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Minuto de la salud UM: Las novedades sobre salud e investigación médica

Un experto de la U. M. ofrece sugerencias para la elección del calzado
atlético correcto

ANN ARBOR, Michigan.— Al parecer hay numerosos tipos diferentes de zapatos atléticos como personas que los usen. Así que ¿cómo sabe cuál es el calzado correcto para usted y sus actividades? ¿Debe prestarle atención al estilo de moda o lo que debe atraerle en un calzado es el color llamativo? ¿O debe fijarse en el ajuste, la función o la estructura de un zapato?.

“Hay cientos de calzados atléticos entre los cuales usted puede elegir. Es muy importante que elija los correctos para la actividad deportiva en la que usted participa porque le pueden ayudar a desempeñarse mejor y a que usted no sufra lesiones”, explica el especialista clínico en Instrucción Atlética de la Universidad de Michigan, Vahan Agbabian. Sin embargo la elección de los zapatos apropiados no es una tarea fácil debido a que ahí cientos de zapatos disponibles.

La receta para un calzado atlético correcto incluye que usted conozca su tipo de pie, sus niveles de movilidad y flexibilidad, que sepa para qué actividad es que quiere comprarse ese calzado. Agbabian enfatiza la importancia de que elija el zapato correcto sobre la base de su tipo de pie..

“Si usted tiene un pie con arco más alto, probablemente se sentirá más cómodo con un calzado de arco alto. Por ejemplo, un zapato de la marca Nike tiene un sistema tipo amortiguador y el talón es elevado con este mecanismo, y con el talón levantado se ajusta a un tipo de pie de arco elevado”, dijo Agbabian.

No sólo es importante la estructura del zapato sino también la flexibilidad de los pies de la persona y la flexibilidad del calzado. Los zapatos atléticos deben ser flexibles o usted deberá forzarlos con cada paso lo cual puede llevar a lesiones de la pantorrilla. Cuando uno los tuerce deberían torcerse. Cuando unos doblan deben doblarse en la base del pie y no en la mitad del arco. Apoye el pie en el piso y levante el dedo grande, el zapato deberían hacerse cuando el dedo grande está levantado del suelo. Si el zapato pasa estas pruebas es probable que sea el par correcto para usted..

Agbabian advierte que “el tipo de zapato que usted elija debería ser adecuado a su nivel de actividad”. Por ejemplo, si alguien busca un calzado que usará para jugar al tenis necesita zapatos que tengan estabilidad suficiente para soportar las demandas del tenis: la carrera hacia la red, el servicio y los cortes. No sería adecuado jugar al tenis con zapatos para correr, dice Agbabian, porque éstos no proporciona la estabilidad que uno necesita, los zapatos de correr no están diseñados para ese tipo de estabilidad.

“Probablemente el único estilo de calzado que le permite la mayor variedad es la zapatilla de entrenamiento cruzado. Uno puede correr, estar en la cancha, o ir al gimnasio a hacer ejercicio”, explicó Agbabian. Un zapato de entrenamiento cruzado es un estilo que incluye características de diferentes tipos de zapatos. Los zapatos para entrenamiento cruzado ofrecen estabilidad suficiente al igual que comodidad para que los individuos participen en una variedad de actividades.

El problema más común que ven Agbabian y sus colegas en las personas que han estado usando zapatos inadecuados o incorrectos son las ampollas.

“Si su tipo de pie realmente no corresponde al zapato correcto entonces es probable que haya lesiones, como los esguinces de tobillo y los dolores crónicos que eventualmente se trasladan hacia arriba por la pierna”, indicó Agbabian. Él a menudo de pacientes que tienen un pie más ancho y más chato pero que usan calzados que no son suficientemente amplios. El pie colapsa, se achata más y esto pone mucha presión en sus pantorrillas. Esto conduce al caso clásico de fisuras en la pantorrilla.

Cuando decida reemplazar un par de zapatos considere la construcción del calzado y para qué actividad está diseñado. Aún si el zapato se siente bien en el pie, puede que esté perdiendo su capacidad para amortiguar y dar apoyo a sus pies después del uso prolongado. Agbabian sugiere el cambio de los zapatos de correr y de caminar cada 800 o 950 kilómetros (500 a 600 millas) y de los zapatos para deportes en canchas tales como el básquetbol después que termina cada temporada. Si los zapatos se usan por 800, 950 o 1.100 kilómetros (50, 600, 700 millas) empiezan a descartarse o romperse y entonces es tiempo de cambiarlos.

El equipo de la U. M. ofrece estas sugerencias que todos deberían atender para encontrar el par “justo” de zapatos atléticos:

Contacto (español):
Vivianne Schnitzer, vsh@umich.edu
Teléfono: (734) 276-9027

Contactos (inglés):
Corrie Feldkamp, cfeldkam@umich.edu or
Andi McDonnell, andreakm@umich.edu
Teléfono: (734) 764-2220

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