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Las irrigaciones nasales con solución salina son más eficaces que los Aerosoles salinos para el alivio de corto plazo de los síntomas nasales crónicos, según los investigadores.
ANN ARBOR, Michigan— Un tratamiento barato, seguro y fácil es eficaz en el tratamiento de los síntomas crónicos nasales y de los senos paranasales, más eficaz de hecho que los aerosoles salinos que se usan comúnmente, según un nuevo estudio hecho por investigadores del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.
El estudio es el primero de su tipo que ha demostrado la mayor eficacia de los tratamientos de irrigación con salmuera comparada con la de los aerosoles salinos para la obtención de un alivio de corto plazo de los síntomas nasales crónicos, según informan los autores. Los participantes en el estudio tratados con la irrigación experimentaron un beneficio mucho mayor que los tratados con el aerosol salino, tanto en términos de gravedad como de frecuencia de sus síntomas.
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“El grupo tratado con irrigación obtuvo un mejoramiento clínicamente significativo de calidad de vida en términos de la intensidad de sus síntomas, en tanto que el grupo que usó el aerosol no lo tuvo,” dice la autora principal, la doctora Melissa A. Pynnonen, profesora clínica asistente en el Departamento de Otorrinolaringología de la UM. “Sorprendentemente, también experimentaron un 50 por ciento menos de probabilidades de síntomas nasales frecuentes, comparados con los del grupo que usó el aerosol”.
Las conclusiones, que se publican en la nueva edición de Archives of Otolaringology Head and Nec Surgery, podrían ser importantes para las muchas personas que padecen condiciones crónicas nasales y sinusitis. En Estados Unidos unos 36 millones de personas padecen rinosinusitis crónica cada año, y millones más sufren otros tipos de rinitis alérgicas y no alérgicas.
Los tratamientos que incluyen los medicamentos antibióticos, los antihistamínicos y anti inflamatorios proporcionan alivio pero para muchos pacientes los síntomas persisten. “Muchos síntomas todavía no tienen un buen tratamiento,” dice Pynnonen.
Los otorrinolaringólogos, médicos que se especializan en oído, nariz y garganta, a menudo recomiendan el tratamiento con irrigaciones salinas, que consiste en el enjuague de las vías nasales con una mezcla de agua y sal para una variedad de condiciones. Durante mucho tiempo se ha usado como tratamiento después de la cirugía de los senos paranasales, y recientemente se ha vuelto común en los pacientes que no han tenido cirugía. Los autores del estudio dicen que sus conclusiones sugieren que los otorrinolaringólogos y los médicos de medicina general deberían este tratamiento más a menudo a sus pacientes.
El aerosol salino a menudo se usa como una alternativa a la irrigación porque a menudo se percibe que el aerosol es equivalente a la irrigación pero se tolera mejor que ella, señalan los investigadores. Pero la eficacia de los aerosoles no se ha probado en las pruebas clínicas.
Entre los 121 adultos que participaron en este estudio, todos ellos con síntomas crónicos de nariz y de senos paranasales, 60 recibieron tratamiento durante ocho semanas con la irrigación salina y 61 tuvieron tratamiento con aerosol salino. La gravedad de sus síntomas se midió usando la Prueba de Resultado Seno— Nasal de 20 Puntos, y se midió la frecuencia de los síntomas con un cuestionario.
El puntaje promedio del grupo que tuvo irrigación en la prueba de gravedad bajó, es decir mejoró, en más puntos que el promedio del grupo con aerosol en intervalos de dos semanas, cuatro semanas y ocho semanas (4,4 puntos de 100 más bajo en dos semanas, 8,2 puntos a las cuatro semanas, y 6,4 puntos más bajo a las ocho semanas).
La frecuencia de los síntomas mejoró también en ambos grupos, aunque más en el grupo de irrigación. Mientras que el 61 por ciento de los miembros del grupo que tuvo tratamiento con aerosol indicó que tenía los síntomas, a menudo o siempre, después del estudio de ocho semanas, solo el 40 por ciento del grupo con irrigación indicó lo mismo.
“Es claro, a partir de nuestros resultados, que ambos tratamientos condujeron a una disminución en la frecuencia y la gravedad de los síntomas, pero la diferencia es que el enjuague con aguas salda trajo una mejoría sustancial,” señala Pynnonen.
Ambos grupos experimentaron efectos adversos y el grupo que tuvo irrigación dio cuenta de más de estos. Sin embargo, en su mayoría fueron menores y ninguno requirió que se suspendiera el tratamiento. El efecto adverso mencionado con más frecuencia fue el drenaje, o descarga de fluidos, después del tratamiento.
“Uno de los beneficios mayores de la irrigación nasal que usamos es que es muy barata y muy segura,” dice Pynnonen.
Además de Pynnonen los autores del estudio fueron el doctor Jeffrey E. Terrell y la doctora Meredith E. Adams, del Departamento de Otorrinolaringología de la UME; H. Myra Kim del Departamento de Bioestadísticas y del Centro para Consulta e Investigación Estadística del Sistema de Salud Pública de la UM, y Shraddha S. Mukerji, del Hospital de Niños de Texas.
El apoyo financiero para el estudio provino de NeilMed Pharmaceuticals, que no tuvo participación en el diseño o realización del estudio, ni en la recolección, administración, análisis o interpretación de los datos, ni en la preparación, revisión o aprobación del manuscrito. NeilMed Pharmaceuticals fabrica el producto salino Sinus Rinse.
Referencia: Archives of Otolaringology Head & Neck Surgery, Vol. 133, No. 11, noviembre 2007
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