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Buenas noticias para una generación que se arruga: algunos métodos contra el envejecimiento funcionan

28/05/2008

Un número creciente de estudios científicos sustenta la idea de que el ácido retinoico y algunos otros tratamientos existentes ayudan en el proceso clave de reparación del colágeno.

ANN ARBOR, Michigan.—Las arrugas finas, los surcos más profundos, los bolsones alrededor de la boca y en el cuello, esas evidencias en el espejo que hacen que las personas de la generación que pasa de los cincuenta giman, no son inevitables. Resultan de un deterioro estructural dentro de la piel que algunos tratamientos existentes contrarrestan eficazmente estimulando el crecimiento de colágeno nuevo y juvenil, señalan los científicos de la Universidad de Michigan.

Los investigadores informan de un conocimiento creciente del colapso del colágeno y su posible renovación sobre la base de más de una década de estudios, en la edición de mayo de la revista Archives of Dermatology.

El artículo recoge las conclusiones de decenas de estudios efectuados desde comienzos de la década de 1990 hasta el presente, conducidos principalmente por dermatólogos de la UM, para explicar por qué tres tipos de tratamiento de la piel disponibles son eficaces: el ácido retinoico tópico, la reparación de superficie con láser de dióxido de carbono, y las inyecciones de ácido hialurónico.

Todos estos tratamientos mejoran la apariencia de la piel, y su capacidad para resistir las lesiones y el desgaste, al estimular el colágeno nuevo. El colágeno es una sustancia de apoyo clave, que abunda en la piel joven y se produce en la capa de la piel debajo de la superficie conocida como dermis. Las conclusiones del estudio en la UM muestran que el deterioro de la estructura firme y juvenil de la dermis es un factor muy importante en el envejecimiento de la piel, algo mucho más fácil de corregir que los factores genéticos que, según otras teorías, puedan estar involucrados.

“Los fibroblastos no están determinados genéticamente”, dice John Boorhees, quien encabeza el Departamento de Dermatología en la Escuela de Medicina de la UM. Los fibroblastos son células de la piel que desempeñan un papel clave en la producción de colágeno.

“Hemos demostrado que si se hace que entre más colágeno ello proporciona un ambiente en el cual los fibroblastos se recuperan y producen más colágeno”, añadió.

Voorhees y los otros autores del artículo, el profesor de dermatología Gary J. Fisher, y el profesor de microbiología, inmunología y patología James Varani, ambos de la UM, esperan que estas conclusiones ayuden al público a toma decisiones inteligentes en medio de la propaganda de la multimillonaria industria de productos contra el envejecimiento. Fisher dirige el Programa de Investigación de Fotoenvejecimiento y Envejecimiento de la UM.

“Queremos educar a los médicos clínicos acerca de lo que ya se ha determinado, y qué significa ello en términos de cómo podemos mejorar la apariencia de las personas”, dice Voorhees, profesor distinguido dermatología de la cátedra Duncan y Ella Poth en la UM.

La piel joven versus la piel vieja

La formación y el deterioro del colágeno ocurren en la dermis o parte interior de la piel, esa capa más gruesa y firme de la piel que se encuentra debajo de la fina epidermis, o piel exterior, de la misma forma que un colchón está bajo la sábana. El colágeno consiste de proteínas que forman una estructura de apoyo en torno a las células de la piel. En la piel joven el colágeno es firme, elástico y abundante, como un colchón nuevo. En la piel que envejece la estructura de colágeno comienza a decaer, dice Voorhees.

Tal como un colchón de espuma, con el tiempo, se achata en algunas partes y se pliega a medida que su estructura se deteriora, la piel que envejece comienza a hundirse y se arruga cuando su colágeno está disminuido y fragmentado. El ciclo de acontecimientos involucrados en la pérdida de colágeno es complicado.

A medida que la piel envejece especies que reaccionan al oxígeno, asociadas con muchos aspectos del envejecimiento y que están asociadas con muchos aspectos del envejecimiento, conducen a un incremento en la producción de la enzima colagenasa que descompone el colágeno. Luego los fibroblastos, componentes críticos de la piel firme y saludable, pierden su estado normal de estiramiento. Colapsan y luego se producen más enzimas de descomposición. Las personas mayores de 80 años tienen cuatro veces más colágeno descompuesto que las personas veinteañeras.

“Lo que hace es que está disolviendo nuestra piel”, dice Voorhees. “Lo que hay es un ciclo vicioso. Hay que interrumpirlo o el envejecimiento de la piel está cuesta abajo”.

En las personas ancianas, en las cuales la dermis ha perdido dos tercios o más de su espesor juvenil debido a la pérdida de colágeno, la piel se rasga y lesiona fácilmente. Las intervenciones para el aumento del colágeno tienen, de esta manera, además del mejoramiento de la apariencia el potencial de reducir problemas de salud básicos como las llagas que ocurren cuando las personas deben permanecer en la cama.

Un número creciente de pruebas

Los investigadores de la UM sustentan sus conclusiones en estudios anteriores en los cuales han explorado para determinar por qué ciertos tratamientos contra el envejecimiento son eficaces. Un estudio de 2007 analizó Restylane, comercializado como un “relleno dérmico”, y encontraron que las inyecciones del producto causaban un estiramiento de los fibroblastos y de esta manera a la vez que promovían la producción de colágeno nuevo limitaban la descomposición del colágeno presente.

En otro estudio de 2007 un equipo de la UM probó lociones que contenían retinol, una forma de la vitamina A que se encuentra en muchos productos para el cuidado de la piel, y determinaron que reducía significativamente las arrugas y la aspereza de la piel en las personas de mayor edad mediante la promoción de colágeno nuevo. Otros estudios en la UM han mostrado por qué algunos tratamientos de láser funcionan y otros, menos potentes, no funcionan. La reconstrucción de superficie con láser de dióxido de carbono es eficaz porque remueve la dermis; en el proceso de reconstitución en tres semanas, se produce colágeno nuevo y joven.

Voorhees y sus colegas dicen que han proporcionado una investigación necesaria e independiente de la eficacia de los tratamientos disponibles y futuros para contrarrestar el envejecimiento de la piel. Los investigadores no tienen vínculos con los fabricantes de los productos que estudian. La financiación provino de los Institutos Nacionales de Salud y la UM.

Referencia: Archives of Dermatology Vol. 144 (No. 5), may 2008

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