ANN ARBOR, Michigan. — El creciente número de grietas, aceras rotas y pavimentos fracturados en las ciudades de Estados Unidos son algo más que síntomas emblemáticos de los problemas económicos del país.

Según un estudio de la Universidad de Michigan publicado en el número de septiembre de 2008 de la revista American Journal of Epidemiology, este tipo de condiciones cuadruplica las incapacidades entre adultos de edad avanzada que ya tienen problemas con la fortaleza de sus piernas y el equilibrio.

“Quedar incapacitado no es sólo un síntoma de la edad o de problemas de salud”, manifestó Philippa Clarke, autora principal del artículo y epidemióloga social del Instituto de Investigación Social (ISR). “El ambiente también desempeña un papel importante”.

Para la investigación, que contó con donaciones de los Institutos Nacionales de la Salud, Clarke y sus colegas utilizaron datos de un original estudio con el fin de examinar la forma en que las condiciones físicas de las calles y aceras de las ciudades afectaban la forma en que podían desplazarse los adultos de edad mediana o avanzada.

El Estudio de Salud Adulta de la Comunidad de Chicago, realizado en 2002, incluyó entrevistas a 1.195 hombres y mujeres de 45 años o mayores. El estudio también incluyó observaciones y una escala de las condiciones de calles y aceras de los vecindarios.

La mitad de quienes respondieron tenían entre 45 y 59 años. La otra mitad tenía 60 años o más. Poco más del 25 por ciento tenía educación secundaria, y más de la mitad dijo sufrir algún grado de dificultades económica. La mayoría de los que respondieron indicó que no tenía problemas para desplazarse, en tanto que un 20 por ciento dijo que tenía al menos cierto problema en caminar dos a tres cuadras. Un 18 por ciento señaló algunas dificultades en la fortaleza de sus piernas y en el equilibrio.

En promedio, más del 60 por ciento de las manzanas residenciales tenían algunas o muchas veredas rotas, grietas o pavimentos fracturados. Para aislar el impacto de las condiciones de calles y acercas, los investigadores consideraron otros aspectos del ambiente del vecindario, incluyendo “graffiti”, basura, desperdicios, vidrios rotos, colillas de cigarrillos, botellas de licor vacías o automóviles abandonados, materiales usados por los drogadictos o condones, que pudieran servir como obstáculo social o físico contra su movilidad.

Como corresponde, los investigadores hallaron que la mayor edad, el mayor número de problemas de salud y el consumo de cigarrillos aumentaban las posibilidades de que la gente tuviera problemas de desplazamiento. También constataron que los hombres y los afroamericanos tenían más probabilidad de sufrir dificultades de movilidad en comparación con las mujeres y los blancos caucásicos. (Debido al pequeño número de la muestra, no se incluyó a los hispanos con otros grupos étnicos o raciales en el análisis).

Al considerar los problemas de salud física, los investigadores descubrieron que las personas con problemas en las piernas y de equilibrio, los que vivían en calles en malas o regulares condiciones tenían cuatro veces más de probables que aquellas que vivían en calles en buenas condiciones de informar de muchas dificultades para caminar dos o tres cuadras.

“Estos resultados muestran que los impedimentos físicos no son necesariamente catastróficos para la movilidad, señala Clarke. “Las consecuencias negativas de las restricciones graves en la fortaleza de las piernas y el equilibrio pueden minimizarse cuando los adultos viven en ambientes donde hay menos obstáculos”.

Si la calidad de la calle pudiera mejorarse aunque sea un poco, los adultos en mayor riesgo de incapacidad podrían beneficiarse, según Clarke y sus colegas. “Estarían en mejor capacidad de trabajar, participar en actos de recreación y de interacción social, acceder a instalaciones de salud, o simplemente de salir a comprar para atender sus necesidades diarias”, dijo Clarke. “Con sólo mejorar las acercas, los pavimentos y las calles se podría postergar y tal vez hasta prevenir la discapacidad en grupos de alto riesgo”.

El Instituto de Investigación Social (Institute for Social Research, ISR) se fundó en el año 1948 y es una de las organizaciones más antiguas del mundo en la investigación de sondeos de opinión. El ISR es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de metodologías de Ciencias Sociales. El ISR realiza estudios que son ampliamente citados en el país, incluidas los Sondeos de opinión de Actitudes del Consumidores y Estudios de Elecciones Nacionales, entre otros.

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