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Una buena riña puede mantenerle a usted y a su matrimonio saludables

22/01/2008

ANN ARBOR, Michigan—Una buena riña con su cónyuge puede ser buena para su salud, según sugieren investigadores.

Las parejas en las cuales tanto el esposo como la esposa suprimen su ira cuando uno de ellos ataca al otro mueren más jóvenes que los miembros de parejas en las cuales uno o ambos de los miembros expresan su enojo y resuelven el conflicto, según los resultados preliminares de un estudio de la Universidad de Michigan.

Los investigadores observaron a 192 parejas a lo largo de 17 años, y las ubicaron en una de cuatro categorías: en el primer grupo ambos miembros de la pareja comunican su ira; en el segundo y tercer grupo uno de los cónyuges expresa su enojo mientras que el otro lo suprime; y en el cuarto grupo tanto el esposo como la esposa suprimen su ira y siguen pensando con amargura, dijo Ernest Harburg, profesor emérito en La Escuela de Salud Pública y el Departamento de Psicología de la UM, y autor principal del informe. El estudio es un análisis longitudinal de parejas en Tecumseh, Michigan.

“La comparación entre las parejas en las cuales ambas personas suprimen su ira, y los otros tres tipos de parejas son muy interesantes”, dijo Harburg. Cuando ambos cónyuges suprimen su enojo hacia el otro ante un ataque injusto (26 pares, 13 muertes) la muerte temprana es dos veces más probable que en todos los otros tipos (166 pares, 41 muertes).

En el 14 por ciento de las parejas, ambos miembros suprimieron su ira. En el 27 por ciento de las parejas en las cuales ambos miembros suprimieron su ira, un miembro de la pareja murió durante el período del estudio, y en el 23 por ciento de esas parejas tanto el esposo como la esposa murieron durante el período del estudio. Eso contrasta con solo el seis por ciento de las parejas en las cuales ambos cónyuges murieron en los tres grupos restantes combinados. Sólo el 19 por ciento en los tres grupos restantes combinados vio la muerte de uno de los miembros durante el período del estudio.

“Cuando las parejas se reúnen una de sus tareas principales es la reconciliación acerca de un conflicto”, dijo Harburg. “Habitualmente nadie tiene la instrucción para hacer esto. Si han tenido buenos padres y madres, pueden imitarlos, y esto es bueno, pero habitualmente la pareja es ignorante acerca del proceso de resolución de conflictos. El punto
crucial es, cuando ocurre el conflicto ¿cómo se resuelve?”

“Cuando no se resuelve uno se traga la ira, uno sigue dándole vueltas y vueltas, sigue pensando con amargura sobre ello, y cultiva el resentimiento hacia la otra persona o el atacante, y no trata de resolver el lío, entonces uno está en problemas”.

El estudio hizo ajustes por edad, tabaquismo, peso, presión arterial, problemas bronquiales, respiración y riesgo cardiovascular, dijo Harburg.

El estudio solo tomó en cuenta los ataques que la persona atacada consideró injustos o inmerecidos, dijo Harburg. Si el ataque se ve como justo, por ejemplo un niño o una mujer que cree que merecían el ataque, entonces la víctima no se enoja, dijo Harburg.

Harburg enfatiza que estos números preliminares son pequeños, pero los investigadores ahora recolectan datos de seguimiento de 30 años, los cuales tendrán una tasa de mortandad casi dos veces mayores, indicó.

Los coautores son Niko Kaciroti, del Centro para Crecimiento y Desarrollo Humano; Lilian Gleiberman, del Departamento de Medicina Interna, y M. Anthony Schork y Mara Julios, ambos SPH eméritos.

El artículo “Marital Pair Anger Coping Types May Act as an Entity to Affect Mortality: reliminary Findings from a Prospective Study (Tecumseh, Michigan, 1971—88) aparecerá en la edición de enero de la revista Journal of Family Communication.

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