El estudio sobre Salud y Jubilación, realizado desde 1992 por el Instituto de Investigación Social (ISR, por sus siglas en Inglés) de la UM, es financiado principalmente por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. “A pesar de la preocupación generalizada de que el plan es complejo y confuso, los resultados muestran que el 60 por ciento de personas de la tercera edad que no tenían cobertura de fármacos recetados se suscribieron a la sección D” dijo la economista Helen Levy, que escribió el documento con el economista David Weir, que dirige el Estudio de Salud y Jubilación. “Además, el 70 por ciento de los que tenían tres o más condiciones de salud que exigen el tratamiento con fármacos se suscribieron a la Sección D”, señaló Levy, “comparados con un 37 por ciento que no tenían esas condiciones médicas. Esto sugiere que la decisión de suscribirse refleja una elección financiera racional, basada en la necesidad de fármacos recetados. “ El promedio de los pagos de drogas se redujo de $ 100 dólares en el año 2004 a $ 40 dólares en el año 2006 para los que recién se habían suscrito a la Sección D. El análisis determinó que en el año 2004, un 24 por ciento de los estadounidenses mayores de 65 años no tenían cobertura de fármacos recetados. En el año 2006, sólo un siete por ciento no tenía cobertura. Utilizando resultados arrojados por el Estudio de Salud y Jubilación, los investigadores también evaluaron la manera en que la capacidad cognitiva y la situación económica influía en la probabilidad de que personas de la tercera edad se inscribieran en la Sección D de la cobertura.
Las personas con mejores habilidades cognitivas tuvieron más tendencia a inscribirse en la Sección D de beneficios, encontraron los investigadores. Además, las personas más ancianas eran menos propensas a inscribirse, al igual que los hombres solteros. “Estos resultados sugieren que información adicional debe dirigirse a las poblaciones vulnerables como los más ancianos, los que padecen deterioro cognitivo, y los hombres solteros,”, escriben los autores del estudio. Por último, encontraron de que el programa, básicamente, nivela el área entre ricos y pobres y reduce las disparidades de cobertura entre grupos con distintos ingresos.
Aunque los resultados sugieren que el Plan D ha sido un programa eficaz, Levy y Weir, advierten que se necesitan análisis adicionales. “Descubrimos que los beneficiarios generalmente adoptan buenas decisiones sobre registrarse o no hacerlo en el Plan D, pero esto no quiere decir que adoptaron las mejores decisiones sobre que plan dentro del Plan D escoger” dijo Levy. “La aparente racionalidad económica que rige la decisión de inscribirse, puede enmascarar una confusión importante a nivel de elección de plan”. La administración de la Seguridad Social financió el análisis como parte del Consorcio de Investigación sobre Jubilación, un grupo multidisciplinario de tres centros: el Centro de Investigación de Jubilación de Michigan en el ISR, el Centro de Investigación para la Jubilación de Boston College y el National Bureau of Economic Research. El Instituto de Investigación Social (Institute for Social Research, ISR) se fundó en el año 1948 y es una de las organizaciones más antiguas del mundo en la investigación de sondeos de opinión. El ISR es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de metodologías de Ciencias Sociales. El ISR realiza estudios que son ampliamente citados en el país e internacionalmente, incluidos los Sondeos de opinión de Actitudes del Consumidor y Estudios sobre elecciones nacionales en EEUU, entre otros. Contacto (español): Vivianne Schnitzer
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