Noticias

Científicos en la UM prueban los límites del “modelo célula madre del cáncer”

03/12/2008

Melanoma, el más mortal de los cánceres de piel, no se ajusta al modelo

ANN ARBOR, Michigan.— Una de las ideas nuevas y más prometedoras acerca de las causas del cáncer, conocida como el modelo célula madre, debe ser reevaluada porque se sustenta, mayormente, en los resultados de una prueba de laboratorio que tiene fallas sorprendentes cuando se aplica a algunos cánceres, según han determinado los investigadores en la Universidad de Michigan.
Los científicos de la UM aumentaron la precisión de la prueba de laboratorio y encontraron que el melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel, no sigue el modelo célula madre convencional del cáncer, como antes se había indicado.

Las conclusiones, que se publican en el artículo de tportada de la edición del 4 de diciembre de la revista Nature, también abre interrogantes acerca de la aplicación del modelo a otros cánceres, dijo Sean Morrison, director del Centro para Biología de Células Madre en el Instituto de Ciencias de la Vida de la UM.

“Pienso que el modelo célula madre del cáncer, al final, servirá para algunos cánceres”, señaló Morrison. “Pero otros cánceres, como el melanoma, probablemente no seguirán un modelo célula madre de cáncer en forma alguna. Habrá que reevaluar este campo después que se pase más tiempo para optimizar los métodos usados en la detección de las células madre de cáncer”.

El modelo célula madre del cáncer ha ganado adeptos firmemente durante la última década. El modelo estipula que un puñado de células madre descontroladas causa la formación y el crecimiento de los tumores malignos en muchos cánceres. Los proponentes de la controvertida idea han buscado nuevos tratamientos que apuntan a esas raras células madre, en lugar de buscar la liquidación de cada célula de cáncer en el cuerpo del paciente.

Pero en una serie de experimentos hechos con células de melanoma humano implantadas en ratones, el equipo de Morrison encontró que las células que forman tumores no son raras. En realidad son bien comunes, pero las pruebas estándar de laboratorio no detectaban la mayoría de ellas.

Los científicos habían calculado que una en un millón de células de melanoma tiene la capacidad de descontrolarse y de exhibir el tipo de proliferación desenfrenada que lleva a tumores nuevos. Estas desacatadas agresivas con las células madre del cáncer, según quienes apoyan el modelo.

Pero después que actualizó y mejoró las pruebas de laboratorio usadas en la detección de estas células aberrantes, el equipo de Morrison determinó que al menos una de cada cuatro células de melanoma es “tumorigénica”, es decir que tiene la capacidad de formar tumores nuevos. Las pruebas de laboratorio son conocidas como ensayos.

“El ensayo sobre el cual se sustenta el campo no detecta la mayoría de las células de cáncer que pueden proliferar formando tumores”, dijo Morrison. “Nuestra investigación indica que no se podrá curar el melanoma atacando a una pequeña sub-población de células”.

El melanoma mata cada año a más de 8.000 personas en Estados Unidos. El melanoma humano que se uso en los experimentos con ratones provino, con consentimiento de los pacientes, de un equipo del Programa Multidisciplinario de Melanoma en la UM, uno de los mayores programas de melanoma en el país y parte del Centro Integral del Cáncer de la UM.

“Hubo quienes vieron en el modelo célula madre del cáncer una posibilidad nueva y excitante para el desarrollo de curas para el melanoma avanzado que salvaran vidas”, dijo Timothy Jonson, director del programa de melanoma en la UM y coautor del artículo en Nature. “Desafortunadamente nuestros resultados muestran que el melanoma no sigue estrictamente este modelo”.

“Por eso tenemos que reorientar nuestros esfuerzos científicos y mantenernos enfocados en los procesos biológicos fundamentales que subyacen en el crecimiento de melanomas en los humanos”, dijo Jonson, un oncólogo cutáneo. “Mientras seguimos buscando tratamientos nuevos para el melanoma avanzado tendremos que aceptar que haya que matar a una alta proporción de células de cáncer”.

Morrison y Johnson enfatizaron que las conclusiones del equipo no invalidan ampliamente el modelo célula madre del cáncer. Las células madre de cáncer probablemente sí existen en algunas formas de cáncer pero “probablemente son mucho más comunes que lo que ha estimado la gente”, dijo Morrison.

La técnica estándar que se usa en la detección de células de cáncer que causan tumores en los transplantes en ratones se llama ensayo NOD/SCID. Los ratones NOD/SCID tienen sistemas de inmunidad defectuosos. Los científicos usan esos ratones con un grave compromiso de su sistema de inmunidad porque no rechazan las células de cáncer humano transplantadas como lo harían los ratones normales.

Sin embargo aunque el sistema de inmunidad de los ratones NOD/SCID está debilitado no está completamente desactivado. Los ratones carecen de las células T y B de inmunidad pero aún así poseen células fagocitas naturales que atacan y destruyen muchas de las células del cáncer humano transplantadas.

El equipo de Morrison reemplazó los ratones NOD/SCID con ratones que carecían de células T y B y las células fagocitas naturales, e hicieron otras pocas mejorías en el ensayo. Con el ensayo modificado encontraron que aproximadamente una de cada cuatro células de melanoma transplantadas formaban tumores en los ratones.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que los estudios anteriores que usaron ratones NOD/SCID subestimaron ampliamente el número de células de melanoma causantes de tumores, en parte porque las células fagocitas naturales eliminaron muchas de las células de cáncer. Pero una vez que se eliminaron las células fagocitas “las condiciones más permisivas” permitieron que muchas de las células de melanoma transplantadas sobrevivieran y medraran, escribieron los autores.

Los coautores principales del artículo de Nature incluyen a los investigadores del Instituto de Ciencias de la Vida, Elsa Quintana y Mark Shackleton. Además de Morrison y Johnson, otros coautores son el oncólogo quirúrgico de la UM, Michael Sabel, y el dermopatólogo de la UM, Douglas Fullen.

El trabajo tuvo el apoyo del Instituto Médico Howard Huges, el Fondo Allen H. Blondi de Investigación, y la donación Lewis y Lilian Becker.

Contacto (español): Vivianne Schnitzer
Teléfono: 1-734-763-0368

Contacto (inglés): Jim Erickson
Teléfono: (734) 647-1842

Archivado En:
,