ANN ARBOR, Michigan.—Los avances de la medicina han permitido que las personas con enfermedad de las arterias coronaries vivan más tiempo y esto ha llevado a que haya un número creciente de personas con discapacidades y necesitan la atención en las residencias para enfermos debido al desarrollo del fallo cardiaco congestivo (FCC).
Un nuevo estudio del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan y el Sistema de Asistencia de la Salud de la Administración de Veteranos en Ann Arbor arroja luz sobre el grado de discapacidad entre las personas con FCC, como asimismo sobre las consecuencias para el sistema de atención de la salud, las residencias de cuidado en la comunidad, las familias y los mismos pacientes.
En particular el estudio encontró que es mucho más probable que los pacientes con FCC estén incapacitados que las personas sin esa condición.. Se encontró asimismo que es más probable que tengan dificultades con las actividades de la vida diaria, como las compras en el mercado o para caminar de un lado a otro en la habitación. Y es más probable que necesiten el cuidado de residencias para enfermos y de miembros de la familia.
“La prevalencia del fallo cardiaco congestivo impone una carga sustancial sobre los pacientes, las familias y el sistema de cuidados a largo plazo”, indica la autora principal, la doctora Tanya Gure, disertante en la División de Medicina Geriátrica en el Sistema de Salud de la UM. “El grado de discapacidad en este grupo es bien alto, y sus necesidades de cuidado son extensas. Tenemos que asegurarnos en la comunidad médica y en la sociedad en general, de que atendemos de manera adecuada sus necesidades sociales y de asistencia de la salud”.
El estudio aparece en la edición de enero de la revista Journal of General Internal Medicine/. Se sustenta en los datos del Estudio sobre Salud y Retiro en 2000, una encuesta nacional que realizó el Instituto de Investigación Social de la UM y que financió el Instituto Nacional sobre Envejecimiento. Los datos en el Nuevo estudio surgen de las respuestas de 10.626 participantes encuestados, todos ellos mayores de 65 años de edad.
Entre las conclusiones (nota de la editora: Todos los puntos a continuación citan primero el número de FCC, seguido por el porcentaje de personas que tienen mal cardiaco coronario pero no FCC, y luego las personas sin mal cardiaco coronario):
—Las personas con FCC tienen más probabilidades de recibir cuidado hogareño informal (esto es no pagado) de un familiar u otra persona no remunerada (42 por ciento) que los otros grupos (18 por ciento y 11 por ciento).
—El cuidado formal en la casa (pagado) también es más común: fue utilizado por 13 por ciento de las personas con FCC, comparado con 4 por ciento y 2 por ciento en los otros grupos.
—Diez por ciento de las personas con FCC había estado en una residencia para enfermos en los dos años anteriores, comparado con 3 y 2 por ciento.
—Era mucho más probable que las personas con FCC tuviesen dificultades con las actividades en la vida cotidiana. Por ejemplo, en la categoría de “caminar de un lado al otro de la habitación”, el 42 por ciento de las personas con FCC dio cuenta de limitaciones comparado con 21 por ciento y más de 12 por ciento.
—Se encontró que actividades tales como la compra en el almacén eran mucho más difíciles para las personas con FCC que para otras: más del 35 por ciento de las personas con FCC indicó una limitación relacionada con la compra en el almacén, comparado con más del 14 por ciento y 8 por ciento.
—Las condiciones geriátricas y las condiciones clínicas que tienen alta prevalencia entre los adultos mayores, tales como la incontinencia urinaria, la demencia y las lesiones sufridas en caídas, eran más comunes entre las personas con FCC. En el grupo de FCC, el 26 por ciento había experimentado incontinencia urinaria comparado con 23 por ciento y 19 por ciento en los otros grupos.
Además de su nombramiento en la División de Medicina Geriátrica, Gure fue miembro del Programa RWJ de Académicos Clínicos en la UM mientras trabajaba en este estudio. Junto con el autor principal, el doctor Kenneth M. Langa, Gure está afiliada con el Centro de Investigación de Prácticas de Manejo y Resultados de VA en el Sistema de Cuidado de la Salud de VA en Ann Arbor, y la División de Medicina Interna General de la UM. Otros autores del artículo son Mohammed U.
Kabeto, de la División de Medicina Interna General de la UM, y la doctora Caroline S. Blaum, de la División de Medicina Geriátrica de la UM y del Centro de Investigación, Educación y Clínica Geriátrica de VA.
Los fondos provinieron del Instituto Nacional sobre Envejecimiento, una donación Paul Beeson para la Académicos Facultativos en Investigación del Envejecimiento (Langa); el Centro para Investigación de Prácticas de Manejo y Resultados de VA, y el Programa RWJ de Académicos Clínicos (Gure), y el Centro de Investigación, Educación y Clínica Geriátrica de VA en Ann Arbor (Blaum).
Referencia: Journal of General Internal Medicine, Enero, 2008, Volumen 23, Edición 1, “Degree of Disability and Patterns of Caregiving among Older Americans with Congestive Heart Failure.”
Por más información acerca de la medicina geriátrica en la UM vea
www.med.umich.edu/geriatrics
Por más información acerca del Estudio de Salud y
Retiro vea
www.hrsonline.isr.umich.edu
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