Detalles de la investigación
Los investigadores generaron modelos de ratón a fin de examinar el papel exacto que desempeña la proteína Mre11 en el complejo MRN. Modificaron genéticamente dos cepas de ratón, una en la cual la Mre11 estaba totalmente inhabilitada, y una en la cual se hizo solamente un cambio de un aminoácido. Lo que sorprendió más a los investigadores fue que el cambio de un solo aminoácido en la Mre11 causó consecuencias tan graves como si se hubiese eliminado totalmente el complejo MRN. La supresión en la Mre11 del aminoácido responsable por la actividad de la nucleasa hizo que los ratones desarrollaran defectos de crecimiento, anormalidades en los cromosomas y sensibilidad a los agentes que dañan el ADN. Por lo tanto los investigadores pudieron concluir que la actividad de nucleasa, es decir de reparación, de la Mre11 resulta crucial tanto para la función del MRN como para la estabilidad del material genético del organismo. “Primero la Mre11 señala a la célula activando la kinasa, pero también actúa en la reparación de las rupturas de hebra doble por medio de las funciones de nucleasa. Por lo tanto, previene los dos pasos individuales que conducen al cáncer”, señaló Ferguson.Implicaciones
El trabajo, descrito como “ingeniería celular virtuosa” en un artículo de Cell, ofrece promesas particulares para la identificación de mutaciones asociadas con muchos cánceres. “Lo que surge en la literatura de los estudios de gran escala sobre los tumores humanos es que la Mre11 puede mutarse frecuentemente en ciertos cánceres”, dijo Ferguson. “Esto puede tener implicaciones para los diagnósticos porque los tumores vinculados con diferentes mutaciones pueden tener pronósticos diferentes y pueden responden a terapias distintas”, añadió. En particular las mutaciones de la Mre11 puden predecir cuán sensible o resistente será un tumor particular a los tratamientos con agentes que dañan el ADN. “El hecho de que ahora hemos separado las funciones de reparación de ADN de las funciones de “portero” y control significa que podemos haber identificado un blanco u objetivo que haga que los tumores sean sensibles a los agentes de radiación y quimioterapia que se usan en el tratamiento del cáncer”. Otros autores del estudio en la UM son Jeffrey Buis, Yipin Wu, Jennifer Leddon, Gerwin Westfield, Mark Eckersdorff y JoAnn M. Sekiguchi. La financiación para esta investigación provino de los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Sydney Kimmel para la Investigación del Cáncer y el Fondo Munn de Apoyo del Centro Integral del Cáncer de la Universidad de Michigan. Contacto (español): Vivianne SchnitzerTeléfono: 1-734-763-0368 Contacto (inglés): Nicole Fawcett
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