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Los maltratos con palizas crean niños agresivos y desafiantes

23/03/2009

ANN ARBOR, Michigan — Las palizas en las nalgas a niños hacen aumenta la probabilidad de que sean desafiantes y agresivos.

Además, el castigo físico pone en riesgo los niños por más problemas de salud mental, comportamiento anti-social y de lesiones graves, según muestra un nuevo informe de la Universidad de Michigan.

“Hay poca evidencia de investigación que el castigo físico mejora a largo plazo el comportamiento de los niños,” dijo Elizabeth Gershoff, autora del informe y profesora asociada en la Escuela de Trabajo Social.

El informe, publicado en colaboración con el Hospital Infantil de Phoenix, en Arizona, ofrece una revisión sobre investigaciones empíricas sobre las consecuencia que tiene el castigo físico en los niños.

Gershoff analizó 100 años de investigación de estudios publicados sobre el castigo físico, en particular, las palizas en las nalgas. Resultados indican que la mayoría de los azotes son una práctica parental ineficaz en la crianza de niños tanto en Estados Unidos como en el mundo.

“Hay cada vez más motivación, en otros países de promulgar leyes que prohiban legalmente todas las formas de castigo físico”, dijo Gershoff, cuya investigación se centra en el impacto de la violencia infantil el desarrollo de niños y adolescentes a través del tiempo.

La práctica es considerada como una violación a la ley internacional de derechos humanos, dijo.

Varios estudios recientes revelan que muchos padres aún maltratan físicamente a sus hijos, especialmente los niños de 1 y 2 años de edad. Cuando los niños llegan al 5 º grado, el 80 por ciento han recibido el castigo físico.

En múltiples estudios, se ha descubierto que los azotes en las nalgas llevan a los niños a padecer de más problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, alcohol y drogas, y un ajuste psicológico deficiente. Estos problemas también aumentan los niveles de estrés, dijo.

El informe de Gershoff indica que los castigos corporales también pueden perjudicar las relaciones entre padres e hijos. Si el niño de a los padres como la fuente de dolor y experiencias dolorosas, que pueden hacerlos evitar a los padres. Esto puede interferir con el desarrollo de la cercanía y la confianza en un niño, dijo.

Entonces, ¿cómo los padres deben disciplinar a sus hijos? Gershoff dice que los niños se comportan mejor cuando son motivados por la alabanza o la promesa de recompensas en lugar de amenazas de castigo. Los niños necesitan la enseñanza y la orientación de los padres para que puedan aprender a tomar mejores decisiones en el futuro.

“El castigo corporal no enseñan a los niños por qué su comportamiento fue erróneo o lo que deben hacer en el futuro”, según el informe.

Los resultados aparecen en “El Informe sobre el castigo físico en los Estados Unidos.”

Para leer el informe

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Contacto (inglés): Jared Wadley
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