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La UM lanza estrategia para convertir la innovación energética en realidad

11/11/2008

ANN ARBOR, Michigan.— Si bien el presidente electo Barack Obama ha propuesto que para 2015 haya en las rutas de Estados Unidos un millón de vehículos híbridos, con carga eléctrica, que rindan 150 millas por galón (40 kilómetros por litro) de gasolina, es difícil saber si esa meta puede alcanzarse o es una ilusión.

El instituto de energía de la Universidad de Michigan anuncia una estrategia innovadora para determinar la diferencia entre lo que pueda ser una inspiración y lo que sea una fantasía, y qué se necesita hacer para que una buena idea se convierta en una gran política.

“Demasiadas soluciones propuestas para la crisis de la energía se han derrumbado debido a las consecuencias imprevistas, y no tenemos tiempo para librarnos de nuestra adicción a los combustibles fósiles con otras ideas muy bien intencionadas que no puedan realizarse en el complicado mundo real”, dijo Gary S. Was, director del Instituto Michigan Memorial Phoenix de Energía en la UM. “Necesitamos encontrar la forma de transformar las innovaciones energéticas en realidad con un nivel sin precedentes de rapidez y eficiencia”.

El instituto ofrece $365.000 en capital simiente para el lanzamiento de un esfuerzo de construcción de un instrumento robusto, sustentado últimamente en Internet e interactivo que permita que la gente responda a las preguntas en el mundo real sobre cómo —y si— las tecnologías pueden tener éxito y dónde están los inconvenientes.

Seven Skerlos, profesor de Ingeniería Mecánica de la UM, encabeza un equipo que congrega a expertos en ingeniería, sociología, modelos matemáticos y psicología para una combinación sin precedentes de conocimiento de tecnología y ciencias sociales.

“Desde el plomo en la gasolina, que en su momento pareció un gran método para mejorar el rendimiento energético pero terminó envenenando a los niños de una generación entera, hasta el etanol obtenido del maíz, que se promovió como una gran fuente de energía renovable pero luego ha sido condenado por su impacto imprevisto en los precios mundiales de los alimentos, tenemos que construir una herramienta que nos dé respuestas rápidas y certeras a las grandes preguntas”, indicó Was. “Estamos en camino de llegar a esa herramienta”.

Estos modelos —que se busca que sean modulares, accesibles y modificables en internet— proveerán capacidad y accesibilidad sin precedentes para determinar cómo funciona el mundo de la energía y cuáles son las consecuencias probables de las acciones, las políticas y los acontecimientos mundiales.

“Estamos al borde de un precipicio ambiental y tenemos que avanzar con una política que sea correcta desde el principio”, dijo Skerlos, director del Laboratorio de Tecnologías Ambientales y Sostenibles. “Queremos desarrollar un enfoque que sea a la vez de uso fácil y académicamente riguroso para asegurar que los responsables de políticas y el público en general tengan la información que conduzca a un debate más informado acerca de cómo y cuándo ha de reducirse los impactos del sector automovilístico en el cambio climático”.

Skerlos trabaja con Panos Papalambros, de Ingeniería Mecánica; Rich González, de Psicología; James Jackson, del Instituto de Investigación Social; Meredith Fowlie, de Economía y Política Pública; Duncan Callaway y Greg Keoleian, de la Escuela de Recursos Naturales y Ambiente; y Walter McManus y John Sullivan, del Instituto de Invetigación del Transporte de la UM.

Los vehículos híbridos con carga eléctrica (PHEVs por su sigla en inglés) han atraído mucha atención por la posibilidad de conectarlos a la red eléctrica para reducir las emisiones de gas que causan el efecto invernadero y para incrementar la seguridad energética. Skerlos señala que los PHEVs siguen los pasos de otras técnicas de ahorro de energía como las células combustibles de hidrógeno y los biocombustibles.

Skerlos señala que, en el pasado, las tecnologías han sido elogiadas y descartadas por discusiones caracas por consideraciones políticas y agendas múltiples.

“No hay un marco sistémico y objetivo para el estudio de estos problemas que tome en cuenta, simultáneamente, las decisiones realistas sobre diseño motivadas por conductas del mercado sujetas a regulación”, señaló. “Hay una gran cantidad de programas pero, en el debate, no hay suficiente base científica”.

La meta inmediata es la creación de un modelo interactivo sustentado en internet donde los usuarios puedan explorar escenarios de costos y desempeño de vehículos automotores y redes eléctricas futuras, como asimismo las condiciones de mercado sujetas a regulación, y visualicen las escalas de tiempo sobre las cuales los PHEVs reducirán las emisiones de gas que causan el efecto invernadero. Quizá lo más importante es que este sitio de internet presentará medidas que ayudarán en la evaluación de la calidad de los resultados de los simulacros para la sociedad y el realismo de los escenarios ensayados.

Hay cuestiones que deben considerarse en muchos frentes. Algunas son técnicas, tales como las millas por galón (kilómetros por litro) y la potencia de las baterías. Algunas se refieren al desempeño, otras al costo e incentivos, y otras a preocupaciones regulatorias tales como las regulaciones Corporate Average Fuel Economy (CAFÉ) o los canjes de emisiones. Skerlos señala que la novedad aquí está en la información de los modelos económicos con opciones tecnológicas y de diseño de regulaciones, al tiempo que se presenta una complejidad que es abrumadora en una forma accesible y transparente.

“Estamos construyendo un simulador que calcula las emisiones futuras de gases que causan el efecto invernadero por parte del sector del transporte, y que refleja las realidades socioeconómicas, regulatorias y tecnológicas que se combinan y afectan el problema”, agregó Skerlos. “Luego estaremos en condiciones de preguntar ‘¿cuál es el futuro que desea que probemos para los PHEVs’?”

A partir de allí Skerlos piensa que podrán extender sus capacidades actuales para la prueba de otras tecnologías, tales como los vehículos que empleen biocombustibles e hidrógeno.

Was enfatiza que el Premio de Ciencia Energética, Tecnología y Política tiene la intención de poner en marcha estas innovaciones y que una vez que el equipo de Skerlos demuestre la eficacia de la estrategia en el caso a prueba de los PHEVs, se requerirá una financiación externa significativa para que se cumpla plenamente su promesa.

“Nuestra intención es mostrar al mundo qué es posible, y mostrar algo de potencial enorme y excitante que una herramienta de modelo podría aportar a la toma de decisiones críticas”, añadió Was. Vemos un futuro en el cual la gente, cuando escuche una promesa de campaña, una propuesta de política o acerca de una nueva tecnología prometedora pueda aplicar inmediatamente los hechos del mundo real para probar esas ideas y tomar decisiones correctas. Esto es solo la punta del témpano, pero es un primer paso importante hacia la solución de la crisis de la energía”.

Por más información acerca del trabajo de Skerlos, véase

The Michigan Memorial Phoenix Energy Institute

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Contacto (inglés): Sue Nichols
Teléfono: (734) 615-5678