La acupuntura y métodos similares para calmar los nervios en la cabeza y el cuello pueden aliviar el tinnitus, según indican estudios con animales.
ANN ARBOR, Mich.—¿Usted siente zumbidos en los oídos después de un concierto muy ruidoso? Los nervios que sienten el tacto en su rostro y cuello pueden ser los que causan el bochinche en su cerebro, según indican investigadores de la Universidad de Michigan.
Las células de los nervios que sienten el tacto incrementan su actividad en el cerebro después que las células del oído sufren daños, según mostró un estudio hecho por científicos del Instituto Kresge de Investigación de la Audición en la UM. La hiperactividad de estas neuronas del tacto probablemente desempeñan un papel importante en el tinnitus, llamado a menudo “zumbido en los oídos”. El estudio, que está ahora en Internet en la revista European Journal of Neuroscience, aparecerá en la primera edición de la revista en enero.
Las conclusiones surgen de estudios con animales pero sugieren que tratamientos disponibles, tales como la acupuntura, si se usan dirigidos a los nervios en la cabeza y el cuello pueden proporcionar alivio para algunas personas que padecen tinnitus, dice la doctora Susan E. shore, autora principal del estudio y profesora investigadora en el Departamento de Otorrinolaringología y el Instituto Kresge de Investigación de la Audición en la Escuela de Medicina de la UM.
Las personas con tinnitus escuchan zumbidos u otros sonidos en sus oídos o en la cabeza cuando no hay una fuente externa de sonidos. El tinnitus, moderado e intermitente, o crónico y grave, afecta a una de cada diez personas aproximadamente. Se calcula que 13 millones de personas en Europa occidental y Estados Unidos consulta con los médicos acerca de esto. Es un problema creciente para los ex combatientes. Desde 2000 el número de ex combatientes que reciben pagos por discapacidad por tinnitus conectados con su servicio militar ha aumentado en, por lo menos, el 18 por ciento cada año, según la Sociedad Estadounidense de Tinnitus.
Un número creciente de personas nacidas en la cresta demográfica de 1945 a 1964—los “baby boomers”—encuentra ahora que cuando no puede escuchar tan bien como antes el tinnitus parece meterse en el oído. La condición ocurre comúnmente con una pérdida de la audición, pero también después de traumas en el cuello o la cabeza tales como las intervenciones dentales o el sacudón brusco de la cabeza que ocurre durante accidentes de automóvil.
El tinnitus varía entre las personas desde un tono muy agudo apenas perceptible a oleadas oceánicas o criqueteos como de grillos o el chirrido de frenos. Para algunas personas llega a ser algo constante y agotador.
Algunas personas, curiosamente, encuentran que si aprietan las mandíbulas o hacen presión en la cara o el cuello pueden detener, temporalmente, el tinnitus, o en algunos casos pueden causarlo. Para entender este vínculo extraño entre el tinnitus y las sensaciones del tacto, Shore y su equipo investigador condujeron una serie de estudios en conejillos de indias durante los cuales midieron la actividad nerviosa en una parte del cerebro llamada núcleo coclear dorsal que procesa las señales auditivas y otras.
En la audición normal el núcleo coclear dorsal es la primera escala en el cerebro para las señales de sonido que llegan desde el oído por el nervio auditivo. Es también un centro donde neuronas que desempeñan diversas funciones simultáneamente procesan las señales sensoriales de otras partes del cerebro.
“En este estudio mostramos que cuando hay una pérdida de la audición, otras partes del cerebro que normalmente envían señales al núcleo coclear tienen un efecto realzado”, dice Shore, quien es también profesora asociada en el Departamento de Fisiología Molecular e Integrativa en la Escuela de Medicina de la UM.
“Cuando se suprime una fuente de excitación otra fuente se presenta para compensarla. El sistema somatosensorial entra en acción, pero puede que haga una compensación excesiva y eso contribuye a causar las tinnitis”, dice.
El sistema somatosensorial es una red nerviosa en el cuerpo que proporciona información al cerebro acerca del tacto, la vibración, la temperatura de la piel y el dolor. La parte del sistema que provee sensaciones desde el rostro y la cabeza, llamado sistema trigeminal, trae al núcleo coclear las señales que nos ayudan a oír y hablar.
Pero cuando las personas experimentan una pérdida de la audición o algún otro acontecimiento, como el relleno de una carie o la implantación de un diente, estas neuronas de la cara y la cabeza pueden responder como los miembros de una familia que responden con demasiada premura en una crisis. Las respuestas neurales resultantes en el núcleo coclear, como si fuesen demasiadas llamadas telefónicas, crean el ruido del tinnitus, un “sonido fantasma” producido en el cerebro.
En el estudio, Shore y el Segundo autor del artículo Seth Koehler, un estudiante doctorado de la UM en los departamentos de Otorrinolaringología y de Ingeniería Biomédica de la UM, midieron los patrones de actividad de neuronas en los cerebros de conejillos de indias normales y otros sordos. Para ello usaron un aparato con 16 electrodos que midió las señales del nervio trigeminal y de las neuronas multisensitivas en el núcleo coclear dorsal. Cuando compararon los resultados en los dos grupos encontraron diferencias claras en la actividad del nervio trigeminal.
“El estudio muestra que en los animales sordos, la respuesta somatosensorial es mucho más fuerte que en los animales con audición normal”, dice Shore.
El equipo investigador de Shore sabía por investigaciones anteriores que algunas nuronas del núcleo coclear se tornan hiperactivas después del daño en los oídos, y que esta hiperactividad se ha relacionado con tinnitus en animales.
“Este estudio muestra que son sólo las neuronas que reciben señales somatosensoriales las que se tornan hiperactivas”, señala Shore, lo cual debería simplificar la búsqueda de tratamientos para el tinnitus en algunas personas.
Muchas personas que sufren el síndrome de disfunción témporo mandibular (DTM), una condición que causa dólar frecuente en la mandíbula, experimentan tinnitus. La investigación de Shore podría conducir a un mejor entendimiento de esta conexión. En las personas con DTM el sistema somatosensorial está trastornado e inflamado.
Shore dice que es posible que en esta situación, al igual que en la pérdida de audición, las neuronas somatosensotiales estimulen una excesiva actividad de neuronas en el núcleo coclear.
Además de Shore y Koheler, Mark Oldakowski, un invetigador asociado de la UM cuando se hizo el estudio; Sana Syed, entonces estudiante en el Programa de Oportunidad de Investigaciones de Grado en la UM, y Larry F. Hughes, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad del Sur de Illinois, son coautores del artículo.
European Journal of Neuroscience , Volpumen 27, Edición del 1 de enero 2008; 8.2007.05983.x
Los fondos para esta investigación provinieron del Consorcio de Investigación de Tinnitus, la Iniciativa de Investigación de Tinnitus, y los Institutos Nacionales de Salud.
Shore es miembro de la junta directiva de la Sociedad Estadounidense de Tinnitus.
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