ANN ARBOR, Michigan.— La exposición por períodos breves a niveles, aún bajos, de contaminación con partículas en el aire puede incrementar el riesgo de un infarto o un minifarto, y las conclusiones de un estudio sugieren que los estándares actuales de exposición pueden ser insuficientes para proteger a la población.
“La mayoría de la población está expuesta a la contaminación del aire a los niveles observados en esta comunidad o mayores cada día, lo cual sugiere un impacto potencialmente grande sobre la salud pública”, dijo Lynda Lisabeth, autora principal del estudio y profesora en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan. Lisabeth enfatizó que esa vinculación requiere más estudios en otras áreas con diferentes climas y diseños alternativos del estudio. El infarto es la tercera causa de muertes en Estados Unidos.
El estudio examinó la contaminación con partículas del aire en una comunidad del sudoeste de Texas donde hay una fuerte presencia de la industria petrolera y petroquímica. La particular de materias es un tipo de contaminación del aire definido como pequeñas partículas de sólidos o líquidos que pueden causar numerosos problemas cuando se inhalan. Estas partículas pueden ser producidas por los humanos o proceder de fuentes naturales.
En el estudio los investigadores identificaron los infartos isquémicos y los ataques isquémicos transitorios (TIA por su sigla en inglés), llamados a veces mininfartos pero que pueden a menudo conducir al infarto más adelante. Hay varios tipos diferentes de infartos, y los ataques isquémico se deben a la obstrucción del flujo de sangre al cerebro por un coágulo sanguíneo.
Los resultados mostraron significativas vinculaciones marginales entre la exposición a partículas de material en un mismo día y el día anterior y el riesgo de infarto isquémico y TIA. Vinculaciones similares también se han visto con el ozono, otro tipo de contaminación. A pesar de la industria de combustibles fósiles en el área las exposiciones a partículas de material finas fueron bajas en relación con otras regiones del país, probablemente debido a la proximidad de la costa y las pautas de viento prevalecientes.
Las conclusiones sugieren que la exposición reciente a partículas de material finas puede incrementar, específicamente, el riesgo de incidentes isquémicos cerebrovasculares . Alguna investigación ha mostrado que la contaminación con partículas del aire está relacionada con la vasoconstricción arterial aguda y con un aumento del espesor de la sangre, lo cual puede realzar el potencial de cóagulos sanguíneos. Sin embargo esto requiere más estudio.
Los investigadores analizaron los datos de la Encuesta de Ataque Cerebral en el Proyecto Corpus Christy (BASIC por su sigla en ingles), un proyecto de observación de infartos sobre la población diseñado para registrar todos los infartos en el Condado Nueces, Texas. El infarto isquémico y los casos de TIA entre 2001 y 2005 se identificaron usando personal instruido y luego se verificaron con neurólogos. Los datos diarios históricos de contaminantes del aire y condiciones meteorológicas se obtuvieron para le mismo período de la base de datos de Operaciones de Monitoreo de la Comisión sobre Calidad Ambiental de Texas. Los datos sobre partículas de material finas y ozono se obtuvieron de un monitor ubicado centralmente en Corpus Christy (Condado Nueces, Texas), localizado viento arriba de las instalaciones industriales locales. La mayoría de los casos de infarto y TIA también ocurrió viento arriba de las plantas químicas y refinerías del área.
El estudio, titulado “Ambient Air Pollution and Risk of Ischemic Stroke and TIA”, se publicará en la edición de Julio de 2008 de la revista
Annals of Neurology, la publicación oficial de la Asociación Neurológica de Estados Unidos.
Los coautores sonJames Escobar, Joseph Dvonch, Brisa Sánchez, Jennifer Majersik, Devin Brown, Melinda Smith, y Lewis Morgenstern.
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