La piel joven versus la piel vieja
La formación y el deterioro del colágeno ocurren en la dermis o parte interior de la piel, esa capa más gruesa y firme de la piel que se encuentra debajo de la fina epidermis, o piel exterior, de la misma forma que un colchón está bajo la sábana. El colágeno consiste de proteínas que forman una estructura de apoyo en torno a las células de la piel. En la piel joven el colágeno es firme, elástico y abundante, como un colchón nuevo. En la piel que envejece la estructura de colágeno comienza a decaer, dice Voorhees. Tal como un colchón de espuma, con el tiempo, se achata en algunas partes y se pliega a medida que su estructura se deteriora, la piel que envejece comienza a hundirse y se arruga cuando su colágeno está disminuido y fragmentado. El ciclo de acontecimientos involucrados en la pérdida de colágeno es complicado. A medida que la piel envejece especies que reaccionan al oxígeno, asociadas con muchos aspectos del envejecimiento y que están asociadas con muchos aspectos del envejecimiento, conducen a un incremento en la producción de la enzima colagenasa que descompone el colágeno. Luego los fibroblastos, componentes críticos de la piel firme y saludable, pierden su estado normal de estiramiento. Colapsan y luego se producen más enzimas de descomposición. Las personas mayores de 80 años tienen cuatro veces más colágeno descompuesto que las personas veinteañeras. “Lo que hace es que está disolviendo nuestra piel”, dice Voorhees. “Lo que hay es un ciclo vicioso. Hay que interrumpirlo o el envejecimiento de la piel está cuesta abajo”. En las personas ancianas, en las cuales la dermis ha perdido dos tercios o más de su espesor juvenil debido a la pérdida de colágeno, la piel se rasga y lesiona fácilmente. Las intervenciones para el aumento del colágeno tienen, de esta manera, además del mejoramiento de la apariencia el potencial de reducir problemas de salud básicos como las llagas que ocurren cuando las personas deben permanecer en la cama.Un número creciente de pruebas
Los investigadores de la UM sustentan sus conclusiones en estudios anteriores en los cuales han explorado para determinar por qué ciertos tratamientos contra el envejecimiento son eficaces. Un estudio de 2007 analizó Restylane, comercializado como un “relleno dérmico”, y encontraron que las inyecciones del producto causaban un estiramiento de los fibroblastos y de esta manera a la vez que promovían la producción de colágeno nuevo limitaban la descomposición del colágeno presente. En otro estudio de 2007 un equipo de la UM probó lociones que contenían retinol, una forma de la vitamina A que se encuentra en muchos productos para el cuidado de la piel, y determinaron que reducía significativamente las arrugas y la aspereza de la piel en las personas de mayor edad mediante la promoción de colágeno nuevo. Otros estudios en la UM han mostrado por qué algunos tratamientos de láser funcionan y otros, menos potentes, no funcionan. La reconstrucción de superficie con láser de dióxido de carbono es eficaz porque remueve la dermis; en el proceso de reconstitución en tres semanas, se produce colágeno nuevo y joven. Voorhees y sus colegas dicen que han proporcionado una investigación necesaria e independiente de la eficacia de los tratamientos disponibles y futuros para contrarrestar el envejecimiento de la piel. Los investigadores no tienen vínculos con los fabricantes de los productos que estudian. La financiación provino de los Institutos Nacionales de Salud y la UM. Referencia: Archives of Dermatology Vol. 144 (No. 5), may 2008 Enlaces relacionados: Contacto (español): Vivianne SchnitzerTeléfono: 1-734-763-0368 Contacto (inglés): Kara Gavin
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