ideal de cuerpo más delgada que la elegida por las no fumadoras, y más distante de la percepción que ellas tenían de su apariencia. Asimismo, las fumadoras mostraron más problemas para limitar lo que comían. Las fumadoras que tenían exceso de peso fueron las que mostraron más dudas sobre su capacidad para abstenerse de fumar si tenían un aumento de su peso.

Este estudio, dice Pomerleau, indica que si las fumadoras han de tener éxito en librarse del tabaquismo puede que necesiten una ayuda adicional para el logro de una imagen más realista de su cuerpo, y para que presten atención a las pautas de comida que dañan su salud, en particular si ya tienen exceso de peso.

Al mismo tiempo Pomerleau y su equipo determinaron que cuanto más temprano en la vida comienza un problema de peso más probable es que una mujer empiece a fumar.

En un estudio de 89 fumadoras con exceso de peso, las que recordaban que habían tenido peso excesivo cuando empezaron la escuela secundaria fueron las que dijeron que habían empezado a experimentar con el cigarrillo alrededor de los 13 años de edad, comparado con las mujeres cuyo problema de peso no empezaron hasta avanzada la escuela secundaria, que no probaron el cigarrillo hasta que llegaron a los 15 años de edad.

Las mujeres que habían tenido peso excesivo cuando eran niñas también dieron cuenta de síntomas de privación de la nicotina cuando trataron de abandonar el cigarrillo, especialmente síntomas como la ira, la irritabilidad y la dificultad para concentrarse. El estudio se publicó en la edición de agosto de Eating Behaviors.

Estos estudios y otros que ha efectuado el equipo de la UM señalan la importancia de que se encuentren nuestras estrategias para ayudar a que las mujeres dejen de fumar sin que pierdan el control de su peso. Aunque no se ha demostrado que una dieta severa durante un intento de cesación del tabaquismo ayude ya sea para el abandono del cigarrillo o para el control de peso, puede que no sea realista esperar que las mujeres que tienen muchas preocupaciones por su peso dejen esas aprensiones a un lado por varias semanas o meses mientras procuran librarse del tabaquismo.

“Nos gustaría elaborar es una estrategia de compromiso que se enfoque en la cesación del tabaquismo pero dentro de la cual las mujeres también puedan tomar algunas medidas pasivas y activas para controlar su peso,” dice Pomerleau.

Las medidas pasivas incluyen los parches y las gomas de mascar de nicotina y medicamentos tales como bupropion, que pueden ayudar en el control del aumento de peso al tiempo que limitan los síntomas de privación de la nicotina.

Otra opción para las mujeres es que empiecen su esfuerzo por dejar de fumar en el comienzo de su período menstrual de manera que la hinchazón que puede ocurrir poco después que apaguen su último cigarrillo no se combine con la hinchazón que ocurre apenas empieza su período.

Finalmente, y aunque no se recomiendan las dietas extremas, dice Pomerleau, las mujeres pueden empezar de inmediato a balancear su ecuación de ingesta y gasto de energía si no sustituyen el cigarrillo con la comida, y si aumentan su actividad física. Aún los ejercicios breves, como el estiramiento una caminata, pueden ser eficaces para distraer a la mujer cuando sienta el ansia de fumar, y también quema unas pocas calorías.

Hechos sobre el cigarrillo y la salud:

El tabaquismo daña el cabello, la piel, las uñas, los dientes, la voz de una mujer, y más.

El tabaquismo causa problemas de pulmones, incluido el cáncer de pulmón, que mata a más mujeres que cualquier otra forma de cáncer incluido el de mama.

El tabaquismo aumenta las probabilidades de enfermedad cardiaca y de infarto, que son la primera y la tercera causa de muertes de mujeres.

El tabaquismo puede reducir la fertilidad de una mujer, haciendo más difícil que quede embarazada.

El tabaquismo puede acusar un crecimiento anormal de células en el cuello uterino, una condición conocida como displasia cervical que puede conducir al cáncer cervical.

El tabaquismo durante el embarazo aumenta las probabilidades de que la mujer pierda la criatura o que experimente problemas en el embarazo, y aumenta las posibilidades de que su bebé tenga problemas.

El abandono del cigarrillo a menudo lleva a aumento de peso, pero tres de cada cuatro mujeres que dejan de fumar aumentan 15 libras o menos.


La cesación del tabaquismo es una de las cosas más importantes que una persona puede hacer para el mejoramiento de su salud ahora y en el futuro. Una vez que un fumador deja el cigarrillo el daño que el tabaquismo ha hecho a su cuerpo cesa y puede, aun, empezar a repararse. De hecho, dentro de los 15 años después que se deja de fumar, las tasas de mortalidad para los ex fumadores son las mismas que para las personas de la misma edad que jamás han fumado.

Contacto: Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

O

Contacto: Kara Gavin
Teléfono: (734) 647-1154