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Nueva combinación terapéutica de medicamentos sugiere necesidad de cambios en normas sobre el control de la presión sanguínea

31/03/2008

Una combinación de ACE y CCB baja el riesgo cardiovascular más que la combinación de ACE y diurético, lo cual sugiere la necesidad de cambios en las normas sobre el control de la presión sanguínea.

ANN ARBOR, Michigan. — Un estudio internacional sobre la presión sanguínea, que comparó dos combinaciones de medicamentos en píldoras únicas, ha dado resultados tan significativos que se suspendió el estudio de forma anticipada y los investigadores dicen que sus conclusiones podrían alterar la forma en que se trata la alta presión sanguínea en todo el mundo.

El estudio al azar mostró que ambas combinaciones de medicamentos beneficiaron a las personas que tenían alta presión sanguínea y otros factores de riesgo cardiovascular y que bajaron su presión sanguínea a niveles recomendados, a pesar de que dos tercios de ellas no habían podido alcanzar un buen control de la presión arterial con otros medicamentos antes de su participación en el estudio.

Pero algo más importante aún es que según reveló el estudio los pacientes que tomaron una de las combinaciones tuvieron un 20 por ciento menos incidentes relacionados con el corazón que los pacientes que recibieron la otra combinación. Estos incidentes incluyeron muertes cardiovasculares, ataques cardiacos, infartos cerebrales, hospitalizaciones por angina inestable y tratamientos para la reapertura de arterias coronarias bloqueadas.

En total 10.700 participantes en el estudio tomaron una píldora que incluía los dos medicamentos. Un grupo recibió una tableta que contenía Benazerpil, un tipo de medicamento llamado inhibidor ACE (que corresponde a la sigla en inglés para la expresión inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina), y Amlodipine, que pertenece a una clase de medicamentos conocidos como bloqueadores del canal de calcio, ó CCB por su sigla en inglés. La otra píldora contenía una combinación de Benazepril e hidroclorotiazida, un tipo de diurético “píldora de agua”. La reducción del 20 por ciento en los incidentes cardiovasculares se observó con la administración de la pastilla que combinó ACE y CCB.

Actualmente las normas nacionales para el tratamiento de la alta presión sanguínea, o hipertensión, indican que los pacientes que necesiten medicamentos comiencen con una sola píldora, habitualmente un diurético, y que agreguen otros medicamentos tan sólo en la medida que sea necesaria para bajar su presión sanguínea. Pero los nuevos resultados, que se presentan hoy en la Sesión Científica del Colegio de Cardiología de Estados Unidos, puede señalar una necesidad de que se cambien esas normas.

“Estos resultados demuestran la superioridad de un tratamiento combinado con una dosis fija en una píldora ACE/CCB para la reducción de la morbilidad y mortalidad cardiovasculares, y proporciona pruebas que deberían modificar las recomendaciones futuras en el tratamiento de la hipertensión”, dice Kenneth Jamerson, quien encabezó el estudio titulado ACCOMPLISH. Jamerson es profesor de medicina interna en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y miembro del Centro Cardiovascular de la UM.

El estudio fue financiado por Novartis, que se cuenta entre las compañías farmacéuticas que ofrecen tabletas con combinación de dos medicamentos para el tratamiento de la presión sanguínea.

Millones de personas en Estados Unidos toman medicamentos para la hipertensión pero no logran controlar su presión sanguínea. Se considera que, para los pacientes, las combinaciones de medicamentos en una sola tableta son más fáciles que tomar múltiples píldoras.

Los resultados de las pruebas de ACCOMPLISH muestran que apenas seis meses de tratamiento con cualquiera de las combinaciones de medicamentos fueron suficientes para bajar la presión sanguínea hasta un nivel aceptable en el 73 por ciento de los pacientes.

Sin embargo, hacia el final de las pruebas las tasas de control de presión sanguínea estaban en el 80 por ciento, lo cual significa una presión sanguínea sistólica de menos de 130mmHg. Esto representa un excepcional control de la presión sanguínea cuando se contrasta con la tasa actual de control de aproximadamente el 30 por ciento en Estados Unidos.

Todos los pacientes en el estudio recibieron dosis no mayores de 40 miligramos de Benazepril en cada dosis; las dosis de Amlodipine comenzaron desde los 5 miligramos y pudieron incrementarse hasta los 10 miligramos, en tanto que las dosis de Hidroclorotiazida comenzaron a los 12,5 miligramos y pudieron incrementarse hasta los 25 miligramos.

Muchos estudios han mostrado ya que la reducción de la presión sanguínea puede disminuir el riesgo de infarto cerebral, ataque cardiaco, falla cardiaca y otras condiciones, pero muchas personas tienen grandes dificultades para lograr el control de su presión sanguínea.

“Estos resultados del estudio ACCOMPLISH sacuden los cimientos de las recomendaciones actuales y definen una nueva norma que realzará el logro de la meta primaria y ayudará a que los médicos clínicos atiendan el reto cotidiano de manejo de la hipertensión”, señala Eric J. Velásquez, miembro del comité ejecutivo de ACCOMPLISH y profesor de medicina en el Centro Médico de la Universidad Duke.

Actualmente las normas para el tratamiento de la presión sanguínea recomiendan que se trate primero con un solo medicamento a las personas con hipertensión en Etapa 1, esto es las personas cuya presión sistólica, o alta, esté por encima de 140, y cuya presión diastólica, o baja, marque más de 90, pero con lecturas por debajo de 160 en sistólica y 100 en diastólica.

Por lo menos unos 73 millones de personas en Estados Unidos tienen presión alta. Pero dado que la presión alta no causa síntomas, la mayoría de las personas que la tienen no lo saben. Con el tiempo la presión sanguínea descontrolada afecta las paredes de los vasos sanguíneos, promueve el crecimiento de puntos débiles llamados aneurismas y la formación de áreas estrechas o inflamadas lo cual puede llevar a coágulos que se suelten y causen ataques cardiacos y cerebrales.

Afortunadamente, una vez que se diagnostica la condición los médicos tienen a su disposición una amplia gama de medicamentos para elegir en el tratamiento para controlarla, incluidos muchos medicamentos genéricos de bajo precio.

Pero lose estudios encontraron que, a menudo los pacientes tienen problemas para tomar los diferentes medicamentos que necesitan. Como resultado, varias compañías han desarrollado píldoras combinadas. Los datos de ACCOMPLISH indican que estas tabletas combinadas pueden mejorar las tasas de control hasta más del 80 por ciento y, lo que es más importante, que la combinación de ACE y CCB redujo los incidentes cardiovasculares en un 20 por ciento comparados con el tratamiento con diurético.

ACCOMPLISH corresponde a la sigla en inglés por Avoiding Cardiovascular Events through Combination Therapy in Patients Living with Systolic Hypertension (la prevención de los incidentes cardiovasculares mediante la terapia de combinación en pacientes que viven con hipertensión sistólica).

Además de Jamerson los autores del estudio incluyen a Bertram Pitt del Centro Cardiovascular de la UM, Michael Weber del Colegio Médico Downstate de SUNY, y George Bakris de la Universidad de Chicago.

Nota: Ésta es la presentación número 407—2 en la sesión sobre Pruebas Clínicas Más Recientes de la Sesión Científica de ACC.

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