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Nuevo enfoque quirúrgico ofrece promesas en el tratamiento de la escoliosis

01/12/2008

La cirugía espinal experimental, mínimamente invasiva, en la Universidad de Michigan ayuda a muchas personas con escoliosis grave

ANN ARBOR, Michigan.— Desde que a Tricia Ann Vinson se le diagnosticó por primera vez escoliosis, cuando estaba en sexto grado escolar, la condición se ha tornado cada vez más dolorosa y debilitante.

Vinson, que tiene ahora 23 años de edad, empezó con un dolor en su omóplato derecho, luego dolor en la parte baja de la espalda, y después un dolor constante en la espalda que comenzó cuando estaba embarazada. El dolor continuó después del nacimiento de su hijo y esto la ha forzado a limitar el tiempo que pasa jugando con el niño y tomándolo en sus brazos.

Vinson decidió probar una cirugía experimental en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, en la cual la curvatura de la columna vertebral se corrige con un procedimiento mínimamente invasivo. Inicialmente, siguió con dolores y movilidad limitada después de la operación, pero ahora, seis meses más tarde, la de Vinson es una historia de éxito.

La cirugía “ha hecho una enorme diferencia en mi vida”, dijo Vinson. “Ahora puedo levantar a mi hijo para llevarlo afuera, puedo corretear con él y no tengo dolores. Me ha ayudado de muchas maneras, tanto física como mentalmente”.
Si bien la cirugía para escoliosis con acceso espinal mínimo es todavía un procedimiento experimental y se ofrece en un número pequeño de centros médicos, eventualmente podría revolucionar la forma en que se trata la escoliosis grave, señaló

Frank La Marca, director de la Sección de Cirugía Espinal en el Departamento de Neurocirucgía de la UM. La Marca anotó que el procedimiento ofrece muchas ventajas sobre la cirugía tradicional para escoliosis, una operación mayor que causa daño significativo a los músculos, cicatrices grandes y pérdida de sangre.

“Sólo el tiempo dirá cuán bien salen los pacientes, pero hasta ahora los pacientes han podido retornar a sus trabajos mucho más rápido, su curso post operatorio ha sido más breve y su dolor post operatorio ha sido menor”, agregó. “Tengo la esperanza de que éste se convierta, realmente, en el estándar de tratamiento en el ámbito nacional”.

La Marca señaló que pocas personas tienen una escoliosis tan grave que requiera cirugía, lo cual típicamente significa una curvatura de 45 o más grados. La curvatura de Vinson, por ejemplo, era de 50 grados antes de la operación. En los adultos, uno de cada 10 mayores de 40 años de edad tiene cierto grado de escoliosis, agregó. De estos, uno de cada 10 puede ser un caso suficientemente grave como para que la cirugía sea una opción. Y en los niños, uno de cada 333 tendrá escoliosis, y de tres a cinco cada mil requerirá cirugía.

Hasta hace poco las únicas opciones quirúrgicas eran la fusión espinal, con la cual la parte curvada de la columna vertebral se endereza con barras o tornillos y se colocan pequeñas piezas de hueso sobre el espinazo para que crezcan y se fusiones, y la instrumentación sin fusión, que a veces se lleva a cabo en niños pequeños, y en la cual las barras metálicas se sujetan a la columna vertebral sin que las vértebras se fusionen.

Si bien muchos pacientes han tenido éxito con tales procedimientos los efectos negativos pueden ser sustanciales, dijo La Marca. La separación de los músculos de la columna vertebral para permitir la colocación de tornillos y barras puede debilitar la espalda y causar dolores crónicos. Las cicatrices son largas y la pérdida de sangre puede ser significativa, apuntó.

El enfoque mínimamente invasivo requiere incisiones muy pequeñas en la piel y no se hace el desprendimiento de los músculos; en cambio los cirujanos maniobran con sus instrumentos entre las fibras musculares.
Este método se ha hecho posible debido a la tecnología avanzada que se usa en técnicas de neuronavegación. En la UM los cirujanos usan una técnica para llevar los tornillos a través de los músculos espinales del paciente que es similar al sistema que usa la agencia espacial NASA cuando navega un brazo robótico en el espacio, dijo La Marca.

Los nuevos materiales biológicos, tales como las proteínas sintéticas, se usan para realzar la fusión del espinazo. Además La Marca y sus colegas en neurocirugía y los investigadores en el Colegio de Ingeniería de la UM diseñan nuevas tecnologías –tales como mesas de operación especiales- que podrían ayudar en la corrección de las deformaciones espinales incluso antes de que comience la instrumentación quirúrgica.

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